Los expertos en fragancias afirman
que existe una determinada que encaja de manera perfecta con el carácter.

El
perfume, según ellos, desvela la personalidad y las emociones y como no se
pierde nada con intentar esta teoría, se pueden descubrir aspectos interesantes
a la hora de seleccionar una esencia determinada.

Jóvenes:
los mejores aromas son aquellos que huelen a cítricos y flores. Hay que evitar
aquellos que son muy dulces.

Deportistas:
para quienes optan por la naturaleza y les gusta el aire libre, nada mejor que
las fragancias que despiertan sensaciones de aromas tales como césped, musgo,
hojas y tierra, y también las frutales, limón, naranja y mandarina.

Independientes:
las fragancias que mejor sientan son aquellas poco convencionales. No suelen ser
fieles a una clase de perfume ya que les gusta el permanente cambio. El aroma a
helecho o Chipre son los predilectos.

Elegantes:
el gusto clásico que los distingue no admite salirse del convencionalismo que
los caracteriza. Se inclinan por las marcas tradicionales.

Tímidos:
las esencias que no llaman la atención son los escogidos. Las fragancias suaves
y florales son las que mejor les sientan.

Minimalistas:
Si le gustan los colores simples, el maquillaje cuidadoso y las prendas de
vestir básicas, los perfumes frescos que recuerdan al agua y al ozono son los
indicados.

Romántica:
los aromas dulces son los más elegidos ya que despiertan la sensualidad y la
calidez.

La importancia de escoger un buen
perfume es la diferencia entre atraer y despertar interés y el alejar
definitivamente. El aroma logra asociaciones que tal vez otro de los sentidos no
logre despertar de manera igualmente de profunda y evocadora.

Por eso, es
importante elegir el correcto hasta dar con el que encaje perfectamente. Para
ello, es vital conocer las sustancias fragantes que lo conforman: pétalos,
hojas, frutos y raíces.

Hay muchas combinaciones que de desconocen, pero que a
través de un buen asesoramiento se pueden descubrir y probar.

Consejos para elegir el perfume
correcto

–
Probar el perfume sobre
cuello y muñecas para evitar alergias

–
Pedir asesoramiento
para escoger la fragancia que se quiere ya que la variedad es más amplia de lo
que se puede ver a simple vista en tiendas especializadas.

–
Un perfume es algo
personal y huele diferente en cada cuerpo. Por eso, nunca comprar una fragancia
determinada porque huele bien en alguien que se conoce.

–
No es recomendable
llevar un perfume puesto si se va a comprar uno.

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