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Aplicando el Feng Shui en la vida cotidiana

El Feng Shui no es religión, ni superstición. Es el arte de aprender a vivir fluyendo con las fuerzas y los ciclos de la naturaleza, no en su contra…

El Feng Shui ha existido durante miles de años, no solo en China que fue su cuna, sino en otros pueblos y culturas que han aplicado sus principios básicos dentro de sus propios valores históricos.

Siempre han existido personas que se han salido de los convencionalismos que con sus interrogantes, dieron origen a nuevas corrientes de pensamientos.

La construcción de la pirámide en Egipto, los Mayas, los Incas y los Aztecas. Las Construcciones Celtas, Druidas y otras que en su estructura tomaron en cuenta la orientación geográfica, la configuración estelar y una representación simbólica o filosófica que le daba más fuerza y sentido a sus edificaciones.

Comprender verdaderamente el Feng Shui puede durar toda una vida,  pero cuando se conocen los fundamentos básicos que lo sostienen este trabajo se hace más liviano.

Actualmente muchas personas se han acercado al Feng Shui en busca de una respuesta mágica que le ayuda a responder todas sus inquietudes, que le ayude a resolver sus problemas sin esfuerzo personal para mejorar la situación, en ese caso personalmente estoy convencida, que la persona no puede encontrar en los conocimientos del Feng Shui una varita mágica.

En la actualidad hay quienes han usado el Feng Shui como herramienta mágica, ofreciendo al buscador adornos y objetos decorativos como una panacea maravillosa capaz de hacer milagros. Poco a poco la gente se da cuenta que tanta maravilla no puede ser posible y ha dejado muchas personas en duda y en confusión.

Para tratar de remediar esta situación se deben hacer charlas y estudios continuos de Feng Shui dirigidos a la comunidad como lo que estamos haciendo en este momento.

Indudablemente el Feng Shui genera cambios profundos y verdaderos, pero también es cierto que si no conocemos sus principios, no comprendemos el proceso ni sabemos manejar bien los cambios, nuestra vida puede quedar mas a la deriva hasta que tomemos el control de la situación.

En China surgieron varias escuelas del Feng Shui a lo largo de la historia, cada una posee argumentos validos y son herramientas para la evaluación de los lugares., sin embargo debemos asomarnos un poco a la historia para entender.

En sus comienzos el Feng Shui existía como parte de la cultura filosófica denominada Taoismo, incluya temas muy diversos que formaban parte integral del modelo del antiguo universo, la naturaleza y la vida., en ella se expresa y trata de comprender sus leyes y principios., sus adeptos o seguidores poseían una sed de conocimiento que les contribuyera a su evolución.

En el norte de China se conoció el Feng Shui de la forma porque el terreno es montañoso e irregular, la escuela funcionaba para manejar con elementos tangibles y obvios los desniveles energéticos. En el sur de China, donde el terreno el plano y llano, el Feng Shui encontró dificultades para su aplicación, por ello se buscaron otras alternativas para determinar las condiciones de los lugares.

China es un pueblo que ha basado su filosofía de vida en el respeto y la armonía del entorno. Su gran aportación a la cultura mundial es el Taoismo, que es la forma de ver al mundo y de vivir integrado con la naturaleza. Su significado es simple y misterioso: el camino.

Durante siglos los hombres han buscado en las cosas materiales las formas que pudiesen ayudarlos a vivir con mayor armonía y espiritualidad, ese es el camino de la felicidad, porque , las mayoría de las personas están vacías y se sienten mal porque usan las cosas para deleitar su corazón, en lugar de su corazón para disfrutar las cosas . 

El Feng Shui no es religión, ni superstición. Es un arte cuyas teorías, principios y prácticas fueron observados y comprobados a través de siglos. Es el arte de aprender a vivir fluyendo con las fuerzas y los ciclos de la naturaleza, no en su contra.

Tenemos  que vivir conscientes de las energías que nos rodean y comprender que para lograr la felicidad tiene que existir la conjunción de tres factores, el poder del cielo, el poder de la tierra y el poder del hombre.

Los agentes principales del cielo son los planetas, ya que actúan sobre el individuo y la naturaleza. En la naturaleza estas los cinco elementos que no deben entenderse como sustancias materiales sino como esencias espirituales, cada una diferente de las otras.

Los cinco elementos son: La madera produce fuego, el fuego produce tierra, la tierra produce metal, el metal produce agua y el agua produce madera.

A través del elemento que nos represente tenemos colores que nos favorecen energéticamente para realzar nuestro estado de ánimo.

A continuación les explico grosso modo la función de los colores en lo concerniente a la vestimenta. 

v      El vestirse verde: Representa la energía de crecimiento, confianza.

v      El vestirse rojo, naranja, amarillo: Aportan fuerza, energía, el rojo es para que nos presten atención y para mejoras laborales, entrevistas importantes.

v      El vestirse negros y azules: Colores fríos que atemperan el entusiasmo y su exceso, son efectivos en días bochornosos, o cuando haya mucha carga de trabajo.

v      El vestirse blanco: Reafirma la autoridad, si lo combinas con un broche de oro y plata aumenta el poder de tu aura.

Y ya que estamos hablando de lograr el hogar que siempre soñaste, ¿has pensado en el feng shui?
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