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Amores prohibidos

Hay relaciones que están mal vistas por el común de las personas, pero a su vez son cada vez más los que se atreven a romper esos tabúes…

El amor no se elige, llega cuando uno menos lo espera. Pero
existen amores condenados por la sociedad, amores prohibidos.

El
novio de la mejor amiga, el primo, el paciente que se enamora de su médico, el
padre de una amiga, etc. son algunos casos condenables por el entorno que rodea
a esa persona que cayó en la “trampa” del amor.

Pero en
realidad estos amores “prohibidos” no se resignan ni se terminan por el castigo
social que existe, todo lo contrario, tratan de seguir adelante y crecer contra
todo lo que se le cruce en el camino. Lo que sienten sus protagonistas es una
mirada social que los discrimina y los acusa como culpables. Por eso estos
amores deben tener una doble pelea: primero contra el desgaste común de
cualquier relación y segundo contra todo el círculo que los rodea que califica
a esa relación como un tema tabú.

En
todas las sociedades existe el tabú del incesto, a partir de esta prohibición
son las propias personas las que se cohesionan, las que se autocensuran y
determinan lo que está bien y lo que está mal.

Estas
prohibiciones se dan mayormente por tres aspectos: el económico, el religioso y
sobre todo el social. Y además son los que determinan la ética de la persona
que comete semejante “pecado”.

En
todos estos casos siempre se aducen orígenes culturales (además de los
biológicos en caso de amor entre parientes). Las reglas sexuales también son
producto de la cultura de un pueblo. En la naturaleza no hay prohibiciones, son
las propias sociedades las que imparten pautas de existencia. Y la violación de
esas reglas produce una condena social en términos afectivos.

A pesar de todo, muchas parejas llegan
a florecer y terminan una historia que empezó mal vista por el resto. La mayor
complicación para los demás era en un momento dado el tema de la diferencia de
edad. Pero con el paso del tiempo esto se fue revirtiendo y aparecieron otros
motivos para cuestionar el amor.

El
problema es que estos amores suelen dividir a las personas que rodean a esa
pareja en dos: los que aceptan la relación y los que no. Por eso muchas veces
el grupo que estaba formado y era estable, se desacomoda cambiando todas las
relaciones preexistentes.

Las
personas viven tironeadas por obedecer las leyes implícitas de la sociedad en
la que habitan y por eso someten sus instintos en muchas oportunidades. Pero
hay muchas personas que se animan a vivir experiencias nuevas  y se inmiscuyen en historias que están mal
vistas por el resto de la gente. 

AMOR
ENTRE PARIENTES

A pesar
de que esté mal visto el amor entre personas del mismo apellido o de la misma
sangre familiar, la ley no prohíbe el casamiento entre familiares.  Lo que sí existe es una culpa y un cargo
moral por hacer “algo prohibido”.

Al
revés de los demás tabúes el casamiento entre primos, por ejemplo, antes era
bien visto por las antiguas sociedades, luego se fue revirtiendo este fenómeno
hasta llegar al día de la fecha casi como un “pecado”. Todo comenzó a darse por
temor a los problemas genéticos de los hijos de estas uniones. Pero lo único a
lo que se le puede temer es que cuando hay una unión entre  consanguíneos es que existe un mayor riesgo
a contraer enfermedades genéticas. Igualmente estas enfermedades dependen del
tipo de comunidades donde vivan y de la frecuencia de los problemas genéticos
que se den en ellas. Lo único que establece esto es que una ley biológica es
mucho más fuerte que la moral, ya que una ley moral puede ser modificada pero
una biológica no. La relación entre primos puede aumentar el riesgo de contraer
enfermedades para los hijos, pero son solo posibilidades. Lo mismo puede pasar
en el caso de dos personas diabéticas aunque no tengan parentesco alguno.

También
dependerá del apoyo del entorno familiar. Muchas veces la negativa de éstos
puede hacer peligrar la relación. Por eso se dan muchos casos, sobre todo en
edad adolescente, en los cuales la relación permanece a escondidas para el
resto de la familia, y así puede durar por años sin llegar a legalizar nada.

Otros
casos se pueden dar por el engaño de un familiar. Acá más que el tabú está el
tema de la traición, sentirse herido por alguien que uno quería mucho como
puede ser su mejor amigo o su hermano.

¿QUÉ
DICE LA PSICOLOGÍA?

Los
psicoanalistas no terminan en ponerse de acuerdo. Para algunos la palabra
“amor” le quedaría grande para este tipo de relaciones. Aducen que sólo se
trata de deseo sexual y de ganas de romper con las reglas preestablecidas.

En la
vereda opuesta los psicólogos dicen que es muy difícil definir qué es amor.
Freud definió que todo enamoramiento “es enamoramiento de una imagen de sí
mismo devuelta por otra persona”. 

Todas las producciones humanas están
definidas por la relación amor-odio y esas relaciones pueden llegar a ser muy
complejas. 
Por eso aunque una relación caiga dentro de un tabú no por eso
significa que no es amor.

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