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Actividad física: cómo vencer a las excusas y el aburrimiento

En esta nota, le presentamos diez consejos para poder ganarle al desgano antes de comenzar una rutina de entrenamientos, antes de que éste le gane a usted.

Sí, es muy común. Usted se prometió a sí mismo que realizaría gimnasia cuatro veces a la semana, pero, con suerte, solo lo hizo dos veces.

O usted planeaba ir al gimnasio a las cinco, pero siguió pegado a la TV, y ahora la calle está demasiado oscura. De hecho, usted estaría comenzando ahora, si no fuera por que se siente un poco cansado, el ejercicio es demasiado largo, y no puede, simplemente, encontrar sus zapatillas.

Esta clase de excusas no serían un gran problema si solo se las utilizara de vez en cuando. Sin embargo, si se convierten en un hábito regular, pueden interferir seriamente con sus metas de entrenamiento. De esta forma, pedimos a profesionales del deporte, que no acerquen ciertos consejo oportunos sobre el tema. Ponga entonces a funcionar las estrategias que se describen a continuación y… COMIENCE.

  1. Fíjese objetivos concretos

Es posible que usted piense que debe concretar sus objetivos cuanto antes, pero si no está en forma, no llegará muy lejos. ¿Está buscando lograr mayor resistencia, tener una mayor musculatura, perder el exceso de grasa en su cuerpo, para lograr así reducir su peso, y ser mejor en los deportes?

Muy bien, pero mejor fíjese metas específicas que pueda llegar a alcanzar en un lapso de tiempo concreto. Por ejemplo, en vez de pensar en “lograr un abdomen más reducido”, debe pensar en “hacer cincuenta abdominales todas las mañanas, entre las 10 y las 11”. Si sus objetivos son demasiado altos y poco realistas, perderá pronto el interés.

  1. Cambie su programa de entrenamiento regular

Si hace las mismas cosas, durante mucho tiempo, se empezará a hartar, y se aburrirá más fácilmente. Un programa de ejercicios, necesita ser actualizado regularmente, para evitar su deterioro.

Otra razón para cambiar su rutina de entrenamientos, es que los músculos empiezan a lograr una mayor resistencia, y, por consiguiente, los ejercicios ya no son tan efectivos. Lo ideal es combinar días de ejercicios “duros”, y días de ejercicios “fáciles”.

  1. Fije un horario en firme

Anote sus horarios de entrenamiento en un libro o calendario, y apéguese a ellos como a cualquier otra cita. Si usted se fija a una rutina de días y horarios, será mucho más probable que la cumpla.

Pero si por el contrario dice, voy a ejercitar cuando tenga tiempo, es posible que nunca lo encuentre. Si le resulta complicado llevar esta rutina, tal vez no sea el mejor momento para iniciarse en sus ejercicios.

  1. Consiga un compañero

Existe una simple razón de esta acertada regla: Si usted planea igualar o superar a alguien haciendo gimnasia, también se superará asimismo.

No es necesario que ustedes trabajen juntos en los ejercicios, pero saber que alguien lo está acompañando en su esfuerzo, ayuda siempre a incentivarse. Su socio debe estar en un nivel de aptitud muy similar, de modo que usted no se sienta intimidado al compartir los ejercicios, o bien necesite disminuir su entrenamiento para que éste lo pueda alcanzarlo.

  1. Recompénsese a usted mismo

Los beneficios de sus esfuerzos pueden llevar tiempo antes de ser vistos, por lo que debería otorgarse premios más inmediatos. Como cuando éramos chicos y nos decían “si tomas la sopa, vas a tener el postre”, este contrato con sí mismo, debería tener premios similares. Si las recompensas son bastante buenas, se sorprenderá de ver cómo se esfuerza para lograrlas.

  1. Pruebe con el compromiso de los “cinco minutos”

Si simplemente no le gusta trabajar más de lo que había pensado, ejercite durante unos cinco minutos, salvo que, al finalizar, desee continuar. La mayor parte de las veces, usted seguirá su entrenamiento, pero sabiendo que éste ya ha concluido, y está en “tiempo extra”.

El secreto de esta regla, consiste en que una de las partes más difíciles del ejercicio, es comenzar a hacerlo, algo que se simplifica si se piensa que sólo serán “cinco minutos”.

  1. Motívese usted mismo

Si ha estado saltando entrenamientos, necesitaría recordar las razones que lo llevaron, en un principio, a comenzar su ejercicio. Una sesión de gimnasia incumplida, no es el fin del mundo, y se puede retomar sin mayores problemas.

Sin embargo, dos o más sesiones incumplidas, tienen que llevarlo a repreguntarse por qué las está evitando. Entonces, reevalúe cuales son las cosas importantes para usted, y concéntrese en todas las ventajas y cuestiones positivas.

  1. Prepárese para tener éxito

Incluso si usted ha tenido problemas en el pasado, dígase a sí mismo que esta vez sí logrará cumplir sus metas. Si piensa que podría fallar en un programa de ejercicios, trabajar mal por el simple hecho de haber encontrado una excusa.

9. Consiga su propia "identidad del ejercicio"

Su concepto de sí mismo como atleta, puede motivarse si las personas lo alientan a ser activo, y usted tiene el gusto de oír sus comentarios.

Comience a verse como un profesional. Agrúpese con un equipo deportivo, reúnase con gente trabajadora, vístase con la ropa del deporte que práctica, y podrá apreciar su propio progreso. Así, comenzará a tomar su entrenamiento, como una parte integral de su vida.

10. Desenchúfese de los problemas

Aquellas personas muy concentradas en sus problemas, tienden a poseer altos niveles de ansiedad, por lo que pueden sumar como una preocupación el cumplir con una rutina de entrenamientos, lo cual solo les agregará a la presión.

Cuando se conflictúa por no haber realizado las sesiones que había programado, el ejercicio puede comenzar a parecerse a una tarea odiosa. En su lugar, debería concentrarse en disfrutar de su entrenamiento, sin imponerse mayores exigencias.

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