Pollo asado al perfume de cava   Pollo asado al perfume de cava
Una deliciosa receta de pollo asado, acompañada de una anécdota divertida y didáctica
 

 

 

 

Lluis, levanta el ánimo 

Lluis, cocinero de base, estaba como siempre muy malhumorado, contestaba muy mal a sus compañeros de trabajo sin razón alguna, voceaba fuertemente por la cocina, cosa que a mí, desde siempre los gritos nunca me han gustado.

Víctor el cocinero segundo, intentó calmarlo sin éxito cuando el ordenaba de muy mala manera, a Jorge, su ayudante para que trajera unas latas de conserva de la despensa ubicada en el semi sótano.

Yo, como responsable de aquella gran cocina no podía consentir aquella situación y me dirigí de buenas maneras hacia ella. 

-Estoy totalmente convencido, que nuestra alegría y paz interior, depende no solo de lo que somos, tenemos o estamos, si no de nuestra actitud mental en un ochenta por ciento.

En vez de poner mas leña al fuego de nuestro estado de animo que puede ser causa por distintos motivos, debemos solucionar el problema sin añadiduras negativas por nuestra parte y si, intentando arreglar de raíz, la causa que puede ser grave o a veces sin hacer tampoco de ella de un  minúsculo grano de arena un carro lleno- 

-Gracias Joan por esta explicación  que tanto me ha ayudado- Me contestó Lluis y es que en el fondo era muy buna persona pero siempre hacía de pequeños problemas culinarios grandes tempestades. Su falta de empuje y pesimismo constante, hacia que todo lo viera oscuro sin serlo. 

Y hoy……

Pollo asado buenísimo al perfume de cava
 

Untaremos un pollo de un kg y ¼  con bastante manteca de cerdo por dentro y por fuera.

Introduciremos ½ limón en su cavidad junto con 6 dientes de ajo sin pelar, 1 rama de tomillo que no sea muy pequeña y 2 butifarras (estas, quedarán secas al final ya que el pollo necesitará una hora y media bien mas o menos o hasta que la carne del propio pollo veamos que se desprende del hueso)

Lo pondremos a 190 grados con el horno sin precalentar, es decir, abriremos la temperatura en el mismo momento de introducirlo dentro para que así se haga poco a poco desde un principio.

Cada quince minutos, lo iremos rociando con cava brut pero que sea de calidad no uno cualquiera y dándole la vuelta cada media hora para que se haga de manera uniforme ¡Veréis que bueno!

Por Joan Villaró
Chef – Escuela de Cocina y Postres Vivencias Gastronómicas
www.joanvillaro.e.telefonica.net

 

 
 
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