Es interesante destacar cuán fácil puedes convertirte en una víctima del
chismorreo, así que procura ser siempre precavido en cuanto a lo que dices a los
demás y en lo referente a tus actividades extracurriculares —ya sea que
involucren a otros compañeros del trabajo o no—.
Tu “persona profesional” se encuentra en peligro, así que presta atención tus
excesos de fin de semana —sobre todo cuando alguien pueda estar espiándote—;
mantén la boca cerrada acerca de tu nueva búsqueda laboral o de las dificultades
que tienes con tu jefe, y recuerda mantener una conducta profesional en todas
tus conversaciones.
Asimismo, aprende a poner en duda todo lo que llega a tus oídos,
independientemente de la fuente de procedencia. Los chismes de oficina suelen
proceder de terceras fuentes, por lo que suelen venir cargados de
interpretaciones y aspectos subjetivos que adornan la historia original y la
alejan definitivamente de la verdad.
Los chismes a tu servicio
Por lo general, deberás usar la discreción y evitar involucrarte en los
chismorreos de oficina. Existe, no obstante, una excepción: la de aproximarse al
circuito de chismorreos de la oficina como un conducto de noticias e
información. Si lo haces cuidadosamente, puedes obtener tus beneficios. Por
ejemplo:
-
Acerca de la empresa: usa los chismes de oficina para enterarte de los
proyectos que están por venir y que pueden ser de tu interés. Asimismo,
conoce las posibilidades de ascensos.
-
Acerca de jefes y ejecutivos: utiliza los chismes de oficina para conocer
ciertos rasgos de la personalidad o intereses que pueden ayudarte a
relacionarte con estas personas a la hora de presentar una idea, o para
tener algo de qué hablar cuando te encuentres a solas con ellos en
determinadas circunstancias. Simplemente procura no ser demasiado obvio.
-
Acerca de tus logros: utiliza los chismes de oficina para soltar información
sutil sobre algo que te hace sentir orgulloso, de modo que tus logros
alcancen las orejas adecuadas. Una vez más, recuerda que la sutileza es la
clave —no querrás que ciertas personas interpreten esto como que estás
alardeando—.
Charla de café
Es algo naif pensar que una oficina que emplea personas adultas funcionará como
si estuviera manejada por personas adultas. Somos personas, y nos gustan las
buenas historias, y buena parte de nosotros nunca consigue dejar atrás a ese
adolescente que necesita hablar de los demás. Cuando exploramos las motivaciones
del chismorreo en la oficina, podemos encontrar personas con la autoestima baja
y con deseos latentes de vender a cualquiera. Y lo harán en la primera
oportunidad que tengan.
Por su parte, las personas exitosas se alejarán de los chismorreos. Ellas
practican la discreción y ganan la confianza de los demás, en buena parte
gracias a mantenerse alejadas de estos entuertos. En consecuencia, prueba ser
mejor que los demás y aléjate de las innecesarias charlas de café.