El gato

Intrigante y fascinante, son dos términos que pueden describir al gato. Como es
de esperar, hay mucho más por conocer.

Al parecer, hay dos campos de percepción
extrasensorial en los que los gatos parecen tener facultades superiores e
inexplicables.

Por un lado, el sentido de la orientación, mediante el cual un
gato puede encontrar el rumbo y llegar a destino aún estando en lugares que
nunca ha visitado.

Por el otro, la precognición que les permite anticipar hechos
y ponerse a resguardo, ayudando incluso a sus dueños.

Es posible que esto se
deba a que los gatos puedan poseer una sensibilidad auditiva especial que les
permita detectar movimientos o ruidos provenientes del interior de la tierra.

El rol de protector es uno de los grandes secretos de los gatos: avisando ,
defendiendo o velando junto a un enfermo, pueden ser preventivos, grandes
defensores y hasta cumplir con un papel terapéutico.

Se dice que el perro es
afín al amo y el gato al hogar, pero no es del todo cierto: se conocen casos de
gatos que han recorrido cientos de kilómetros durante semanas, para reunirse con
sus humanos queridos, en una demostración de su notable instinto y de ese
vínculo extraordinario que los une con el hombre.

En estos casos admirables, se
pone a prueba la mítica capacidad de supervivencia que demuestran, aun en
condiciones críticas. 

El gato se domesticó  en el antiguo Egipto, donde en un
comienzo se lo utilizaba para probar si una comida estaba envenenada o no.

Después, su gran rol como exterminador de ratas los hizo amigos del hombre,
siendo incluso protegidos por las leyes en la Gales del siglo X. Su presencia en
las narraciones de todos los países le hace justicia a este compañero misterioso
e incondicional.

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