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Las tres claves del orgasmo femenino

El deseo, la erección y la lubricación vaginal, son los tres factores principales para la llegada al orgasmo en la mujer. En esta nota, la descripción de cada uno de ellos, así como las soluciones para cualquier problema que se pueda presentar


Los problemas sexuales de las mujeres son algo más difíciles de entender que el
de los hombres. 


La principal dificultad señalada por los hombres, es el hecho de
no poder conseguir o mantener una erección; pero una vez que se produce la
erección, el orgasmo suele surgir sin mayores dificultades. 


En cambio, en las
mujeres, hay tres etapas que se deben ser completadas antes de poder
llegar al
orgasmo:
deseo (o libido), excitación (o erección) y humedad (lubricación) de
los órganos genitales. Consideraremos cada uno de estos aspecto punto por punto.


Hasta dos tercios de las mujeres en pareja no ha podido lograr excitarse o
llegar a un orgasmo, por lo menos en alguna ocasión. Las mujeres pueden tener
estos problemas en cualquier momento de su vida sexual, aunque los señalan con
menor frecuencia a medida que envejecen, justo al revés de lo que sucede con los
hombres.

Deseo

Un
reciente estudio realizado en los Estados Unidos demostró que la "falta de
interés sexual" era el mayor problema sexual en las mujeres, siendo señalado por
casi la tercera parte de las mujeres de entre 40 y 60 años con dificultades
sexuales, algo que era menos común que en las mujeres más jóvenes examinadas,
lo que sugiere que el interés vuelve una vez que pasan los años de maternidad. 


Por supuesto, el interés en el sexo depende en gran medida de la disponibilidad
de pareja, lo que puede ser un problema importante en las mujeres mayores.

La
falta de deseo o interés en el sexo, responde a varios factores, como
enfermedades orgánicas,
preocupaciones, estrés, agotamiento, o abuso de
sustancias químicas.

Si una mujer ha perdido (o nunca tuvo) la capacidad de
elaborar fantasías o deseos sexuales, su pareja podría ayudarle de varias
formas, mediante el habla, la comunicación, las caricias, los mimos, la
paciencia, y las sugerencias de distintos tipos de relaciones. 

También podría recurrir a los suplementos hormonales (estrógeno y/o testosterona) o concurrir a un
tratamiento con un psicoanalista o terapeuta sexual; pero, siempre, lo primero que
deben hacer estas mujeres es ver a su médico de cabecera o ginecólogo.

Erección

La
falta de erección en el clítoris puede surgir incluso cuando el deseo está
presente. El proceso de erección del clítoris tiene que ver con un mayor flujo
de sangre hacia la pelvis, lo que produce congestión en la vagina, el útero y
el clítoris. 

La vagina se expande y alarga, y el clítoris tiene una
mini-erección, similar a la del hombre, aunque, por supuesto, en una escala
mucho más pequeña. El creciente flujo de sangre hacia la vagina, causa una secreción
mucosa clara, que hace del coito un acto más sencillo y
sin dolor. 

Si la pareja de la mujer apresura las cosas, podría intentar realizar
la penetración antes de que los órganos de la mujer "estén preparados", lo que
la podría conducir a más dolor, y, de esta forma, a mayores fallas en la
erección.

Lubricación

La
causa más común de problemas sexuales en las mujeres después de la menopausia,
tiene que ver con una falta de lubricación adecuada. 

Con la edad, la pared
vaginal se hace más rígida y menos elástica. Esta dificultad se puede empeorar
por cierto desórdenes tales como la diabetes, la tensión arterial alta, la
radioterapia para los tumores pélvicos, o el uso de drogas anti-estrógeno en el
tratamiento contra el cáncer de pecho. 

La misma saliva es el lubricante más
natural que puede ser utilizado, pero la vaselina y la jalea K-Y son también
muy buenos sustitutos. Sin embargo, es mejor tratar la causa de la sequedad
vaginal. 

Esto puede implicar a veces el uso de cremas
con estrógenos o
testosterona vaginal, o incluso estrógenos orales.

A veces, los supositorios
vaginales con vitamina E también son muy eficaces. La sequedad y la pérdida de
elasticidad vaginal en las mujeres mayores es menos severa si se tienen
relaciones sexuales más frecuentes (otro ejemplo del conocido "úselo o
piérdalo"…).


Recientemente, se ha podido observar un mayor interés en el uso de medicaciones
para aumentar la erección, y varios productos están bajo ensayo
clínico. Aunque todavía no hay resultados concretos disponibles, parecería ser
que las mismas drogas que actúan en la disfunción eréctil (DE)
en los hombres, también ayudaría a la erección y la lubricación vaginal en las
mujeres. 


Como sucede con los hombres, existen muchos medios de aumentar el flujo
de sangre a los órganos pélvicos, por lo que es probable que algunas de estas
nuevas drogas experimentales sean muy provechosas para las mujeres mayores.

Orgasmo

El
orgasmo es un acontecimiento bastante “automático” para los hombres, una vez que
se alcanza cierto grado de estímulo, y de hecho el orgasmo y la eyaculación no
se pueden llevar fácilmente a cabo sin la presencia de alguno de los mismos. 

Sin
embargo, cerca de una de cada cuatro mujeres con problemas sexuales, afirma que no
tienen orgasmos. Obviamente, si el deseo está ausente y no
hay erección, el orgasmo no le seguirá a este fallido proceso. Incluso llevando
a cabo aceptablemente algunas de estas primeras etapas, algunas mujeres podrían
todavía no llegar a tener un orgasmo.


Una causa común de estos trastornos es el uso de medicaciones antidepresivas,
incluyendo las drogas más nuevas de esta clase. Otra causa es el dolor durante
el coito (llamado dispareunia), que puede, en sí mismo, tener varias causas,
como la carencia de erección y lubricación vaginal adecuada, infecciones
vaginales, etcétera.

La
mayoría de las mujeres aprende a alcanzar un orgasmo después de haber comenzado a
ser sexualmente activas, y a menudo, y en un principio, mediante la
masturbación. Por ello, los terapeutas sexuales que tratan a las mujeres
maduras que no pueden alcanzar un orgasmo, creen que las mismas deben comenzar a
practicar mediante la masturbación. 

De esta forma, pueden aprender qué presiones
y ritmos son necesarios para llegar al orgasmo. Una vez que hayan aprendido a
alcanzarlo más fácilmente, entonces podrán mostrarle a su pareja qué es
exactamente lo qué necesita para "lograr que venga".

Esto también requiere la
total cooperación de la pareja, que debe llevar adecuadamente a la mujer a
través de las distintas etapas del deseo, la erección, la lubricación, y
finalmente, el orgasmo.

Dos extraños
problemas


“Vaginismo” es un término dado a un raro pero muy molesto trastorno que surge
cuando los músculos alrededor de la apertura de la vagina, se contraen
firmemente cuando se inserta algún objeto, como el pene, dedo, o tampón.

Se
observa generalmente en las mujeres más jóvenes, y se asocia a menudo a
condiciones emocionales. Las terapias sexuales son a menudo muy efectivas para
tratar el vaginismo.


Otra rara condición que puede afectar a las mujeres que han experimentado un
sexo forzado, como violación o incesto, se denomina desorden sexual de aversión,
y es una forma extrema de frigidez. La paciente siempre tratará de evitar
cualquier forma de contacto sexual. El tratamiento para esta condición requiere
generalmente de una psicoterapia intensa y terapia sexual.

En resumen…


Los problemas sexuales en las mujeres de todas las edades son más a menudo más
"psicológicos" que "físicos". Sin embargo, el clima más liberal que existe hoy
en día, permite que muchas mujeres puedan hablar abiertamente de las
maneras de realizar sus fantasías sexuales, lo cual puede ayudarlas mucho a mejorar
su vida sexual, y conseguir comenzar a poner las cosas en el camino correcto. 


La
pareja de la mujer tiene también un papel muy importante en poder generar ese
deseo, seguido por la erección, lo cual se produce en una atmósfera lenta y
relajada de intimidad, confianza mutua, y cuidado. Las dificultades con respecto
a la erección serán muy probablemente asistidas en el futuro cercano por algunas
de las varias medicaciones que se encuentran bajo desarrollo.


Después de aceptar y reconocer que se tiene dificultades para lograr el orgasmo, las mujeres deben, en primer lugar, consultar a su médico de cabecera o
ginecólogo, para cerciorarse de que no existe ningún problema orgánico. 


Y en última instancia, puede ser
necesaria una terapia sexual, para proporcionar un consejo eficaz a ambos
miembros de la pareja sobre cómo tomar el camino correcto para atravesar
estas tres etapas y poder llegar al mejor de los orgasmos.

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