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Como ser una buena madrastra

Ideas para mejorar la relación con los hijos de tu pareja


Convivir
con una pareja que ya ha tenido hijos no es tarea sencilla. Ser madre es una
ardua tarea y la relación con los hijos se construye día a día.

Toda etapa que
genera cambios moviliza la relación entre padres e hijos y esta situación se
potencia mucho más si los hijos no son de ambos.

“Estar a la defensiva, tener
siempre algo que criticar o la poca tolerancia son algunos de los ingredientes
que se manifiestan entre los hijos y la esposa del padre de ellos que siempre en
primera instancia es juzgada y considerada la extraña o la usurpadora
”,
sostiene la psicóloga argentina Marisa Camino.

Depende
mucho de la edad de los hijos para saber cómo enfrentar la situación. “No es
lo mismo tratar a un niño pequeño que a un adolescente o ya una persona que es
adulta
”, sostiene la profesional.

La mujer que ahora aparece en la vida
de esta familia destruye con el mito que todo hijo tiene de ver recompuesta la
relación entre los padres.

Por tal motivo, aunque esté ajena a esta realidad y
no tenga la culpa de nada, al principio siempre será vista como la peor de las
personas
”, reflexiona la experta.

Algunos
consejos que mejoran la relación con los hijos de tu pareja

·
Aceptación: se debe entender que la pareja tiene hijos. Es un hecho que no se
puede modificar y cuanto antes la mujer se acostumbre a la idea, más fácil será
la transición. Sobre todo si la convivencia con los hijos es diaria.

·
Dejarle las cosas claras desde el principio: si no se toma la iniciativa de
hablar con el niño o niña y explicarle según sea su edad cómo será la relación a
partir de ese momento, ya luego es muy difícil lograr mantener un ambiente
cordial.

Nadie puede obligar a querer a nadie, pero sí se debe poder mantener un
respeto mutuo. Hay que dejar en claro que lejos se está de querer reemplazar a
la madre y que la convivencia entre ambos debe basarse en el respeto y la
tolerancia.

·
Permanecer tranquila: los niños pueden ser crueles y rebeldes, sobre todo los
más pequeños y los adolescentes.

No perder la calma antes situaciones
estresantes ya que lo que muchos niños pretenden es desestabilizar la pareja y
la relación entre sus miembros.

·
Poner límites con suavidad: los niños aunque no sean propios si conviven de
manera diaria o los días que pase en casa deben respetar ciertas normas y tener
obligaciones.

Imponerlas con delicadeza como se haría con los propios hijos es
altamente necesario para que la convivencia funcione. Ellos deben entender y no
escudarse en el hecho de que la madre no está presente para hacer lo que
quieran.

·
Interés: siempre y cuando sea genuino, no hay nada mejor que pasar tiempo con
ellos y demostrar interés y preocupación por sus cosas.

Acompañarlos al colegio,
saber quiénes son sus amigos, qué gustos tienen son maneras de acercar y
entibiar una relación que sin duda lo necesita.

·
Tiempo: si se pueden poner en práctica los consejos anteriores, sólo restará
sentarse a esperar que el tiempo haga el resto.

De a poco las relaciones se irán
acomodando y de ambas partes se podrán apreciar los progresos y logros
adquiridos.

La unión familiar es lo único que hará que estos niños sientan a la
mujer de su padre como una verdadera compañera y amiga que solamente quiere el
bienestar de la familia y que no ha venido a usurpar el territorio de nadie.