Doctor   Consejos para viajar con pre-teens
Secretos para que los pre-teens tengan buena predisposición y disfruten de los viajes tanto como sus padres...
 

 

 

 

Ya estamos de viaje

Ayuda a tus hijos a contactarse con los chicos locales de su propia edad. Llévalos a ver y a participar de algunas de las actividades más interesantes del destino de tu viaje, como puede ser el patinaje en Trocadero –París-. En los climas cálidos, los chicos pueden pasar el tiempo y distenderse en los parques, hasta bien tarde en la noche.  

Al hospedarte en pequeñas pensiones o casas de huéspedes, será más fácil que te conectes con otras familias en viaje. Los pequeños pubs en Gran Bretaña e Irlanda admiten chicos y están llenos de oportunidades sociales amistosas. Muchas veces, los niños se quedan jugando al pool o a los dardos mientras sus padres disfrutan de unos buenos tragos. 

Los chicos, asimismo, podrán ir recogiendo los e-mails de los amigos que hagan a lo largo de todas las vacaciones. En caso de que llegaran a extrañar a sus compañeros de la escuela, sería bueno que les facilites el acceso a Internet a través de cybercafés, de modo que puedan escribirse a través del correo electrónico o el mensajero instantáneo. Puedes sentarte en un café o en una heladería mientras dejas que tus hijos crucen a la vereda de enfrente y vayan al cybercafé.    

Al viajar con chicos pequeños, la cuna, el cochecito, y los pañales destruyen cualquier posibilidad de verdadera movilidad. Pero las vacaciones con chicos más grandes, de edad preadolescente, te permitirán desplazarte libremente. Ellos, además, podrán –y deberán- llevar su propio equipaje.  

Deja bien en claro, antes de salir, las consecuencias del exceso de equipaje, y diles que tú no llevarás otra cosa más que tus propios trastes. Ayúdales a empacar sábanas, abrigos, ropas –fíjate que estén limpias-, y un buen par de zapatos robustos.  

Lleva un bolso diario de fácil acceso para el auto e insiste en que los chicos lo usen para mantener el desorden bajo control. Llena el auto de snacks, agua y otros comestibles deseados. Aunque el tren podrá ser más llevadero con chicos grandes, siempre será preferible realizar el viaje en auto.  

De este modo, podrás gozar de los beneficios del viaje puerta a puerta y, además, tendrás la posibilidad de ser un poco más osado en cuanto a que podrás arriesgarte a llegar a los destinos sin reservaciones y comenzar a buscar el mejor precio. 

Una buena opción será delegar las responsabilidades del copiloto a los chicos. Ayudar a manejar a papá a través de un pueblo desconocido siguiendo el mapa o ayudar a la familia a regresar al hotel pueden ser excelentes maneras de construir confianza. 

Algunas paradas ocasionales en casas de comidas rápidas servirán para hacer más llevaderos los viajes. En un pequeño pueblo, cuando los chicos comiencen a impacientarse, permíteles que elijan el lugar de la cena. Llevar celulares o proveer a tus hijos de teléfonos celulares les dará más libertar para vagar libremente.       

La mayoría de los hoteles tienen grandes habitaciones familiares. Es necesario que conozcas las frases necesarias para comunicar tus necesidades. Siempre es conveniente rentar dos habitaciones para una familia tipo de cuatro personas; una doble –con cama matrimonial- y otra con camas gemelas –dos camas pequeñas iguales-.  

En muchos lugares, una cama doble estará compuesta por dos simples puestas juntas. Éstas pueden separarse fácilmente si los chicos quieren. 

Asimismo, las familias pueden hospedarse en hosterías con precios muy convenientes. Lo mejor de estos albergues es que tienen cocinas en las que las familias pueden hacer su propia comida, comprando los ingredientes necesarios en los comercios vecinos...     

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