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¿Vago o procrastinador?

Hay quienes retardan las cosas por un trastorno psicológico llamado procrastinación, y hay quienes simplemente son un poco vagos. ¿Cuáles son las diferencias y cómo superar estos estados?


A simple vista pueden parecer dos conductas similares, pero no lo son. “El
que procrastina lo que hace es dejar para mañana las tareas a ejecutar. Tarde,
pero las cumple.

El vago
no las hace ni tiene intención jamás de llevarlas a
cabo. Si el procrastinado no termina de hacer nunca esas
labores y vive
postergándolas se convierte en vago
”, comenta la psicóloga española Rosa Paz
Triviño.


Procrastinadores:


Perfil de quien retarda las cosas:

·
Aplaza constantemente las consultas médicas

·
Se la pasa buscando trabajos, pero no asiste a las entrevistas

·
Posterga
obligaciones: estudio, encuentros importantes o incluso citas amorosas

·
Viven de las excusas para no terminar con las obligaciones

·
Nunca asumen la conducta que están teniendo y se escudan en que tiene muchas
tareas y que ni pueden con todas ellas en un mismo día. 


Quienes retrasan todo son “personas con un déficit importante de estímulo.
Todo les da igual. No sienten emoción por nada y son muy apáticos. Hacen todo
con la misma energía entonces, cuando se sienten cansados deciden abandonar lo
que están llevando a cabo hasta el día o semana siguientes”
, opina la
Licenciada.


Posibles causas de la procrastinación

·
Escasa motivación en las tareas a desarrollar

·
Inseguridad. Para estas personas es mejor no hacer algo por miedo a hacerlo mal

·
Exceso de confianza. También se puede pensar que posterga es quien está tan
seguro de lo fácil que es lo que tiene pendiente que decide dejarlo para último
momento.

·
Prefieren dejar aquello que es difícil porque costará mucho esfuerzo
desarrollarlo


Vagos:


Aquel que es vago comparte algunos rasgos. “La falta de estímulo es el lazo
en común. Esta clase de personas no logran despegarse del vicio de no hacer nada
y se niegan mediante toda clase de excusas a llevar a cabo las acciones.

Esta actitud la tienen para todos los aspectos de la vida. En el estudio y en
el trabajo se pone en evidencia esta fase de la personalidad. Cuesta mucho
hacerlos poner en marcha ya que como los procrastinadores, encuentran excusas
para todo, incluso para lo que no genera un conflicto
”, argumenta Triviño. 


Perfil del perezoso:

·
Tiene por costumbre levantarse muy tarde aunque tenga obligaciones

·
Se la pasa todo el día haciendo cosas superficiales en las que no se involucra
el intelecto

·
Sienten pereza por el estudio, por el trabajo (si es que lo tienen), hasta por
hacerse la comida ellos mismos.

·
No conocen de obligaciones ni responsabilidades 


Las características del vago son mucho peores que las de quien retrasa, pero
hace las tareas. “El vago es lo más parecido a un parásito. Casi nunca vive
solo porque no podría mantenerse ya que le cuesta muchísimo hacer y mantener un
hogar en condiciones.

Siempre espera que sea otro el que asuma sus cargas. Se ve mucho en
adolescentes y jóvenes que todavía esperan que los padres les den todo servido.

 El problema con esta conducta está en que un adolescente vago será un adulto
vago, así que hay que acostumbrar de pequeños a los hijos a que tengan derechos,
pero también obligaciones que cumplir
”, finaliza diciendo la experta.


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