Corría allá por el año 3002, cuando se volvieron a encontrar y nunca
mas se dejaron.
Las tiernas miradas, las dulces caricias , los suaves besos y las
palabras mas dulces, eran el único contacto que ellos tenían.
Qué hermoso era
verlos corretear por ese maravilloso paraíso, si porque ese amor conjugaba
perfecto con el paisaje que los rodeaba, flores silvestres, mucho verde de una
amplia pradera y una pequeña cascada infaltable en este cuadro que parecía
pintado por un angel.
Los pajaritos comían de sus manos y los animalitos
correteaban con la libertad que tiene el propio viento suave.
Su hogar era así como una choza, un ranchito, un
iglú, una carpa,
que se yo algo así, donde solo se vislumbraba un brasero y unas mantas en el
suelo para dormir que se asemejaban a cueros de ovejas, arboles en la lejanía y
una pequeña montaña que dejaba aparecer detrás suyo algo que desentonaba con el
lugar. Un moderno tren.
Cada vez que ELLA lo veía asomar, corría
por un sendero y el tren
pasaba sin traer lo que tanto esperaba. Por supuesto que allí estaba EL,
consolando su angustia y calmando ese dolor.
Un día El le sugirió ir en el tren en busca de lo que tanto ELLA
quería.
Qué podía ser tan importante para hacerla sufrir en esas esperas que
se producían pocas veces en el año 3002 con la llegada de ese tren.
Así sucedió, partieron con rumbo conocido por los
dos. Llegaron a
la ciudad y como les costó tener que separarse ,apretaron fuerte sus manos, y
con un beso que prometía tanto cada uno tomó su rumbo. Casi eran un punto
cuando aún sentían sus miradas uno sobre el otro, hasta perder su figura.
Como lo habían convenido de antemano al día siguiente, con la
alegría del reencuentro retoman el pasaje en el tren , entre los arrumacos propios de su
amor y se cuentan sus experiencias .
EL le comenta en breves palabras que su
familia esta muy bien y ELLA hace lo propio contándole que atravesó la puerta de
su anterior hogar y vio a sus hijos felices a su esposo bien casado y a su
nueva compañera esperando un hijo de ellos .
Que quería tocarlo y abrazarlos y
como era lógico nadie la veía pero que había podido comprobar que podía vivir
feliz porque ellos estaban bien y además aquel amor oculto que en vida no
pudieron El y ELLA vivir en plenitud, HOY era su premio, porque ellos siempre
supieron que era un AMOR ETERNO.
Si
quieres aprender a escribir, inscríbete ahora gratis
en nuestro Taller Literario haciendo clic
aquí.