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Socorro… ¡Mi hijo empezó el secundario!

El comienzo de la secundaria es todo un desafío para padres e hijos. Para el chico, representa el inicio de su independencia, y para los padres, el inicio de su “descenso de jerarquía”. En esta nota, algunos consejos para “sobrevivir” a esta etapa.

Incluso si usted y su hijo han tenido una relación muy cercana y abierta, esté
preparado para ver muchos cambios una vez que el chico entre en el mundo de la
secundaria.

En primer lugar, su hijo encontrará una gran variedad de diversos
compañeros, y ésta  será su primera experiencia de elegir amigos fuera de los
antiguos de la primaria, o su pequeño círculo del club o el barrio. Estimule a
su hijo a hacer nuevos amigos, pero esté enterado de quiénes son estos. 

Los primeros años de la adolescencia son muy intensos y los amigos que elijan
ahora podrán ser muy importantes para su futuro. Si piensa que su niño está
metiéndose en un grupo incorrecto de amigos, antes que prohibirles juntarse con
ellos, intente dirigirlo hacia otra dirección.

Usted sabe cuales son las
actividades que su hijo disfrutará, por lo que quizás pueda sugerirle que se
inscriba en el curso de actuación, equipo de fútbol, grupo de debate, o torneo
de ajedrez de la secundaria.

Acentúe en ellos la importancia de participar en
actividades extra-curriculares. Esto les ayudará no solamente a desarrollarse
social e intelectual, sino también a aumentar sus capacidades y aptitudes
personales.

Mantener la relación abierta que tuvo alguna vez con su hijo, puede llegar a ser
muy difícil, pero sea paciente. No actúe de forma celosa, y no haga que su chico
se sienta culpable porque su vida ya no gira más alrededor de usted.

De hecho,
este es un buen momento para que comience a implicarse en varias actividades
fuera de su hogar, dando los primeros pasos de su independencia, y qué mejor
lugar que su secundaria para hacerlo.

Es
un hecho que la mayoría de los adolescentes
buscarán rebelarse. La forma en que
usted reaccione a su rebelión, será la clave para que ambos “sobrevivan” a los
años de la secundaria. Seguramente su hijo deseará discutir con usted sobre
todo, pero usted necesita escoger y elegir en que discusiones participará.

Déjele pasar las pequeñas cosas, como vestirse todo de negro para ir a la
escuela, pero manténgase firme en las cosas importantes, como no dejarlo
regresar a su hogar más tarde de la hora estipulada.

Siendo firme y no dando
lugar a ambigüedades, es posible que el chico experimente cierta bronca contra
su persona, pero lo respetará por saber que lo hace por su bien, y por saber
también que usted es un buen padre que busca cuidarlo.

Familiarícese no solo con sus amigos, sino también con sus profesores. Es muy
común que una vez que los niños vayan a la secundaria, usted pierda esa relación
cercana que tenía con los profesores de la escuela primaria.

Asegúrese de
concurrir a la escuela para conversar con cada profesor sobre la marcha de su
hijo, en el plano académico y social. Nunca sienta que los está molestando: es
su deber informarle sobre como ven el progreso de su hijo, y en que puede usted
ayudar al mismo.

Los años de la secundaria pueden ser los más difíciles para los padres y el
hijo. La clave para la “supervivencia” es la paciencia, comprensión y
entendimiento.

Seguramente recuerde cuan divertidos y a la vez sufridos fueron
sus propios años de estudiante secundario, y como se manejaron sus padres.
Mantenga su sentido del humor y piense en estos años como un momento muy
intenso, donde los problemas podrán no ser más que simples y graciosas anécdotas
en el futuro.

Recuerde, también, que su hijo
estudiante de secundaria será algún día padre de
un adolescente, y no habrá mayor satisfacción que mirar a su propio hijo
experimentar los mismos problemas que usted tienen ahora para manejar todos sus
caprichos…