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Ser lo que somos

Para Alana la vida se presentaba como un desafío, en
el que aventurándose, quizás encontraría “eso” que buscaba desde que tenía
memoria y no sabía qué era.. 

Fueron muchas las experiencias las que tuvo que vivir,
para adquirir una conciencia de que ella, estaba aquí, en la Tierra, formando
parte de su familia, y de todos los acontecimientos que ocurrían y sin embargo,
estaba segura de que ella pertenecía a otro lugar, tiempo o mundo. Pero, ¿ Cómo
era ese mundo? 

En su afán por comprender como funcionaban las cosas,
la gente y todo lo que le fue tocando vivir, desarrollo una capacidad de identificar
aquello que movía la vida de los que la rodeaban y así, por contraste, se fue
aclarando en su interior, como era ese otro mundo o tiempo del que venía y al
que quería volver. 

Conoció las
limitaciones y sufrimiento de los mas pobres y las ventajas y libertad que
aporta el no tener posesiones que resguardar, así como también las normas y
valores de éstos y los de aquellos que diseñaron las estrategias para
garantizar cómo debía funcionar  la
sociedad.  

Por contraste, en
su interior sabía que en su otro mundo y en su otro tiempo no era así.  

Esto la decidió a
estudiar una carrera de servicio social, para descubrir alternativas que
disminuyeran el sufrimiento y las limitaciones.  

Después de mucho
tiempo de trabajo, actividad y esfuerzo, llegó a conclusiones muy importantes: 

La primera fue que en este mundo, a muchas pero muchas
personas, les resulta casi imposible verse en otra situación diferente a su
pobreza, sus limitaciones y su sufrimiento, porque sienten que ellos “no
son”  y que sus posibilidades dependen
de los que “si pueden”, “si gobiernan” o “si tienen a dios”. Padecen un despojamiento
de la conexión con su mas profunda libertad interior, una desconexión con su
centro interno, con su Ser. 

Muy sorprendida
comenzó a indagar ¿ por qué sucedía esto? ¿ habían perdido la capacidad de
soñar ? ¿ no  visualizaban  otro mundo u otro tiempo en que la
realización plena era posible y que los estimulara a mejorar sus vidas ?. 

¡ Las repuestas
que encontró, fueron impactantes ! 

  • Han sido desconectados de su Ser, por
    aquellos que diseñaron los valores, las normas y las estrategias del
    funcionamiento social (políticos, educadores, religiosos, económicamente
    pudientes) y en este esquema de funcionamiento, se les  han transmitido y  transmiten a sus descendientes, este
    mismo despojamiento interior.
  • También encontró que los políticos,
    educadores, religiosos o los  económicamente pudientes, a la vez, estaban despojados de
    esta conexión, éstos sentían que “no eran”, delante de otros
    empoderados  ubicados en niveles
    considerados por ellos como, mas elevados y así seguía una cadena, de gente
    que sienten que ellos “no son”.
  • Los considerados pobres, han permitido
    esta desconexión, a cambio de sobrevivir, pensando que si no hay un ahora,
    no habrá un  después.

Los otros la han permitido, para ser aceptados y
reconocidos por aquellos a quienes valoran como “los que son más que ellos
mismos” y así poder disfrutar de los beneficios de estar más cerca de lo que
éstos representan.
 

  • Todo este sistema de pensamiento y
    sentimiento, está focalizado solo en el aquí, aparente. Es completamente
    vinculado a lo físico a lo externo.

Con este sistema
de funcionamiento, no había una salida real. No se solucionarían la pobreza o
las limitaciones realizando proyectos sociales de mejoramiento de calidad y
condiciones de vida, si no se restablecía la conexión  del ser interno en cada persona, si no se experimentaba libertad
de vivir.
 

Alana quedó
espantada de su descubrimiento y evaluando la situación concluyó que no tenía
sentido continuar el esfuerzo que venía realizando, ya que al parecer muchos padecían
del mismo mal y la única solución era liberar el problema de desconexión. ¿Que
hacer ? … y ¿ Como hacerlo ?. 

Sin la reconexión,
cualquier esfuerzo, tendería a reproducir el mismo esquema de: delegación de la
responsabilidad en otro, desconexión interna o sumisión ante el otro y no
compromiso con su esfuerzo, los resultados 
o con su vida. 

Definitivamente,
no tenía sentido seguir, pensaba que era necesario detenerse. 

Justo en el momento, en que Alana pensaba que había
que detenerse, se presentó la situación que serviría de espejo para comprender
la importancia de la libertad interior. 

Alana junto con su equipo de trabajo, habían tenido
que desplegar un gran esfuerzo para concluir un proyecto de urbanismo, en el
que realizaban la promoción del cambio social necesario para insertar una
comunidad a la red urbana, de una pequeña ciudad.  

Esta comunidad que hacía más de 20 años era invasora
de unos terrenos, las viviendas eran ranchos, carecían de los servicios básicos
y sus habitantes eran considerados conflictivos por las autoridades
institucionales.  

¡Estaba claro! Tenían 20 años luchando para atraer la
atención de los gobiernos y programas sociales para mejorar sus condiciones de
vida, sin resultado, hasta el momento en que, se había aprobado el proyecto de
urbanismo para la comunidad.
 

Sin embargo,  algo
no funcionó como Alana y su equipo esperaban.  

La institución responsable del proyecto, desde el
inicio, se había sentido amenazada con el método de trabajo asertivo-
participativo que se utilizó en la promoción y la capacitación realizada. Ellos
preferían un equipo que transmitiera mensajes de su interés, además el equipo
de Alana no podía ser identificado políticamente con ninguna tendencia política
conocida;  intentaron en variadas
ocasiones sabotear el trabajo que se realizaba, sin conseguirlo.   

Luego de año y medio
de avance, la institución comenzó
a invitar al grupo de dirigentes en formación, a varias celebraciones, regalando
cerveza, juegos, ofreciendo ayudas personalizadas para uniformes y útiles
escolares de los hijos y luego les planteó, que una vez concluida la actual
etapa de formación y organización, ellos debían aceptar que se designara a otro
equipo social que fuera de entera confianza institucional o ….  probablemente el proyecto de urbanismo se
paralizaría.  

Antes de aceptar, los dirigentes vecinales se
reunieron con el equipo de Alana y expusieron los hechos;  dijeron “ ellos son el gobierno, los que
tienen el dinero, si no aceptamos no van a hacernos las casas ”.   

Y… 

Los dirigentes comunitarios, aceptaron la propuesta
institucional. Han pasado tres años de su decisión y  aún siguen sin las viviendas y sin el urbanismo.  

Los dirigentes comunitarios cedieron para sobrevivir…
y siguen sobreviviendo, porque ya antes, habían pasado 20 años esperando que “ los
que si pueden ” les mejoraran sus condiciones de vida, sin hacer nada por
mejorarla ellos mismos. No tenían, la conexión interna que les permitiera hacer
algo, por sus vidas. Allí, el equipo de Alana, 
sembró una semilla, en un terreno en el que solo se pensaba en ceder
para sobrevivir. 

Alana sabe que la semilla ha de germinar. Ojalá sea
pronto.
 

Para ella y su
equipo, ésa fue una gran experiencia. Cada uno de los que formaron parte del
equipo, en esta experiencia, resultó  fortalecido
por lo ocurrido, porque llegaron a la conclusión de que el trabajo más
importante, no son las viviendas o los servicios,  es:  

! Recobrar la Libertad y el Coraje para SER LO
QUE SOMOS !.

Por
Noche Cósmica Azul.

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