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Reduciendo los riesgos de la bancarrota: aprendiendo del caso Enron

Cuando el año pasado se derrumbó la firma Enron, muchos de sus empleados corrieron la misma suerte, perdiendo, además de sus trabajos, cerca de mil millones de dólares en ahorros de retiro, ya que muchos de ellos habían invertido sus ganancias en acciones de la compañía, que parecía ser inmune a todo.

La
quiebra de Enron, un gigante de la comercialización
de energía, produjo mucho más que la bancarrota
corporativa más grande de la
historia de los Estados Unidos. Fue también una muestra clara de cómo las
personas que sólo invierten en las empresas para las que trabajan, quedan
totalmente atados a la suerte de las mismas

 Los
economistas y planificadores financieros, aconsejan a sus clientes
inversionistas, no poseer demasiados acciones dentro de la compañía a la que
pertenecen, por dos razones: en primer lugar, si quiebra esta empresa, podrían
perder su trabajo junto con sus ahorros, lo que sumiría también a ellos en la
bancarrota total.

Por otro lado, nunca es bueno concentrar todos sus ahorros en
un solo tipo de inversión, ya que, nuevamente, si esta fracasa, no existen
otras opciones que la compensen o la alivien.

 Existe
una tendencia, especialmente en los inversionistas principiantes, a colocar su
dinero en los mismos tipos de fondos comunes o acciones. Tal vez no sepan que al
no diversificarse, están jugando a todo o nada. La diversificación es ni más
ni menos que sinónimo de preservación de su capital.

 Por
otra parte, no alcanza con invertir en diferentes bancos o empresas, sino que
además se deben escoger categorías diversas.

Si invierte en muchas compañías
de hi-tech (tecnología de punta) su diversificación será relativa, ya
que las crisis financieras suelen darse también por rubros, (además de ser
contagiosas), con lo que, nuevamente, todos sus ahorros dependen de una situación
determinada.

Por
ejemplo, si usted invirtió en tres fondos comunes diferentes, pero cada uno de
ellos adquirió un 3 por ciento de las acciones de Ford, su suerte estaría
ligada a la de esta empresa.

 Los
expertos en inversiones aconsejan a sus inversionistas no poseer más de un 15
por ciento de sus ahorros en una acción o sector determinado.

En
algunos casos, esto se vuelve más difícil, ya que muchos empleados reciben sus
fondos de retiro de la compañía en acciones, y muchos de estos planes impiden
el intercambio de activos.

En dichos escenarios, los economistas recomiendan
averiguar si es posible invertir en otros sectores de la corporación (si esta
es un conglomerado de diversas empresas), o reducir al mínimo cualquier opción
de compra de acciones adicionales, aunque estas tengan descuentos para los
empleados.

Estadísticamente,
se ha demostrado que la gente que posee más riesgos por falta de diversificación,
es la que más acciones acumula de la compañía en que trabaja. Sin embargo, en
la mayor parte de los casos, la gran mayoría de esas acciones, habían sido
compradas por voluntad propia
, pensando que su compañía era la mas sólida
de todas.