Reconocer y aceptar que se tiene un problema no es nada sencillo. A veces pueden pasar meses o años hasta que las consecuencias de actos indebidos ponen de manifiesto que se necesita una ayuda extra para salir de un conflicto.
“El concepto de la autoayuda es antiguo. Mediante un cambio interno y espiritual, se pueden conseguir muy buenos resultados en cuanto a la eliminación de una adicción. Uno de los procesos que se ponen en marcha cuando se asiste a un grupo tiene que ver con la motivación.
A la persona se la anima para que tome responsabilidad sobre su problema y tenga la fuerza suficiente para afrontarlo y resolverlo”, comenta la psicóloga y coordinadora de dos grupos de autoayuda y de terapia en Barcelona, España, Anna Campos Salinas.
La diferencia entre grupos terapéuticos y de autoayuda es que éstos últimos no son profesionales y pueden ser guiados por personas que hayan tenido una experiencia como miembro de un grupo en el pasado y quiera transmitir su experiencia como también por profesionales. Los grupos de terapia son siempre guiados por especialistas ya sea psicólogos, sociólogos o psiquiatras.
Algunos principios fundamentales que caracterizan a los grupos de autoayuda:
1.- Responsabilidad: “Está claro que si el individuo viene obligado o no está convencido realmente de lo que le sucede, la terapia grupal no tendrá ningún tipo de éxito. Se estará perdiendo el tiempo y el conflicto seguirá su curso sin poder obtener ninguna solución. Hay que asumir lo que pasa, convencerse, reconocerlo en voz alta, liberarse de esa carga que se lleva encima y hacerse cargo”, destaca la coordinadora.
2.- Anonimato: para que cada miembro del grupo se sienta cómodo y pueda contar su historia sin ningún prejuicio, los apellidos y el estatus social de cada persona se mantiene en la intimidad.
3.- Doce pasos: cada integrante del grupo va pasando por diferentes etapas que debe cumplir. “No son momentos fáciles, pero la persona está apoyada por sus compañeros y también por un padrino o madrina que lo ayudan a transitar por este camino”, explica la especialista.
4.- Identificación: “Quizás la mayor importancia de los grupos es la fuerza que ejercen sus miembros cuando comienzan a interactuar entre sí. Todos comparten una adicción, una obsesión o un conflicto que debe ser resuelto.
La empatía que se genera es increíble e influye mucho a la hora de querer sanarse. Nadie es discriminado ni juzgado por lo que está viviendo y esto es un alivio muy importante para cada uno de los integrantes”, expresa la profesional.
En muchas circunstancias, los grupos de autoayuda son la única posibilidad de sentirse contenido, apoyado y sobre todo, comprendido. “En los casos de las personas solas, que no tienen familia ni amigos o que tienen un entorno social adverso, nada mejor que compartir un problema con gente que esté atravesando un sufrimiento similar”, finaliza diciendo Campos Salinas.
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