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Primeros auxilios para emergencias

Cómo reaccionar ante un desmayo, ataque de epilepsia o paro cardiaco. Consejos básicos para no paralizarse…

Encontrarse con urgencias no es lo más habitual, pero puede suceder en alguna oportunidad y lo mejor es estar preparado llegado el momento.

“El miedo suele paralizar a la gente y en una situación de estrés máximo no se puede reaccionar correcta ni rápidamente. Hay que mantener la calma para poder hacer lo adecuado.

No cualquiera puede pensar ante una situación desconocida y de pánico”, comenta el paramédico español Joseba Rubio. 

Consejos ante un desmayo en la calle: 

 Controlar signos vitales.

 Procurar que haya bastante aire alrededor.

 Si es una zona cerrada, abrir las ventanas

 No permitir que la gente se agolpe alrededor.

 Tumbar a la persona boca arriba, preferiblemente con los pies en alto.

 Quitar cinturón, corbata, bufandas, gorros.

 No dar de beber nada por riesgo de asfixia.

 Poner de costado al enfermo si es que hay vómito.

 Llamar rápidamente al número de emergencias. 

Consejos en caso de un ataque de epilepsia: 

 Los ataques pueden durar segundos o minutos y generalmente terminan solos.

 Acueste a la persona en el piso o en una superficie plana.

 Girar la cabeza del enfermo de manera suave para prevenir que la persona se ahogue en caso de vómito.

 Quite de su alrededor cualquier objeto con el cual la persona pueda lastimarse en el momento del ataque,

 No se debe poner nada en la boca del enfermo durante la convulsión.

 No se le debe suministrar agua o medicamentes hasta que el ataque haya cesado.

 No se deben controlar los movimientos que haga. 

Consejos de reanimación: 

 No mover a la víctima

 Si está inconsciente hay que buscarle el pulso.

 Si no respira, el método boca a boca es sencillo y muy útil en las paradas respiratorias. Tapar las fosas nasales del enfermo y acercar la boca a la de él. Taparla por completo para que no se escape el aire. Se realizan dos insuflaciones de dos segundos. Tras éstas se debe comprobar si hay pulso.

 Si no reacciona, hay que realizar un masaje cardíaco. Colocar la parte baja de la mano en el tercio medio del esternón. Entrelazar ambas manos. Comprimir el tórax y realizar 80 compresiones por minuto.