Las
parejas con más problemas son frecuentemente las que dicen: “Simplemente no lo/a
entiendo.”
Así que
déjeme preguntarle: ¿qué tanto sabe acerca de la profesión o carrera de su
pareja? ¿Sabe algo de su ascendencia? ¿Tiene la capacidad de tener una
conversación significativa acerca de su pasatiempo de bordado o de su interés en
el rugby? Si usted es un hombre, ¿llega a comprender por completo lo que
experimenta una mujer durante el síndrome premenstrual o la menopausia?
No
necesitan ser idénticos, pero hagan un esfuerzo por aprender acerca de las cosas
que le interesan a su pareja, y el resultado será que se volverán más unidos.
CONSEJO Nº 5 -- RESPONDA LAS *GRANDES* PREGUNTAS
¿Su
pareja quiere tener hijos? ¿Los dos quieren tener una carrera? ¿Su pareja tiene
antecedentes de gastar dinero hasta endeudarse? ¿Va a la iglesia?
En mi
opinión, la principal razón por la que casi la mitad de los matrimonios terminan
en divorcio es porque las parejas no se hacen las preguntas adecuadas ANTES de
casarse.
Supongo
que la gente cree que podrán cambiar a sus cónyuges luego del matrimonio y que
todo estará bien. Error. Si no se sientan a discutir sobre
finanzas,
religión, sexo, hogar, su futuro, y otros temas en detalle, puede que terminen
teniendo una discusión tras otra durante el resto de sus días.
Al final,
si los dos tienen diferentes deseos y metas en la vida, no hay ninguna garantía
de que la química o los “Te amo” les ayuden a seguir juntos.
Hagan que
entender al otro sea su prioridad ANTES de caminar hacia el altar.
Por
Michael Webb
Autor de “1000 Preguntas para Parejas”,
el más exhaustivo libro de preguntas que todas las parejas deberían hacerse
antes de casarse. Abarcando pasión, religión, profesiones, dinero, los hijos y su
crianza, mantenimiento del hogar, personalidades, futuro y mucho, mucho más.