¿Puede una dieta especial evitar el desarrollo de nuevos pólipos en el colon?

Los
estudios con dietas bajas en grasa, altas en fibra y ricas en frutas y vegetales
no revelan efecto alguno en la formación de nuevos pólipos colorrectales en
personas con antecedentes de pólipos precancerosos

Dos nuevos estudios sobre el
impacto nutricional en personas con alto riesgo de desarrollar cáncer
colorrectal no mostraron evidencia de que la dieta afecta la formación de pólipos
colorectales precancerosos (pólipos adenomatosos o adenomas) en personas a las
que ya se les extrajo un pólipo. El cáncer colorrectal es la segunda causa
principal de muerte por cáncer en los Estados Unidos y los pólipos son los
precursores de la mayoría de los cánceres colorrectales. Los resultados fueron
difundidos hoy por la publicación New England Journal of Medicine.

Los estudios Estudio para la
Prevención de Pólipos y Estudio sobre la Fibra del Salvado analizaron los
efectos de la dieta en la formación de nuevos pólipos colorrectales dado que
las personas que ya han tenido un pólipo tienen hasta un 50 por ciento de
probabilidad de desarrollar nuevos pólipos dentro de los tres años de su diagnóstico.
Entre el 5 y 10 por ciento de los pólipos colorrectales precancerosos se
convertirán en cáncer si no son extirpados. La extirpación de los pólipos
reduce el riesgo de cáncer colorrectal.

“El pólipo es el punto
en el que podemos intervenir para evitar el cáncer colorrectal”, declaró
el doctor Ph.D., P.H. Arthur Schatzkin, director de la Oficina de Epidemiología
Nutricional del Instituto Nacional del Cáncer (NCI, por sus siglas en inglés)
y principal investigador del Estudio Clínico para la Prevención de Pólipos.
“Esos estudios clínicos se realizaron para determinar si el cambio de
dieta puede evitar que esas personas desarrollen más pólipos y por lo tanto
reducir el riesgo de desarrollar cáncer colorrectal. Quedamos sorprendidos y
desalentados al hallar que los cambios dietéticos que se hicieron en estos
estudios no disminuyeron la incidencia de nuevos pólipos entre los
participantes”, agregó.

“Aunque todavía tenemos
mucho por hacer para comprobar que el cambio en la dieta alimenticia puede
evitar el cáncer colorrectal, existe gran evidencia de que el adoptar una dieta
baja en grasa animal, alta en cereales enteros y rica en frutas y vegetales
puede mejorar nuestra salud general y reducir el riesgo de una enfermedad crónica”,
declaró el Dr. Schatzkin.

En el Estudio para la
Prevención de Pólipos un total de 2.079 hombres y mujeres, a los que se les
extirpó uno o más pólipos en el transcurso de los últimos seis meses, fueron
divididos al azar para recibir ya sea un asesoramiento intensivo para adoptar un
plan de alimentación bajo en grasa, alto en fibra, enriquecido con frutas y
vegetales o un folleto regular acerca de la alimentación sana. El plan de
alimentación consistía en un 20 por ciento de calorías provenientes de
grasas, 18 gramos de fibra y 3,5 raciones de frutas y vegetales por cada 1.000
calorías ingeridas (la mayoría de los adultos ingieren entre 1.800 y 2.500
calorías diarias). Los participantes permanecieron en el estudio por cuatro años.

“Necesitamos hacer más
investigación para comprender la compleja interacción entre la dieta y los
factores genéticos que conducen al cáncer colorrectal”, explicó la
doctora Ph.D. Elaine Lanza, investigadora principal en el Estudio para la
Prevención de Pólipos e investigadora en la Oficina de Estudios de Prevención
del Cáncer del Instituto Nacional del Cáncer. “Dado que solamente entre
un 5 y 10 por ciento de los pólipos se convierten en cáncer colorrectal,
necesitamos comprender las diferencias moleculares que caracterizan a los pólipos
progresivos y estudiar el efecto de la dieta en los individuos con esos tipos
particulares de pólipos”.

Los investigadores del
Estudio para la Prevención de Pólipos continuarán haciendo el seguimiento de
los participantes en el estudio para determinar si los cambios dietéticos que
hicieron durante el estudio influyen en la probabilidad de desarrollar en el
futuro pólipos o cáncer colorrectal. Además, están utilizando tejidos
procedentes de pólipos extirpados durante el estudio para determinar si la
dieta afecta la característica genética molecular de los pólipos.

El doctor David S. Alberts,
director de prevención del cáncer en el Centro del Cáncer en Tucson, Arizona,
y principal investigador del Estudio sobre la Fibra del Salvado, afirmó que
“aunque ninguno de estos estudios nos ha dado una estrategia para prevenir
la recurrencia de los pólipos, hemos aprendido muchísimo sobre los factores clínicos,
patológicos y genéticos asociados con la formación y recurrencia del pólipo”.

En el Estudio sobre la Fibra
del Salvado, un total de 1.429 hombres y mujeres del área del gran Phoenix, a
quienes se les extirpó uno o más pólipos en los últimos tres meses, fueron
divididos para recibir un cereal suplemento rico en fibra de salvado (13,5
gramos de fibra en 2/3 de taza de cereal al día) o un cereal suplemento bajo en
fibra de salvado (2 gramos de fibra en 2/3 de taza de cereal al día). Los
participantes comieron esos suplementos durante por lo menos tres años.

“Los resultados del
estudio rico en fibra son compatibles con los datos obtenidos recientemente de
estudios epidemiológicos que indican que el incremento de fibra en la dieta
alimenticia no disminuye el riesgo de desarrollar cáncer colorrectal”,
declaró el Dr. Alberts. “Mientras que el aumento en el consumo de fibra
puede que no disminuya el riesgo de desarrollar cáncer colorrectal, una dieta
rica en fibra puede, en la cultura occidental, ser beneficiosa para las
enfermedades crónicas del colon y del sistema cardiovascular”.

Aunque las intervenciones no
redujeron la incidencia de pólipos colorrectales entre los participantes, los
científicos ofrecieron una serie de posibles razones del por qué el diseño de
estos estudios no mostró un efecto de la dieta en la recurrencia de los pólipos,
entre ellos:

  • El
    desarrollo del cáncer colorrectal demora décadas y, una intervención de
    tres o cuatro años puede no ser suficientemente prolongada para hacer la
    diferencia. El seguimiento continuo de estos pacientes puede ayudar a una
    mejor comprensión del impacto a largo plazo de las intervenciones dietéticas.


  • Todos
    los participantes en estos estudios tuvieron antes por lo menos un pólipo
    extirpado. Los factores nutricionales pueden influenciar los acontecimientos
    moleculares, celulares o de tejidos, determinantes en la formación del cáncer
    colorrectal mucho antes de que se formen los pólipos.


  • En
    esos estudios, los pólipos recurrentes — los nuevos pólipos que se forman
    después de que los primeros pólipos fueron extirpados — tendían a ser
    pequeños. Los cambios dietéticos puede que solamente afecten la
    transformación de los pólipos pequeños a pólipos grandes o de los pólipos
    grandes a un cáncer invasor.

Los investigadores
enfatizaron que una dieta alta en fibra, frutas y vegetales y baja en grasa
puede mejorar la salud en general y reducir el riesgo de las enfermedades crónicas,
tales como enfermedades del corazón, hipertensión, diabetes y otras. Los
estudios publicados hoy se basaron en una pregunta científica específica: si
el cambio de dieta afecta la recurrencia de los pólipos colorrectales, en un
grupo de personas que ya tuvieron pólipos.

El Estudio para la Prevención
de Pólipos fue financiado por el Instituto Nacional del Cáncer y se llevo a
cabo en ochos centros clínicos a lo largo de los Estados Unidos: Universidad
Estatal de Nueva York en Buffalo, Buffalo, N.Y.; Hospital Edward Hines Jr.,
Centro de Administración Médica para los Veteranos, Hines, Ill.; Fundación
Kaiser del Instituto de Investigación, Oakland, Calif.; Centro Memorial del Cáncer
Sloan-Kettering, Nueva York; Universidad de Pittsburgh, Pittsburgh, Pa.;
Universidad de Utah, Salt Lake City; Centro Médico Baptista de la Universidad
Wake Forest, Winston-Salem, N.C.; y Centro Médico del Ejército Walter Reed,
Washington, D.C.

Cerca de dos terceras partes
de los participantes en el Estudio para la Prevención de Pólipos fueron
hombres y cerca del 10 por ciento pertenecía a las minorías. La edad promedio
cuando se matricularon en el estudio era de 62 años.

El Estudio sobre la Fibra del
Salvado fue financiado por el Instituto Nacional del Cáncer, dirigido por el
Centro del Cáncer en Arizona, y realizado por la Red Médica de Phoenix para la
Prevención del Cáncer del Colon. Cerca de dos terceras partes de los
participantes fueron hombres y cerca del 3 por ciento pertenecía a las minorías.
La edad promedio cuando se matricularon en el estudio era de 66 años.

Los investigadores agradecen
a los participantes por su contribución con este estudio, que les requirió ser
consistentes en los cambios en sus dietas durante un largo periodo de tiempo.

El Instituto Nacional del Cáncer
patrocina varios estudios de prevención en los que se ponen a prueba
medicamentos o suplementos nutritivos para reducir el riesgo de pólipos y cáncer
colorrectal. Los agentes bajo estudio incluyen los agentes antinflamatorios
sulindac y celecoxib (que inhiben un enzima conocido como ciclooxigenasa) y los
nutrientes ácido fólico y calcio.

La Dra. Lanza afirmó:
“Mientras no tengamos los resultados de estos nuevos estudios, la única
manera confirmada de prevenir el cáncer colorrectal son los exámenes de rutina
para la detección y la extirpación de los pólipos”.

Referencias
(en inglés)


Schatzkin A, Lanza E, Corle D, et al. Lack of effect of a low-fat, high-fiber diet on the
recurrence of colorectal adenomas. N Engl J Med 2000:342:1149-55.

Alberts
DS, Martinez ME, Roe DJ, et al. Lack of effect of a high-fiber cereal supplement
on the recurrence of colorectal adenomas. N Engl J Med 2000:342:1156-62.

Fuente: National Cancer
Institute (USA)