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Los títeres

Delantal blanco, con tablitas, impecable, muchos nervios. Era una de las pocas salidas que hacíamos con el colegio. Pero lo desconocido para mí y para muchos de los que están leyendo, era ir “al Centro”…

El centro era para la mayoría de los de mi época, lo inalcanzable, pero… nos llevó el Colegio, “la excursión” con los micros ¿adónde? Al teatro, ¡cuántos de nosotros mirábamos estas cosas de lejos, resignados! sin conformarnos. 

¿Pero en qué consistía la función? “Los Títeres”, los maravillosos, los asombrosos irreales que desde el escenario se transformaban en personajes que nos parecían de carne y hueso, con alegrías y tristezas.  

¿Se acuerdan de los títeres de Podreca? Eran altos, altos como Ud. o como yo y nunca voy a olvidarme, en uno de los cuadros estaban convertidos en bailarines brasileros con un colorido en sus trajes ¡espectacular!  

Moviéndose al compás de los tamboriles y las maracas que acompañaban con su son alegre y rítmico, todos y cada uno de los bailes que iban representando. 

Los recuerdos son únicos y fantásticos. Los ojos y los oídos no alcanzaban para retener todo el colorido y toda la música que colmó el teatro. Ese momento llenó las vidas y el alma de todos nosotros. ¡Qué recuerdo irrepetible! La excursión, el centro, el teatro y los títeres. 

La sonrisa no puede dejar de dibujarse en mi rostro y estoy segura en todos los rostros de las personas que están leyendo, que sonreirán con muchísima ternura.            

Hasta pronto y… chaucito
Por Norma Gramano

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