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Adiestramiento canino para principantes

Aprende los pasos imprescindibles para el adiestramiento de tu cachorro y cuáles son los errores a evitar sí o sí en el entrenamiento de perros

El compartir con un perro es una experiencia maravillosa. De cada uno depende que esta experiencia se conviertan en una relación armónica o conflictiva. El secreto se basa en el respeto y comprensión de la naturaleza canina.

En una relación humana/canina, se produce la asociación de dos especies de naturaleza distinta, la primera un frugívoro arborícola, la segunda un carnívoro corredor. Pero ambos comparten una característica en común: la de ser animales gregarios cooperativos.

Ambas especies tienden a ver a la otra parte como un miembro de su propio género. De este modo el humano comete el error de humanizar al perro, mientras que el perro se comporta con su familia de dos patas como si se trataran de lobos adultos.

Es fácil comprender que quien debe poner las cosas en su lugar es de los dos la especie más inteligente, es decir el ser humano.

El perro es un lobo con características infantiles. Este fenómeno es denominado neotenia. A través del cual un animal alcanza la madurez sexual conservando características infantiles.

Dichas características infantiles son más o menos evidentes dependiendo de la raza de cada perro. Así los spitz antiguos, tales como samoyedos, siberianos, malamutes, etc., alcanzan una mayor madurez que los pastores, labradores etc.

Esta condición de conservar características infantiles los hace en cierta forma parecidos a nosotros los humanos. El ser humano conserva su capacidad de asombro, de juego, es decir su capacidad de aprendizaje, durante toda su vida. El lobo doméstico, es decir nuestros perros, también es capaz de aprender a lo largo de toda su vida.

Sin embargo existen diferencias en el lenguaje gestual que dificultan muchas veces la comunicación. Y existen diferencias en la capacidad de interpretar los códigos de comunicación que la dificultad más aún.

Es así que muchas veces los intentos por educar un perro culminan con un rotundo fracaso.

Por ello, voy a darte algunos consejos para que puedas llevar adelante lo mejor posible la tarea de educar a tu cachorro.  

También voy a enumerar los errores que no debes cometer, te los ejemplificaré de manera simple y directa, y ten la seguridad de que cuando llegues a la última entrega tu idea acerca de los mecanismos de comprensión de tu amigo de cuatro patas será mucho más íntegra y plena.

Y también encontrarás que el dominio de estas técnicas no sólo te ayudara a tener una relación armónica, disfrutada y plena con tu mascota, sino a comunicarte mejor con todo el mundo que te rodea.

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Por Orlando Eijo