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El estrés y la psicología humanista

El “pensamiento basura” como marca del estrés en el siglo XXI… y cómo librarse de él

La mente está en un plano más sutil que el del cuerpo y escapa al análisis de los sentidos y la metodología científica, la conocemos por sus manifestaciones.  

La mente es un conjunto muy complejo, se la simplifica en dos niveles, el consciente y el subconsciente, sabiendo que cada nivel tiene varios subniveles, lo hago para facilitar la comprensión y mejor uso de esto que es tan nuestro y nos hace ser tan diferentes del resto de los animales carentes de mente individual.  

Su parte consciente es la fuente de los pensamientos y está formada por un nivel de partículas densas y otro sutil. Lo denso, mediante el pensamiento basura nos liga al mundo, lo sutil, mediante el mejor pensamiento viene a liberarnos de las cadenas del mundo.  

El alma, sita en un plano evolutivo aún más sutil, crea la mente con los elementos del plano mental y la usa de intermediaria entre ella y el cuerpo físico cuyo cerebro, mediante los órganos de los sentidos, la conectan a la realidad exterior.  

El alma necesita manifestar atributos propios a desarrollar en el plano físico y para eso encarna en vidas cada vez más liberadas de la materia. La mente sólo se puede expresar por medio del cerebro al que la mente rige y, por su intermedio, a cada célula del organismo.  

La mente ejecuta los programas que el alma le programó previo uno nacer, tiene a su vez el libre albedrío para pensar positivo o no, para actuar bien o no, para cumplir lo programado o no…  

Cada pensamiento es una potencia de enorme energía que actúa sobre el cerebro y, si es positivo, induce en él la más maravillosa alquimia imaginada.  

Cada pensamiento llega, desde su plano mental al plano físico cerebral mediante salto cuántico. Salta de una realidad a otra gracias al portal interdimensional llamado microtúbulo de las neuronas cerebrales y, de inmediato, en el cerebro, desde la aparente nada, se crea entre otras cosas un específico neurotransmisor que acompaña al pensamiento por el organismo.

El Dr. Shad Helmstetter estima que un 75% del diálogo de los adultos consigo mismos es negativo y les impide realizar lo que quieren en la vida. Este elevado porcentaje diario de pensamientos basura es la marca del estrés del siglo XX, mejorarlo será la virtud humana del siglo XXI.

Como alguien dijo: Si quieres ser alguien y llegar a algún lugar, mejor despierta y pon atención.

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