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La decisión de retirarse

Al decidir retirarse, no sólo debe tener en cuenta los aspectos financieros, sino también aquellos referentes a la recreación y la vivienda. De hecho, sin un plan de actividades para el retiro, el futuro podría no ser del todo satisfactorio, más allá de la seguridad financiera…

Si planea jubilarse dentro de los próximos
años, muy posiblemente será tiempo de empezar a diagramar un plan de jubilación.
Para eso, la mayoría de los expertos en planificación de jubilación, sugieren
que planee un conjunto de nuevas actividades para realizar cuando finalmente se
retire de su trabajo, es decir antes de dejar lo mismos, y no luego de hacerlo.

De esta forma, se pueden utilizar los años
inmediatamente previos a la jubilación con el fin de desarrollar ciertas
capacidades que se podrían poner en práctica después de la jubilación.
Asimismo, los expertos aconsejan también formar amistades con otra gente además
de sus compañeros de trabajo, pues estas nuevas amistades pueden evitarle
experimentar las sensaciones de confusión y soledad que muchas personas afirman
sentir después de su jubilación.

Desarrollando un plan
integral de jubilación

Un plan integral de jubilación no sólo
debe abarcar los aspectos financieros, sino también los recreativos. De hecho,
sin un plan de actividades para la jubilación, usted puede sentir que la vida
que desarrollará en esos momentos será aburrida y triste, más allá de que
tenga suficientes ingresos.

Por eso, después de planear que
actividades piensa desarrollar durante su jubilación, deberá determinar su
meta y estipular los recursos financieros que necesitará para alcanzar estos
objetivos.

Aspectos financieros y
cronológicos

Alcanzar las metas planificadas requiere,
por supuesto, de un plan financiero. Y para completar un plan financiero para
sus años de jubilación, se deberá escoger primero la fecha de jubilación.
Luego, se deberá estipular el número de años para los que se requerirán los
ingresos de la jubilación (su expectativa de vida), y recién allí, se deberá
desarrollar un plan de gastos. Finalmente, se podrá resolver la cantidad de
ingresos que podrá necesitar para la jubilación.

Estipulando
la edad de jubilación 

Para saber cuando debería jubilarse,
debería basar su decisión en los siguientes factores:

1. Su salud y los potenciales beneficios
de sus seguros de salud,

2. Sus expectativas de vida,

3. Su elegibilidad para los beneficios
totales de Seguridad Social y pensión,

4. El monto de sus ahorros, y

5. Como se sienten, usted y su familia,
con respecto a la jubilación.

Cuándo se tengan en cuenta estos cinco ítems,
se podrá ver que muchos de ellos están relacionado el uno con el otro. Por
ejemplo, quizás sus ahorros y la pensión de su compañía son algo bajas, y
por sus antecedentes personales y familiares usted espera vivir más allá de la
expectativa normal de vida. Entonces, la edad tradicional de jubilación de 65 años,
podría no tener sentido. En otro caso, si sus padres y abuelos no tuvieron
vidas muy longevas, y su salud no es excelente, una jubilación temprana podría 
ser la elección correcta.

Planeando todo esto en la actualidad, se
podrá ser capaz de predecir más exactamente si los ingresos esperados podrán
compensar los gastos. Y saber esto último lo ayudará a decidir su fecha de
jubilación.

Decidiendo el tipo de
vida en la jubilación

Todos sabemos que no hay lugar como el
hogar. Cuándo se les pregunta a las personas de mediana edad y a los más
adultos sobre sus preferencias para residir, la mayoría de ellas contestan casi
siempre que realmente apreciaría permanecer allí mismo, en el mismo lugar
donde se encuentran en la actualidad, para toda la vida. En efecto, el hogar
propio representa siempre seguridad e independencia para la mayoría de las
personas.

Pero sin embargo, la mayoría de las casas
está diseñada para los más jóvenes, es decir para personas activas y con
amplia movilidad. Además, para vivir en su casa, una persona debe, como mínimo,
ser capaz de manejar, ir de compras, cocinar, y hacer las tareas de la casa.
Pero sin embargo son muchos las personas que al llegar a mayores, pierden una o
más de estas habilidades a medida que pasan los años.

Una opción para suplir estas falencias,
podría ser contratar servicios de asistencia para el hogar, con el fin de poder
enfrentar mejor está declinación en las capacidades. Si se tienen los fondos
suficientes, se podrá contar un ejército de trabajadores podrán cortar su césped,
lavar sus ventanas, cocinar sus comidas, hacer sus compras, e incluso
proporcionarle cuidados personales especializados de todo tipo.

Esto puede ser una buena opción,
dependiendo de la cantidad de ayuda que se vaya a necesitar. Sin embargo, se
debe tener muy en cuenta que todo esto podría ser muy costoso y requerir de
mucha administración y coordinación.

En plan de mudanza

Para quienes estén dispuestos a
trasladarse, existe una abundancia de opciones, aunque puede existir alguna
confusión con respecto a que significan todas estas opciones. De hecho, se podrá
oír acerca de “hogares de cuidado y reposo”, “geriátricos”,
“clínicas de reposo ” o “residencias de jubilación”, entre
muchos otros términos.

En realidad, todos estos nombres se
refiere a algún tipo de albergue con servicios de ayuda y asistencia, tanto médica
como de servicios, pero existen diferencias entre cada uno de ellas, pues las
mismas suelen dividirse en diferentes tipos de servicio, que deberán ser
elegidos según las necesidades personales.

En efecto, las opciones de residencia se
pueden dividir generalmente en tres categorías principales, las cuales deberán
ser evaluadas muy detenidamente para saber cual ofrece los servicios y/o
cuidados que más podría requerir en su caso personal:

1) Los albergues independientes de
jubilados, donde se proporcionan comidas, actividades, servicios de mucamas, y
rutinas para que los mayores puedan mantenerse activos;

2) Los hogares de “asistencia” o
geriátricos, donde se proporciona servicios personales de ayuda y asistencia
para aquellos mayores que necesiten un cuidado médico personal;

3) Las clínicas de reposo, donde se
proporcionan cuidados y servicios especiales para mayores que están
temporalmente enfermos o que requieren de una asistencia médica crónica o de
largo plazo.