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Calefacción hogareña: sugerencias para la seguridad, el confort, y el ahorro

Cuando se acerca la temporada invernal, llega también el momento de instalar o poner en funcionamiento algún tipo de calefacción hogareña. Pero antes de hacerlo, es bueno conocer las medidas de seguridad, ahorro, y utilidad, que aquí presentamos

Tanto si se elige una
estufa a gas, -las más potentes pero también peligrosas-, a cuarzo, -económicas
y con calor intenso aunque localizado-, un caloventor, -liviano y pequeño-, un
radiador, -que funciona con resistencias que calientan un aceite que contienen
dentro-, un hogar a leña o una salamandra, será fundamental que conozca la forma
más conveniente de instalarlas y usarlas, para así optimizar su seguridad,
ahorro, y confort.



 
La importancia de la seguridad

Según afirman los
especialistas, sólo se deben instalar estufas a gas que hayan sido debidamente
aprobadas por los entes públicos reguladores de gas, en el caso de ser de
fabricación nacional, o bien, de ser importadas, que contengan la estampilla del
IEC (Comité Electrónico Internacional).

 También, será importante
que se las haga colocar por algún gasista profesional con matricula oficial, el
cual también debería verificar anualmente el funcionamiento de estos artefactos.

 Asimismo, al conectar
estufas a gas, no se deberían usar bajo ningún punto de vista cañerías de
plástico o goma, y se debe estar seguro también que los tirajes de las mismas no
se encuentren tapados o desconectados. Una buena forma de controlar que los
artefactos a gas estén en buen funcionamiento, es observando que su llama sea de
color azul.

 Por supuesto, se aconseja
que durante la noche se apaguen las estufas que no tengan una salida externa,
incluso cuando el ambiente tenga algún tipo de ventilación. Y en el caso de
dormitorios o baños, directamente no se deberían instalar, a menos que las
mismas sean de tiro balanceado.

 En efecto, si bien es
cierto que las estufas infrarrojas otorgan más calor que aquellas de tiro
balanceado, se debe saber que estás últimas son más segura, ya que llevan los
gases provenientes de la combustión al exterior de la casa, y no consumen el
oxígeno del ambiente. Por esto mismo, son las únicas habilitadas para ser
colocadas en los baños y dormitorios.

 En el caso que para estos
lugares se utilicen braseros o estufas móviles, las mismas deberían sacarse de
las habitaciones antes de ir a la cama.

 Es importante saber
también que la combustión de leña, carbón, naftas, querosén, o gas, puede
provocar el nocivo monóxido de carbono, por lo que es muy importante ventilar
todos los ambientes en los momentos en los que los aparatos estén prendidos.

 En el caso que la llama
proveniente de las hornallas de la cocina ennegrezca las ollas o sartenes, esto
significará que no hay una buena combustión, por lo que se deberá llamar a un
gasista profesional para que revise los artefactos.

 En el caso de ser
eléctricas, las estufas no deberían tener enchufes que tengan dos patitas
cilíndricas, los cuales están prohibidos, ya que en el caso que produzcan una
descarga eléctrica, se podría poner en riesgo la vida del usuario. 

También, para el caso en
que se utilice estufas eléctricas, es importante no usar prolongadores ni
tampoco conectar varios artefactos de forma conjunta, por ejemplo en un triple o
una “zapatilla”.

 Si se opta por
caloventores, se debe tener cuidado de no colocarlos cercanos a las cortinas y,
tampoco colgarles ropa para secar. Lo ideal es que se lo cuelgue de la pared.

 En el caso de los
radiadores, es importante no ponerlo cerca de paredes, ni tampoco hacerlos
funcionar de forma recostada, ya que los filamentos quedarán fuera del aceite. 

Si se desea colocar una
salamandra o un hogar a leña, se debe estar seguro de hacerlas con un buen
sombrerete, para que el humo no pueda volver a la casa y no haya ningún tipo de
riesgo de sufrir asfixias.


 Calidez de hogar

 

Para lograr la máxima
calidez, es muy importante que el calor circule apropiadamente, para lo cual es
ideal distribuir varias estufas de poca capacidad en diversos ambientes
intercomunicados.

 En este sentido, para
evitar las baja de calor, será importante que el aire frío no entre al hogar,
por lo que se deberá colocar burletes en los marcos de las ventanas. Además, se
debe tener en cuenta que las cortinas, los tapizados, y los pisos y muebles de
madera, ayudan mucho a concentrar el calor. En el caso que haya escaleras lo
ideal es colocar la estufa del lado opuesto.



 
Ahorro, no sólo de frío…

 Las estufas eléctricas
son más económicas que las de de gas. Entre las primeras, las que gastan más luz
son las de cuarzo, mientras que las que menos consumen son los radiadores de
aceite, ya que cuentan con un termostato incorporado que regula los consumos de
energía en relación con la temperatura del ambiente. 

Las estufas a gas, deben
estar en piloto cuando no haya nadie en casa. Una estufa en piloto consume unas
200 kilocalorías por hora (un metro cúbico de gas equivale a 9.300
kilocalorías).