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La moda y la exaltación de la delgadez extrema

Mientras las principales capitales están abandonado el modelo de cuerpo anoréxico y andrógino, en otros países se continúa exaltando este tipo de look

Las revistas europeas están comenzando a mostrar en sus portadas
modelos pulposas y voluptuosas, al tiempo que anuncian el fin de la moda anoréxica.

“Me gusta demasiado comer”, afirma dentro de una de estas revistas la modelo Sophie Dahl, que con su talla 50 es codiciado por todos los centros de moda de las principales capitales del viejo continente.

Al igual que ella, Sara Morrison, Clarissa Dickson Wright y Jennifer Petersonn son otras modelos que están marcando una nueva tendencia en la belleza femenina, cada vez mas alejada del raquítico cuerpo que protagonizó los desfiles y las fotos durante los noventa. 

Sin embargo, Argentina pareciera llegar siempre tarde. En todo. Por estas latitudes, el look “Kate Moss”, nombre dado por la escuálida modelo norteamericana, pareciera estar más vigente que nunca. 

Según el diseñador Roberto Piazza, el 90 por ciento de las alumnas de su escuela de moda, les comentan constantemente sobre las dificultades de conseguir talles apropiados en los locales de ropa de marca. Y ninguna de ellas posee un sobrepeso significativo.

Otra invención surgida durante la pasada década, el talle XS o extra small, continúa siendo, según las vendedoras de los shoppings, el más requerido. 

Es llamativo también el hecho de que a mayor poder adquisitivo, mayor obsesión con un cuerpo anoréxico: según las estadísticas de las principales casas de ropa, en los locales de los shopping Paseo Alcorta, Solar de la Abadía, y Alto Palermo, la venta de prendas con talle XS fue significativamente mayor a la de los shopping Alto Avellaneda y Caballito, donde se piden talles mas grandes. 

Muchas de estas empresas, no poseen siquiera un talle
mayor al médium, ya que consideran que les afecta en la imagen.

Otras, admiten tener ciertos trucos para no desalentar a las potenciales compradores que no se ajustan a este parámetro: reemplazan el XS por 1, el S por 2, y así hasta llegar al 4, que es el extra large, pero con un nombre distinto.

Muchas chicas y mujeres prefieren, no obstante, comprar el talle deseado antes que el talle correspondiente. Según las vendedoras, son muchas las compradoras de 25 o 30 años que se llevan los talles de chicas de 16.

También es muy pedido por las adolescentes de 18 años el talle de pantalones 21 -31 de clásico-, que fue ideado originalmente para las nenas de 12 años.

Según los especialistas, esta moda no tiene nada de natural o neutro: afirman que la búsqueda de las casa productoras, es homogeneizar un determinado tipo de cuerpo para poder fabricar de manera serial, y reducir de esta manera sus costos.

Como resultaría ridículo pedirles a las mujeres que engorden, se opta por fabricar talles diminutos y obligarlas a que realicen estrictas dietas. 

Y es que si a principios de los 60, la moda anoréxica, en ese momento encarnada por la modelo Twiggy, -quien falleció a causa de esta enfermedad-, se trataba de una contestación a la sociedad burguesa y conformista, hoy en día este mismo look es justamente lo contrario, esto es, la aceptación de la uniformidad y la estandarización propia del capitalismo. 

De esta forma, largas hambrunas, dietas obsesivas, contabilización detallada de las calorías, parecen ser el modelo de vida de un gran número de argentinas.

Y al mismo tiempo que se le piden estos sacrificios para poder insertarse al mundo, se le requiere que estén siempre esplendidas, simpáticas, y sin ningún conflicto en sus cabezas. No es fácil modificar estas tendencias, es cierto, pero Europa lo ha logrado. 

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