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Artritis y sexualidad: algunas sugerencias

Si se encuentra entre aquellas personas que padecen alguna de los problemas que se conocen popularmente como “reuma”, y no se resigna a disminuir el placer en su vida, lea el siguiente artículo.

Muchas personas que padecen

artritis
sucumben a la potencia de los medios masivos de comunicación,
donde se muestran cuerpos que para la mayoría de nosotros son imposibles de
igualar. El mensaje implícito en estas publicidades es que cualquier cosa
que no se ajuste a esos estándares, no merece ser tenida en cuenta.

Y pocos son los que parecen reparar en el hecho de que estas señales
frustran más a aquellos que ya de por sí tienen bastantes padecimientos con
sus dolores y dificultades físicas.

Si usted se resigna a seguir
estas líneas, y siente que es una de esas personas que “no caben” en la
sociedad actual, sólo logrará rencor y resentimientos, sentimientos que lo
harán terriblemente resistente a tomar parte en un lazo sexual placentero.

El hecho es que usted todavía tiene muchos
regalos y felicidad para ofrecer a su pareja, a pesar de su artritis.
Entienda y asuma sus problemas, sí, pero solo para comenzar a trabajar sobre
de ellos. La clave es, por supuesto, ser franco con sigo mismo, y mantener
una comunicación honesta con su pareja.

Exprese sus preocupaciones y miedos, y escuche cuidadosamente lo que le
responde esta. Sea abierto para desarrollar planes que le permitan mantener
un alto grado de intimidad y afecto. Usted también puede acariciar con su
voz, si le duelen sus manos: aprenda a hablar con su pareja; exprese lo que
usted está sintiendo.

Utilice la comunicación para consolidar su lazo afectivo, y para
desarrollar una mejor comprensión de las necesidades y deseos de la otra
persona: de esta forma, puede encontrar una nueva base para sus momentos de
intimidad y encuentro amoroso.

• La espontaneidad puede existir, pero también
debe haber una preparación previa: Establézcase un ritmo determinado durante
el día, de modo de no llegar con mucho cansancio a la noche; intente hacer
una siesta, o acostarse previamente, para relajar sus músculos y para
evacuar cualquier tensión de articulaciones que puedan causarle dolor.

• Tome un baño o una ducha caliente para
relajar más sus músculos y articulaciones. Mucha gente encontró una bañadera
como el mejor de los remedios.

• Tome su medicina un rato antes de hacer
amor, para aprovechar mejor el efecto de los mismos.

• Experimente y explore nuevas posiciones que
disminuyan la tensión y el dolor en las
articulaciones
sensibles. Si lo que le duelen son sus manos, intente dar
masajes con sus pies, y con un poco de aceite.

• Dígale claramente a su pareja
qué partes de su cuerpo tiene mas sanas, y cuales están lastimadas. Si él o
ella logran conocer estas, ambos se ahorrarán el malestar que provoca la
incertidumbre, reducirán la ansiedad, y aumentan así el disfrute de las
caricias.