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La fábula de la lechera

Tal vez todo lo que hoy nos preocupa y nos parece difícil e incierto con el tiempo se minimiza y nos damos cuenta que nos ayudó a crecer y a ser mejores cada día…

Vendió la lechera su cántaro de leche.

Con el dinero se compró una gallina y unos huevos.

Vendió los pollos que al paso del tiempo reunió, y
adquirió una ternera.

Con ella formó un hato. Lo vendió para comprarse una
casa.

Y cuando tuvo casa no le fue difícil encontrar marido.

Pero el marido le salió mala cabeza. Por su culpa la
lechera tuvo que vender la casa.

Con el dinero compró un hato. Pero no le fue bien, y le
quedó una ternera solamente.

Nada le daba el tal animalejo, de modo que lo vendió y
se compró unos pollos.

Se le murieron todos, y terminó con una sola gallina que
ni siquiera ponía huevos.

-Estás acabada -le dijo alguien.

-No es cierto -respondió la lechera-. Tengo otro cántaro
de leche. Con eso volveré a empezar.

Momentos de prosperidad…otros de incertidumbre y
preocupación…De pronto cuando creemos tener todo en la vida alguien o algo
derrumba nuestro castillo, nuestro imperio…y allí estamos nosotros…A veces
llenos de

miedo, otras a la espera de que todo sea una pesadilla y
tarde o temprano despertemos…Pero nunca debemos perder la esperanza…De
pronto al mirar alrededor siempre tenemos algo que nos dice que podemos
resurgir…

De todo debemos aprender…Aún cuando nos encontremos
mirando con temor nuestro futuro, llenemos nuestro corazón y nuestra vida con
un fuerte deseo de seguir…

Que nada ni nadie nos desaliente…Somos nosotros los únicos
que podemos elegir: Bajar los brazos ó seguir peleando.

La vida no es fácil a veces…Pasamos por pruebas difíciles,
pero siempre debe existir en cada uno de nosotros la fuerza necesaria que nos
permita levantarnos y seguir caminando…