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La historia del piano

Al igual que con muchas otras cosas, solemos disfrutar del piano sin conocer en absoluto su historia, ni a los hombres que hicieron posible que este magnífico instrumento llegará hasta nuestro hogar. Aquí se la contamos.


¿Alguna vez, mientras se tomaba un descanso en medio de su interpretación de
alguna de esas magnificas melodías que emanan desde los pianos, se puso a pensar
como llegó este instrumento hasta sus hogar?

En efecto, tanto las 88 teclas que usted toca día tras día, gracias a las cuales
es posible obtener el mayor rango de notas musicales que en cualquier otro
artículo musical, junto a sus ocultos cables, que nos permiten ejecutar desde
los sonidos más agudos hasta los más graves, tienen una gran historia detrás de
sí, desconocida por la mayoría de las personas.


El primer piano tal como lo conocemos hoy, se construyo alrededor del siglo 18.
Su inventor, Bartolomeo Cristofori, era un fabricante de clavicordios de
Florencia, Italia.

Este luthier, agregó diversos grupos de cables a un
clavicordio, logrando extender todo su rango de notas musicales, y pudiendo
obtener así sonidos tan agudos como los de una flauta, o tan graves como los de
un tambor.

Sin embargo, no fue sino hasta que fabrico unos pequeños martillos
que pulsaban estos mismos cables, que finalmente descubrió lo que hoy llamamos
piano.


De ahora en más, los músicos podrían controlar el sonido de cada nota según la
fuerza y el tiempo que pulsaran cada tecla.

Así, se podría acentuar cada nota y
mantener un rango completo desde piano (suave) hasta forte (fuerte). Cristofori
llamó a su nuevo invento gravicembalo coi piano e forte, lo que
significaba “clavicordio con suave y fuerte”.

Sin dudas, Cristofori era un
excelente luthier, pero carecía absolutamente de visión comercial, y, por
supuesto, más adelante, este particular nombre fue cambiado por el de piano
forte, para finalmente denominarse simplemente piano.


Sin embargo, la nueva invención de Cristifori, no fue muy aceptado por el
conservador gusto popular de esos tiempos, por lo que rápidamente volvió a hacer
sus clavicordios.

De esta manera, debieron pasar muchísimos años para que los
músicos comenzaran a percatarse de todas las posibilidades que les habría de
posibilitar este fantástico invento. Y en efecto, el primer concierto público de
piano, fue brindado recién en 1777, por Johann Christian Bach, el hijo del gran
Johann Sebastian Bach.


De cualquier forma, fue el compositor austriaco Wolgang Amadeus Mozart quien
llevó la música de piano al gusto popular. Mozart escribió su primer concierto
de piano a la edad de once años. Sus pianos preferidos, eran aquellos que
estaban producidos por el experto fabricante alemán Johann A. Stein.

Junto con
Ludwig Van Beethoven, Mozart comenzó a formular notas musicales específicamente
creadas ser ejecutadas en este instrumento. Beethoven era muy conocido por
ejecutar las teclas del piano con tal fuerza, que sus teclas y cables volaban
por los aires.


Con el correr del tiempo, los pianistas demandaban cada vez más y más
prestaciones por parte de estos instrumentos, por lo que los fabricantes
debieron construir marcos más grandes y más pesados, para poder soportar las
altas tensiones con que se presionaban las teclas y cables.

Para 1880, en plena
Revolución Industrial, el piano se había convertido ya en el instrumento que
conocemos hoy en día, totalmente popular y demandado por todo tipo de músicos.
Un gran adelanto en el campo de estos instrumentos, fue el desarrollo de un
marco de hierro fundido, el cual fue terminado en 1825.


Bartolomeo Christofori, Wolfgang Amadeus Mozart, Ludwig Van Beethoven, Johann
Stein.
Todos ellos son nombres que tal vez no figuren en la
superficie de nuestros pianos. Pero sin dudas, todos los debemos un gran
homenaje.

¡Clap, clap, clap!

 

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