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Como superar la rutina en tu relación

¿Has oído hablar de ‘la rutina’?. Estoy convencida que tanto si mantiene una relación sentimental como si la has tenido o has decidió no tenerla, está muy familiarizad@ con esta palabra sinónimo de aburrimiento y vacío…


En una relación sentimental,
al igual que en el resto de las relaciones, el paso
del tiempo hace que esas primeras pasiones e ilusiones, junto con la intención
de agradar y complacer vaya dejando paso a los momentos de acomodamiento y
relajación.

Esta actitud que
adoptamos hace que demos permiso para que las actividades y tareas a las que nos
enfrentamos diariamente, terminen apoderándose de nuestras vidas dejando poco
espacio para mantener viva nuestra relación de pareja.

Es cierto que la lucha
por el día a día y los problemas que hemos de superar hacen que, a pesar de que
quieras mucho a tu pareja, terminen ocupando el primer puesto en nuestra vida y
nuestro compañer@ el segundo, convirtiéndose así en una especie de socios para
solucionar los problemas y tener apoyo.

Pero no hemos de
alarmarnos porque no siempre ha de implicar pérdida de pasión. Hay muchos modos
de mantener vivos el amor y la ilusión.

Es obvio que,
normalmente, nuestra forma de vida implique tener unas tareas que se repiten
diariamente, mensualmente, anualmente.

 Tareas como llevar a los niños al
colegio, ir a trabajar, hacer la comida, volver a trabajar, recoger a los niños,
hacer la compra, hacer los deberes,…hacen que a tu día le sobre poco tiempo y
energía para dedicárselos a tu pareja, llegando en muchos caso a ni prestarle
atención cuando regresa a casa.

Las consecuencias de
todo esto son que los días van pasando, y que las antiguas ilusiones, las
sorpresas, los detalles,…son algo que que han pasado a formar parte del pasado.

Todo esto termina
provocando hastío, desilusión, pasividad, decaimiento y aburrimiento. Este
estado de ánimo hace que tengamos una tendencia a la paralización y a la desgana
por hacer algo para salir de este estado.

Con esto nos
encontrarnos viviendo en un círculo vicioso del el que cada vez resulta más
complicado salir y las motivaciones e ilusiones que les mantenía unidos han
terminado por evaporarse.

La rutina es algo muy
común que nos puede ocurrir independientemente si estamos solos o en pareja pero
el mayor problema aparece en este segundo caso, cuando esta actitud individual
puede afectar a nuestr@ comapañer@ y por consiguiente a nuestra relación.

Con todo esto nos
encontramos con diferentes tipos de pareja en función de cómo se enfrenten a la
rutina.

  • En primer lugar podemos
    encontrarnos con aquéllas parejas que por su personalidad vital y
    dinámica, el paso del tiempo y la rutina apenas resiente su relación.

    Hablamos de parejas en las que ambos integrantes son muy dinámicos y tienen
    una relación basada en el diálogo y una comunicación activa.

    De este modo,
    abriendo estos canales, la interacción permanece y es difícil que la rutina
    afecte a su relación porque la comunicación hará que haya un mayor
    acercamiento entre ambos y el vínculo afectivo y sentimental sigue vivo.

  • También podemos encontrarnos
    con parejas en la que uno de sus integrantes no tiene ese dinamismo interior
    sino que es más pasivo. Esta actitud, con el paso del tiempo, constituye un
    peso para la relación.

    Lo que puede ocurrir en este caso es que la persona más activa se convierta
    en el impulso de ambos y que proponga, tenga detalles y todo derroche de
    actitudes y actividades para mantener la relación a flote, aunque lo más
    probable es que sean rechazadas en su mayoría.

    La persona pasiva, en caso de no modificar su actitud, pasa a ser un lastre
    y desgasta a la persona que mantiene la iniciativa.

    Ante esta situación
    éste, adoptará la misma actitud que su compañer@ por dejadez o tratará de
    buscar fuera lo que no encuentra dentro de su relación.

  • Por último, otro tipo de
    circunstancias ante la sombra de la monotonía puede darse en las parejas en
    las que ambos mantienen una actitud pasiva y falta de entusiasmo.

    En estas situaciones puede darse la situación en la que ambas partes están
    acomodadas y conformes con la situación. Pero también puede ocurrir que, con
    el paso del tiempo, uno de ellos despierte  trate de recuperar el tiempo e
    ilusión fuera de su entorno sentimental.

A pesar de todo lo
explicado, no os preocupéis, próximamente os daré las claves para mantener a
raya la monotonía.

Por Helena Calvo
Love Coach
www.quieroquerer.com


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