Esta técnica se basa en tres pilares importantes: la armonía, el bienestar y la
energía. La intención es estimular a la persona a que lleve una vida sana, pero
de modo natural sin presiones ni exigencias.

Características importantes del sistema ABE

El trabajo se desarrolla sobre una plataforma de disipación. Las clases duran 45
minutos y los ejercicios son muy sencillos. Se basan en saltos, extensión de los
brazos al ritmo de la música que siempre es muy movida. Se permite así trabajar
todo el cuerpo por igual.

Las ventajas más destacadas del sistema ABE son:

Cualquier persona puede subirse a la plataforma y practicar el ABE. Es ideal
para las mujeres en época de menopausia, jóvenes o personas que arrastran
enfermedades crónicas.

“El ABE es perfecto para las mujeres que no sienten interés por acudir a un
gimnasio ya que al estar arriba de la plataforma se pierde la noción del tiempo,
se comparte un momento agradable con otra gente, y al estar distraída se baja de
peso rápidamente como si fuera un juego”, comenta la entrenadora personal
argentina Sabrina Ojeda.

Beneficios físicos comprobados:

Reducción de peso en poco tiempo, fortalecimiento del corazón, se puede
conseguir un trabajo aeróbico de alto rendimiento, la actividad al ser divertida
tiene una concurrencia efectiva.

La persona que practica el ABE rara vez se aburre o no quiere asistir a las
clases. La posibilidad de lesionarse
es muy baja. Se trabaja la coordinación de
movimientos y la flexibilidad.

Ejercicios sencillos para poder practicar en casa el sistema ABE

Se necesita una plataforma especial, redonda, en la que subirse. La música es un
complemento fundamental ya que es el único accesorio que se necesita para poder
comenzar con la práctica de ABE.

“La música es lo que guía los movimientos. A partir del ritmo todo ejercicio
es válido para llevar a cabo”, sostiene la entrenadora.

Se puede comenzar dando saltos con ambas piernas. Luego solamente con una e ir
agregando un brazo al movimiento, subirlo y bajarlo y luego añadir el otro
brazo.

Lentamente se irán encontrando los movimientos que se quieran hacer ya que la
libertad es total y cada uno puede ser su propio entrenador personal.

“Lo conveniente es asistir a clases si nunca se ha hecho actividad física
para poder recibir ciertas pautas y poder tener unas rutinas base sobre todo
para los primeras semanas”, opina Ojeda.

Al principio, las personas comienzan caminando sobre la plataforma, dando
pequeños pasos primero con un pie y luego con otro hasta ir acostumbrándose.

Una vez se sienten cómodas, comienzan a moverse más rápidamente como si
estuvieran bailando hasta que todo el cuerpo se pone en movimiento.

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