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Huerta organica en macetas

Imagine frutas y verduras con más color y sabor, sin aditivos ni químicos dañinos y mucho más económicas en su huerta organica.

Es posible lograrlo con un poco de imaginación y estos prácticos secretos de jardinería para cultivar verduras y hortalizas y convertir un jardín o algunas macetas del balcón en un verdadero huerto casero. 

¿Cómo armar la maceta para la huerta organica?


Es fundamental que el recipiente esté perforado en la base para permitir la pérdida de exceso de agua. Luego, colocar una capa de aproc 2,5 cm de leca (o piedras partidas, macetas rotas, trozos de ladrillo, etc) y completar con la mezcla preparada (tierra fértil, abono y arena), hasta 1cm antes del borde de la maceta. De esta manera, tendremos listo el contenedor para sembrar o trasplantar nuestras verduras.

Para verduras y hortalizas es conveniente utilizar macetas alargadas, con buena capacidad para su crecimiento. Los contenedores más recomendables son los de fibrocemento, que son menos pesados que los de barro y los de cemento, y más resistentes.

Sin embargo, no se descartan otros materiales: plástico, metal, fibra de vidrio, cerámica, barro y cemento. Tambien en macetas de 40cm de alto por 40cm de ancho podremos cultivar todo tipo de hortalizas y dejaremos aquellas de menor tamaño para las verduras de bajo porte y desarrollo de raíces (ciboulette, perejil, lechuga, achicoria, rúcula). Con cinco o seis macetas obtendremos una buena cosecha en la época de cultivo.  

¿Qué plantar? 

• Lechuga: Ocupa poco espacio y según las variedades, se cultiva todo el año. Puede sembrarse en almácigo o directo en el lugar definitivo, para luego ralear(espaciarlas). Necesita agua y suelos drenados. Al cosechar, puede cortarse la planta a ras del suelo o sacar las hojas externas.

• Acelga: Se cultiva todo el año. Se obtiene a partir de semilla en su lugar definitivo. Cuando salen las plantitas, ralear y dejar las que quedan a una distancia de 15cm entre sí. En el verano, regar a diario para que las hojas no se vuelvan duras.

• Tomate cherry : Se cultiva en la primavera y el verano. Si bien se inicia de semilla en almácigo, es aconsejable adquirir plantines de viveros. A pleno sol darán abundante flores y luego frutos. Para mantenerlos sanos, evitar plantarlos en rincones con poca circulación de aire.

• Perejil : Su aroma penetrante ahuyenta infinidad de insectos dañinos. Se siembra desde semilla, en tierra removida. Tarda casi un mes en germinar, a los dos meses tendremos plantitas que podrán cortarse desde la base y rebrotarán constantemente.

• Ciboulette: Es de rápido crecimiento. Se planta en tierra suelta y bien abonada. Necesita pleno sol y abundante riego en el verano.

• Radicheta: Es de rápido crecimiento y permite varios cortes durante el año. Sembrar en forma directa en primavera u otoño. Germina a los 10 días. Necesita abundante riego en el verano.

• Albahaca: Se siembra únicamente en la primavera para obtener plantines y trasplantarlos a la maceta al mes y medio. Necesita suelo abonado y drenado.

Existen buenas asociaciones a la hora de cultivar juntas hortalizas y verduras. A continuación, enumeramos una lista de combinaciones

• Lechuga con puerro y cebollas de verdeo.

• Hinojo con escarola.

• Acelga con rabanito.

• Zanahoria con lechuga.

• Perejil con remolacha.

• Apio con lechuga morada.

• Tomate con albahaca.

• Berenjena con lechuga criolla.

• Pimiento (ajíes) con perejil.

• Albahaca morada con tomate cherry.  

Sol, riego y cuidados

 

A la hora de regar, es conveniente hacerlo en forma de lluvia fina, evitando a encharcar las plantas. Tenga en cuenta que las hortalizas necesitan pleno sol para crecer y desarrollarse bien, siendo el ideal que reciben entre las 10 y las 16.

Este es un factor clave, ya que en lugares sombríos las plantas se debilitan, crecen menos y son más sensibles a las enfermedades. Además del sol, un buen sustrato nos asegurará el éxito de nuestra huerta. Éste consiste en mezclar un 50% de tierra fértil de buena calidad, 25% de abono compuesto o humus de lombriz y 25% de perlita o arena gruesa. 

• Un buen rendimiento va a depender de cómo cuidemos el suelo, la cantidad de sol que reciban las plantas y el corte que se haga de cada una.

• Es ideal colocar distintas plantas en una maceta, para así aprovechar mejor la tierra y mezclar aromas para desorientar a los insectos plaga.

 • Hacer rotaciones, es decir, no repetir en la misma maceta la especie que acabamos de cosechar. De esta manera, cortamos el ciclo de las enfermedades y plagas.

• Quitar yuyos y malezas.

• Remover bien la tierra entre plantas e incorporar quincenalmente humus de lombriz o abono compuesto (4 cucharadas soperas por maceta).

• Se recomienda ir cortando las verduras de a poco. En el caso de las lechugas, cortar las hojas externas; en el caso de la acelga, radicheta y perejil se recomienda cortar con tijera a ras

• Cuando terminemos un cultivo, colocar en su lugar plantas de distintas familia y forma. Por ejemplo, donde hubo lechuga, plantar zanahoria o rúcula.

• Las flores amarillas o anaranjadas –como copetes, caléndulas o margaritas– intercaladas con las hortalizas atraen innumerables insectos benéficos.

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