Muchas veces he visto empleados de oficina jugando póker contra su computador y desarrollando otras actividades de ocio en horas de trabajo e incluso, a quienes deben laborar a cielo abierto, recurriendo al tradicional uso de la baraja española, al póker o a los dados cuando no están sus jefes.
Y aunque la diversión hace parte del bagaje cultural e indispensable del ser humano, solo quienes son generadores de empleo saben las dificultades que cuesta sacar una empresa adelante y poder rendir los beneficios que la sociedad necesita.
La disculpa en muchos casos tiene variadas tonalidades y puede ser por ejemplo, que se acabaron temporalmente algunos de los insumos con los que se trabaja, que no existe un plan adecuado de desarrollo de las actividades, que no hay supervisores de momento que se den cuenta de lo que se hace, que el trabajo es agotador y justo es tomarse una pausa, que los patronos son unos miserables y no pagan lo suficiente, etc.
Quienes así actúan no pueden aspirar a mejorar sus condiciones de vida ni el ambiente laboral en donde se desempeñan ahora ni nunca. Ese tipo de personas se limitarán a recibir lo que se merecen y no lo que realmente valen porque gastan su vida haciendo siempre lo mismo.
Es lamentable que la norma sea cumplir apenas por la paga y que, solo en casos excepcionales, se deje la vida y el alma en lo que se hace. En un restaurante, en alguna oportunidad, un mesero atendía las mesas de afán pasando rápidamente de una a otra sin prestar un adecuado servicio y observando, eso sí con diligencia, quienes estaban prontos a retirarse para cobrarles la propina.
Muchos son los casos que podría mencionar para comprender las razones por las cuales una persona o una empresa no pueden progresar ni crear buena imagen.
Para evitar tales tragedias tenga en cuenta las siguientes recomendaciones.
- Si su empresa pierde, usted también pierde.
- Desarrolle su sentido de pertenencia: Usted no debe dejarse contagiar de los que están acostumbrados a hacer las cosas a medias, de los que evaden la responsabilidad y no se comprometen con nada. Usted tiene que ser una persona centrada, honesta que sabe para dónde va y qué es lo que busca en la vida.
- Crea en usted, en su empresa y en lo que usted y ella hacen.
- Ponga diariamente un poco de usted en la búsqueda de la excelencia recordando que la excelencia no es otra cosa que hacer siempre bien lo que se propone.
- Sea honesto/a con usted mismo/a y será honesto/a con los demás.
- Sea diligente y esmérese por promocionar sus servicios. No se preocupe tanto por el dinero ya que la recompensa vendrá después con toda seguridad.
- Cumpla siempre con lo que prometa y no ofrezca cosas que no pueda cumplir.
- Sea puntual y ordenado/a y tenga siempre un plan de trabajo. Las excusas son de los mediocres, los perdedores y los desorganizados.
- A pesar de las dificultades y los tropiezos sonría. Recuerde que ellos son el requisito fundamental para triunfar en la vida y poder llegar a ser superior paso a paso.
- Genere confianza en usted mismo y de los demás hacia usted. El cumplir con sus deberes aunque nadie esté pendiente también es parte de la excelencia.
- Ayude a los demás a cumplir bien su tarea.
Recuerde que si usted quiere progresar, ayudar a mejorar la sociedad en donde vive, construir nación y ser una persona triunfadora tiene que aprender a diferenciarse de los demás no importa las críticas. Usted es el único dueño/a de su futuro del cual también dependen otras personas.
Los resultados para la empresa en la cual labora así como los resultados que por derecho propio deben llegar en su beneficio personal, en gran medida también dependen de usted.
Si usted realmente no se siente estimulado a trabajar en las condiciones laborales que le ofrecieron, debe tener el valor de decirlo con respeto pero con firmeza y tener el coraje de avanzar hacia nuevos horizontes en donde pueda alcanzar las metas que se ha propuesto en la vida.
Cuando usted hace su trabajo pensando en el bienestar de los demás y en crear unas mejores condiciones de vida, por humilde que este sea, es posible que despierte envidia pero mejorará su imagen, se volverá competitivo, aumentará su radio de acción y allanará el camino hacia el éxito.
Por Leonardo Rivera Pérez.
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