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Dar propina en Alemania, Austria o República Checa

Dar propinas en Europa podría ser muy distinto a lo que se acostumbra en tu país de origen. Aquí te contamos todos sus secretos…

Dejar propina en Alemania

En los restaurantes, no permitas que la camarera te devuelva los centavos, a no ser que pienses que el servicio recibido ha sido deficiente. Mientras más grande sea la factura, mejor la propina. Las cifras son más o menos así: €1 por cada €20 de la factura, siempre entregado en la mano del camarero. 

Para los taxis, redondea hacia arriba. Si el conductor ha sido particularmente atento o si el viaje ha sido muy largo, puedes recompensar con más dinero. 

En las peluquerías, agrega uno o dos euros dependiendo del trabajo que hayan hecho sobre tu cabeza. En los toilettes, deja una moneda de 50 centavos en el plato —si es que hay uno—. 

Dejar propina en Austria

En un restaurante, la propina habitual suele estar incluida en el precio, pero se acostumbra dejar un pequeño adicional si crees que el servicio y la comida han sido soberbios.

Supongamos que vas a un restaurante y que el importe total de la factura es de 35 euros, y que el servicio fue muy agradable. Con dar 38 ó 39 euros estarás bien.

Ahora pongamos por caso que vas a tomar un café de 1,90, ¿cuánto debes dejarle? Mmmm… Pagar con dos euros y no aceptar el vuelto es lo indicado. Verás, la próxima vez que te sientes a tomar un café, que el mozo ha sabido percibir tu generosidad. 

En un hotel, lo pertinente será dejar entre €1 y €2 por noche y habitación. Un secreto: si quieres un servicio extraordinario durante toda tu estadía, otorga la propina correspondiente a toda la estadía en la primera noche. 

En los taxis, por su parte, redondea el precio hacia arriba si el viaje es muy largo o si viajas con el mismo conductor reiteradas veces. 

Por un corte de cabello, €2 serán suficientes, aunque todo dependerá de la cantidad de cabello que tengas en la cabeza —y de lo bien que te sientas cuando te veas al espejo—. 

¿Y qué ocurre a la hora de ir al baño? Bien, supongamos que compras algo en el mini shop de una estación de servicio y que, de paso, aprovechas para usar el baño.

En este caso, no hay por qué dejar propina. Si vas exclusivamente al toilette, y hay alguien allí, y el baño está verdaderamente limpio, entonces sí podrás darle una ínfima propina.

Dejar propina en República Checa

Generalmente, se da más propina en las ciudades grandes o en los centros turísticos más importantes, dado que los mozos son más engreídos y esperan más de los clientes.

Claro que, la misma propina en un pueblo pequeño dejará a un mozo mucho más que satisfecho. En Praga, la regla es dar una propina del 10% de la cena.

En los mejores restaurantes la propina se deja sobre la mesa —sobre un pequeño plato con una servilleta de algodón cubriéndolo— o abonando con tarjeta de crédito agregando el importe que deseas dejar.

En los lugares más pequeños y en los que no están a la moda, es común dar la propina directamente al camarero. De lo contrario, podría ocurrir que alguien tome el dinero de la mesa y se compra otra fría cerveza con el mismo.

A continuación, Enplenitud te acerca una lista con los recursos que algunos mozos y camareras echan a mano para engañar a los viajantes desprevenidos.

·         Simplemente agregan una cantidad de dinero al importe total de la factura o se equivocan a la hora de dar el vuelto.

·         Cargan el servicio de mesa, cosa que no debería ocurrir de no estar explícitamente señalado en el menú. ¿Puedes imaginarte la cantidad de dinero que llegan a hacer agregando unos €3 en promedio a cada cliente?

·         Dicen que el servicio de mesa debe agregarse sobre el precio —algo que no sorprenderá a la mayoría de los americanos—. Sin embargo, el menú señala que el precio de la factura ya incluye el servicio. 

En cuanto a los taxis, las propinas suelen rondar entre el 5% y el 10%. 

Si tienes ganas de ir al baño, los mejores están en los McDonalds, en los KFC, y en cadenas por el estilo, dado que son fáciles de encontrar, están limpios y son gratuitos.

Asimismo, puedes usar los baños públicos, pero no los gratuitos —como por ejemplo el Castillo de Praga, las estaciones del metro, y algunos otros lugares—. Para hacer lo primero, si eres hombre, debes abonar unos 3 CZK.

Las mujeres y los que tengan necesidades más pesadas, deberán dejar unos 5 CZK, que suelen ser solicitados de antemano —lo que puede generar algunos momentos desagradables— y por los que recibirás algunos trozos de papel higiénico.

Es algo parecido al lejano oeste, en ciertos aspectos. El problema es que estos baños públicos cada vez son usados por más adictos a las drogas para efectuar sus aplicaciones.

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