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Abuelas cuenta cuentos

LEER…abre los ojos

El  programa de  Abuelas Cuenta  Cuentos de la Fundación  Mempo  Giardinelli es  una  actividad de fomento de la lectura a  cargo de voluntarios que leen cuentos y relatos a los niños en distintos ámbitos  (escuelas,  jardines de  infancia, comedores  escolares,  hospitales ).

El objetivo propuesto  es  promover la tradición de la lectura en la primera infancia  como práctica  de alto valor cultural,   igualadora en tanto  transmisora de valores  estético-educativos, generadora,  en el largo plazo, del desarrollo de una ciudadanía  con espíritu crítico  y alta  demanda de lectura y bienes culturales.

El  Programa se inicia en la provincia del Chaco, en el 2000 y desde entonces ha  crecido extraordinariamente  irradiándose  por todo el país e  incluso con  transferencias en el exterior.

Las  Abuelas  Cuenta  Cuentos de Luján   hemos comenzado  a  trabajar, allá  por   el año 2005,  bajo  la  coordinación de la  Prof. Eugenia  Iturriaga,  y dependemos  en un todo de la Fundación.

Realizamos  una prueba  piloto en dos  instituciones  educativas e nuestra ciudad  con resultados  muy estimulantes.

En el transcurso del  año  2006  hemos logrado  ampliar los alcances del Programa,  incorporando  voluntarios  y brindando  experiencias  de lectura a  una  mayor  cantidad de niños.

Abuelas/os  Cuenta  Cuentos  puede  ser  cualquier  persona, de cualquier  edad y sexo, con  tal de que  tenga la voluntad  de leer narraciones literarias a niños  en edad  escolar.

El  principal  rasgo diferencial  de  esta  experiencia,  respecto de  otras  que  se  llevan a cabo en el país,  es que en   nuestro caso   se  trata de lectores,  no  de narradores  orales.

Esto significa que toda la actividad gira  entorno  al  objeto  LIBRO,  del ual  se  intenta transmitir  su  valor  simbólico de manera de fomentar así  la lectura desde la primera  infancia.

Las satisfacciones  que  los adultos  obtenemos    realizando  este  voluntariado,  se  ve  expresado  en   la atención  que   ponen los niños  al escuchar  nuestros  relatos,   la capacidad  de  asombro  detectadas  en  sus  caritas  y el amor  expresado  en  sus  mensajitos  y expresiones  gráficas.

Por María  Esther  Allende
[email protected]

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