Conduzca su
vehículo por un camino recto y regular, un día que no haya vientos demasiado
fuertes.

Sostenga el
volante con suavidad, sin ejercer ningún tipo de fuerza. El vehículo debería
seguir una línea recta sin necesidad de que usted lo dirija.

Si no es así,
revise la presión de las ruedas. Todas tendrían que tener la misma presión, si
no es así lleve su vehículo a que le inflen los neumáticos.

Si los neumáticos
se apoyan sólo en la parte central, tienen demasiado aire; si algo de las
paredes tiene contacto con el piso, necesitan más aire.

Muchas veces la
tendencia de un vehículo a desviarse a uno de los lados
es debido a las cubiertas. Vuelva a conducir sobre un camino recto y regular. Si
todavía tiende a irse hacia uno de los lados, deberá
llevarlo al mecánico para que le haga una alineación.

Deténgase y
observe que las cubiertas tengan un desgaste parejo, si no es así es a causa de
una mala alineación.

Una alineación
se debe hacer luego de cualquier accidente, por más pequeño que haya sido y aunque
usted no note ninguna irregularidad en el manejo. Cuando haga la alineación
aproveche para hacer revisar el sistema de suspensión.