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El calcio y la pérdida de peso

El calcio es fundamental para el correcto funcionamiento de nuestro organismo. Sin embargo, por algún extraño motivo, suele dejarse de lado a la hora de planificar una dieta para adelgazar.

En
este artículo haremos un pequeño repaso de la importancia del calcio en nuestra
dieta, más precisamente de las complicaciones que puede traernos el empezar con
un régimen alimentario restringido (en particular, en el caso de aquellas
personas que desean perder peso) en el que no tomemos en cuenta aportar a nuestro organismo las cantidades adecuadas del mismo, concentrándonos en
cómo
puede ayudarnos a perder peso y en combatir algunos mitos que se pueden generar
en torno a la ingesta del calcio, en particular a través de la forma más común
de consumirlo, que es, por supuesto, como parte de la leche y de los productos
lácteos, los cuales suelen estar asociados con la idea de que son productos que
engordan y que por lo tanto es mejor evitar cuando estamos tratando de perder
peso.

El
calcio es uno de los elementos químicos más comunes, que no se encuentra en
estado natural en forma libre, sino como un componente de otros compuestos. Es
en particular de los más comunes de encontrar en cualquier suelo, especialmente
en forma de mineral.

En
el cuerpo, cumple funciones dentro de los huesos, siendo necesario para
mantener los huesos fuertes. Una dieta con alto contenido de calcio previene la
osteoporosis, además de ayudar a la pérdida de peso.

Dieta Equilibrada 

Hay
algunas cosas que hay que tener en cuenta cuando empezamos una dieta.
Principalmente, estar seguros de que el cambio en nuestra alimentación que
estamos realizando es favorable para nuestra salud, que más allá de perder
peso -el cual seguramente es nuestro objetivo primordial (en los casos de los
que estamos hablando, donde no estamos forzados por cuestiones médicas a
mejorar la forma en que comemos)- también estamos manteniendo un balance
correcto entre los diferentes nutrientes, vitaminas y minerales, y que no nos
estamos arriesgando a un problema de salud por causa de la búsqueda de una pérdida de peso acelerada.

Es
probable que no sepamos exactamente qué es lo que deberíamos consumir, pero
para eso está nuestro médico que nos puede ayudar. La consulta a un
nutricionista es vital para esto. El se puede asegurar de que todas las
posibilidades están cubiertas y que no nos falta nada. Una dieta debe ser
equilibrada y no decidida de forma azarosa.
 

Falta
de Calcio
 

Considerando
lo que veníamos diciendo en el párrafo anterior, hay algo que debemos decir:
muchas de las dietas más de moda, de las que ofrecen una pérdida de peso más
rápida y sostenida pecan de una falla importante: tienen un muy bajo contenido
de calcio.

Esto
se basa en la premisa que ya mencionamos, de que los productos lácteos 
engordan. O sea, que parten de un error y por eso pueden tener consecuencias
no deseadas en nuestro organismo. Nos referimos, por supuesto, a ciertos problemas
de salud que acarrea la falta de nutrientes esenciales en nuestros huesos.

Inclusive,
la falta de calcio es uno de los factores determinantes en el aumento de las
posibilidades de contraer osteoporosis, una atrofia ósea caracterizada
anatómicamente por el adelgazamiento de las trabéculas y de la corteza de los
huesos y un ensanchamiento del espacio medular de los mismos. 

Esto genera, por
supuesto, un debilitamiento de los huesos afectados, que reduce su resistencia,
aumentando la posibilidad de roturas y lesiones óseas. Es una enfermedad que
tiende a aparecer con la edad, pero que es muy favorecida por la falta de
calcio en los huesos.

Bien,
como estábamos diciendo, muchas de las dietas
más comunes no proveen de suficiente calcio al cuerpo y agotan las reservas de
nutrientes de los huesos. La pérdida ósea es difícil de recuperar, además, por
lo cual es una buena idea no entrar, directamente, en esta espiral descendente. 

Evidencia
científica
 

Recientes
investigaciones realizadas en Estados Unidos demuestran que aquellos que -de
forma constante y consistente- limitan lo que comen y las cantidades que comen
para evitar subir de peso, pueden estar atacando la salud de sus huesos.

Esta
investigación puso su foco principalmente en las costumbres alimentarias de la
gente joven que realiza dietas, en aquellos que, por un motivo u otro (ya sea
por bajar de peso u por motivos de salud específicos) restringen lo que comen.

Los
resultados fueron concluyentes, aunque difícilmente sorprendentes. El grupo de
las personas con alimentación restringida tenía los indicadores más claros
de falta de fuerza y salud en sus huesos: una baja densidad mineral y de
contenido de minerales en los huesos. O, por lo menos, sus niveles eran mucho
más bajos que los de aquellos en el grupo de control, grupo determinado por
quienes no se cuidan en lo que comen. 

Calcio
y Grasas
 

Como
dijimos, para mantener la salud y la fortaleza ósea, es vital el consumo de las
cantidades correctas de calcio, como así también la realización de una
actividad física adecuada.

Pero,
además, e internándonos en el que probablemente sea el tema que más nos
interesa, hay que ver la relación que se establece entre el calcio y las
posibilidades de perder peso. Después de todo, este fue el motivo por el que
empezamos la dieta, y poder cumplir con nuestras expectativas de adelgazamiento
también es importante.

Las
dietas ricas en calcio parecen estar tomando el centro de la escena y hay
motivos lógicos para esto.

Muchos de los últimos estudios médicos en el área de la pérdida de peso
nos demuestran que, en vez de ser contraproducente como se solía pensar, el
consumo de calcio en la dieta es también un factor fundamental y una
herramienta muy útil a la hora de quemar grasas, y que es una de las sustancias
que más pueden ayudarnos a la hora de reducir el volumen de grasa en nuestro
cuerpo.

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