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¿Es usted un ganador o un perdedor?

Ser exitoso parece ser una premisa básica en las sociedades modernas. Existen algunas características determinantes de esta predisposición al éxito, pero los ganadores se hacen y todos podemos serlo, si tenemos las reglas claras.

La
premisa de la victoria está basada en el hecho de que la escasez existe en
nuestro mundo. Tenemos, como seres humanos, gustos insaciables, pero la
realidad es que no tenemos todo lo que necesitamos o queremos. En el sentido de
la pérdida, la victoria es esencial para sobrevivir a eso, por ello tendemos a
ir a grandes pasos para sobrepasar los momentos difíciles y ganar. 

La actual definición de triunfo difiere dependiendo del ámbito: en los
negocios, muchas personas o compañías pueden ganar, en cambio en los deportes,
la tendencia es a que haya un campeón. Esto permite que haya más que hacer en
el horizonte: en los deportes, el tiempo es finito, mientras que en los
negocios tiende a ser infinito.

En cada caso, tanto en el cuándo se hace y qué se hace para ganar,
independientemente de la actual definición o del ámbito, los factores
requeridos están basados en el deseo de ser visto como el mejor. Una percepción
de victoria es tan importante como el ganar. Después de todo en la lucha de
poder, podemos ganar una batalla pero perder la guerra.

Nadie
nace como un ganador

A
diferencia del pasado, el hecho de que el haber nacido dentro de un entorno
privilegiado no asegura automáticamente que usted se convertirá en exitoso.
Cómo usted mismo elige vivir su vida determinara el nivel de éxito.

En
otras palabras, nadie nace como un ganador, uno se convierte en eso. Los
líderes no nacen, se hacen, y lo mismo es cierto con los ganadores.

El
éxito engendra éxito

A
menudo, cuando un equipo deportivo profesional entra en una racha perdedora, la
racha se convierte en el más grande obstáculo a vencer. En ocasiones, algunos
equipos construyen una racha ganadora y la sostienen, ayudados por el hecho de
que el acto de ganar afirma su propia confianza y provoca temor en sus
oponentes.

El
éxito es absoluto

Como
lo hemos mencionado antes, los negocios difieren de los deportes en el sentido
que en los negocios, mucha gente puede ganar. En ese contexto, el éxito es
relativo. En cambio en los deportes, el éxito tiende a ser absoluto: hay sólo
un equipo que se convertirá en campeón.

Esto no pretende sugerir que ganar en los negocios es fácil, de todos modos, la
misma escasez existe en el comercio: hay solo un jefe, hay sólo una persona que
gana más que los demás y hay sólo una persona que obtiene la promoción. 

Eso es porque, aún cuando el éxito pueda aparecer como relativo, es actualmente
absoluto. Entonces, ¿cómo puede usted ganar?

Los
ganadores se autoconvencen

¿Por
que algunos ganadores son tan arrogantes? ¿Han nacido arrogantes? Por supuesto
que no, pero una cosa engendra a la otra, muchas veces. Si usted quiere una
razón de por qué dos naciones, empresas, equipos o personas creen que ganarán
no importa lo que suceda, es porque están convencidos de que así será, no
importa cuáles sean las condiciones objetivas.

Ganar
aumenta la confianza y cuando eso sucede muy a menudo, la confianza puede
convertirse en arrogancia y aires de superioridad.

Los
ganadores se entregan por entero

Si
usted mira la lista de ganadores y la lista de perdedores, usted también verá
que además de trabajar duro y ejecutar lo planeado, los ganadores van a fondo
para lograr sus objetivos.
El problema en los negocios es que la victoria significa tener más ingresos que
egresos, en otras palabras, maximizar los resultados por sobre la inversión.

En
los deportes, existe el riesgo de que una sola jugada provoque la victoria o la
derrota. En los negocios, en cambio, el éxito es el resultado de una estrategia
defensiva En ocasiones, dos empresas pueden
competir por un mercado, pero el que esté parado al final del duelo puede ser
el que no apretó el gatillo.
En este contexto, se debe comprender que el costo de una victoria puntual puede
ser la derrota final.

Los
perdedores buscan excusas

Así
como los ganadores que creen en su derecho a ganar, algunos perdedores creen
que ellos están bajo una maldición. En otras palabras: el que es perdedor una
vez lo es siempre. 


Ganar: ¿a cualquier costo?

Los
ganadores a veces tienen que llegar lejos para ganar. El problema está en la
ética que ponen en juego.
En algunas instancias, la victoria es algo secundario cuando el precio es que
su conciencia no lo deje dormir por las noches.
Pero para algunas personas, la única cosa que sirve es triunfar, a cualquier precio.

Nadie le dirá qué es lo bueno y qué es lo malo, solo usted lo sabe.
Pero asegúrese de que puede responder a las críticas, porque si hay una cosa en
común entre perdedores y ganadores es que a ninguno le gusta reconocer y
enfrentar las consecuencias de sus actos.