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Practicar deportes no es solo para jóvenes

Los mayores también podemos practicar deportes, pero debemos tomar los recaudos necesarios para hacerlo sin riesgos. Aquí algunas claves para tener en cuenta.

Pese a que a partir de cierta edad ya no
tenemos ni la agilidad, ni la habilidad de antaño, esto no es motivo para no
animarse a practicar deportes. Si se toman los debidos recaudos, cualquiera que
tenga ganas, puede realizar alguna actividad deportiva, acorde con sus
posibilidades.


En principio, hay que aclarar que aquellos que han practicado deportes con
asiduidad, deberían tener sus cuerpos mejor preparados que aquellos que llevaron
una vida sedentaria.


Pero, ¡ojo!… Que igualmente con el pasar de los años, tanto los tejidos óseos
como los musculares, por citar dos grupos, ya no tienen la misma consistencia.

A esta altura, debido al metabolismo del
calcio a nivel óseo, los huesos son más frágiles, por lo tanto nos cuidaremos
al máximo de la posibilidad de fracturas, sobre todo a nivel de caderas y radio
distal, pero también tibia y peroné.

Los movimientos de estiramiento y
calentamiento de los grupos musculares deberán ser hechos con mayor
detenimiento y cuidado. Muchos deportistas de cierta edad conocen a la
perfección sus músculos, pero no así los que recién se inician. Esos son los
que corren más riesgo.

Los esguinces son menos frecuentes en esta
edad, ya que los huesos son más frágiles y tienden a romperse, más que a las
torceduras. El sobrepeso es otro factor a tener en cuenta, de acuerdo avanza la
edad.

Pese a ingerir menos alimentos, el metabolismo absorbe más los alimentos
(y más aún si hay enfermedades asociadas). Es por eso que se recomiendan
chequeos pre-deportivos para prevenir cualquier enfermedad coronaria o
cardíaca.

Las hernias, como la inguinal o la
umbilical, también tienen un papel en esta edad. Se debería realizar la
corrección quirúrgica necesaria si el caso así lo amerita.

Otras de las afecciones a tener en cuenta
son las de los pies, como los pies planos y los juanetes que se hacen más notorios
y molestos, a medida que se avanza en años. Hay veces en que estas afecciones
ni siquiera dejan practicar deportes.

Una pequeña intervención es necesaria no
sólo para la exostosis o excrescencia del hueso sino para la desviación del
primer metatarsiano.

La cicatrización de las heridas es difícil a
esta edad, muchas veces por la diabetes o por la aparición de infecciones
típicas de esta enfermedad. La prostatitis puede llegar a ser impedimento para
la práctica deportiva.


Con estas recomendaciones lo que se pretende no es ni prohibir, ni limitar la
práctica de los deportes (sobre todo aquellos que lo hicieron durante años),
sino dejar en claro que como bien menciona el dicho “los años no vienen solos”.

Así que
un chequeo no vendría mal para quedarnos bien tranquilos y practicar el deporte
que esté a nuestro alcance.

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