Share on facebook
Share on twitter
Share on whatsapp

Los Tres Chiflados, la leyenda que nunca terminará

Los Tres Chiflados han pasado a la historia como íconos de la comedia, pero también como la representación de toda una forma de concebir al mundo. Si deseas saber toda su historia, no dejes de leer esta nota

Los protagonistas de los Tres Chiflados,
Moe Howard (Moises Horwitz), sus hermanos Curly (Jerome Lester Horwitz) y Shemp
(Samuel Horwitz) (junto a su amigo Larry (Louis Feinberg)) eran los hijos de
Solomon y Jennie Horwitz, una sacrificada familia de inmigrantes judíos de
Bensonhurst, Nueva York, provenientes de la pobre Lituania, en la lejana Europa
del Este.

Fue tal vez el duro camino que le toco
sortear a sus padre lo que inspiró a estos genios de la comedia a crear una
comedia anárquica, agresiva, y cínica en algunos momentos, que logró
despertar a la conformista, pero a la vez deprimida, sociedad norteamericana de
la década del treinta, rompiendo todas las normas sobre el comportamiento
“políticamente correcto” en la sociedad.

Pero el camino para formar la leyenda de
los Tres Chiflados fue duro y lleno de dificultades, recibiendo a cambio el
tributo de un público que no dudó en ovacionarlos hasta el cansancio, (el cual
dura hasta hoy en día), pero no así su correspondiente reconocimiento económico,
ya que de hecho sólo llegaron a recibir no más de 8 mil dólares por sus
producciones, y jamás consiguieron la estabilidad económica que su estrellato
les debió.

Comienza
la leyenda


Corría el año 1922, cuando Ted Healy, un
cómico de vodevil, tuvo algunas discusiones referentes a su acto de acrobacia
alemana, tan sólo un rato antes que comenzará su exhibición en el Brooklyn
Prospect Theatre, de Nueva York. El show de Healy fue cancelado, por lo que Ted
quedó sólo y decidió llamar dos de sus amigos antiguos, quienes hacía shows
de slapstick, Moe y Shemp Howard, para formar un nuevo grupo.

En su primera presentación, los tres
hicieron una función inolvidable, a la que todo el público aplaudió de pie, y
este fue sin dudas el comienzo de la leyenda de los Tres Chiflados, aunque todavía
sin su nombre.

Los Howards y Healy hicieron giras de
teatro durante tres años, deslumbrando a cualquier audiencia que asistiera a
verlos. Pero en 1925, Shemp dejó el grupo para presentarse en soledad. Así,
una noche en Filadelfia, Moe le sugirió a Ted otro artista que podría hacer un
buen reemplazo. Se trataba de Larry Fine, miembro de un equipo de canción y
baile llamado “Haney Sisters and Fine”. Larry tocó el violín e hizo
un baile ruso al compás de “My Old Kentucky Home”. Tan buena fue su
actuación, que Moe y Healy lo convocaron para ser el nuevo integrante del
grupo, formando otro trío hasta 1927.

Ese año, Moe y Larry dejaron el grupo
temporalmente. Moe quiso estar más cerca de su familia, ya que su esposa había
dado a luz a su primer hijo, y Larry se casó con una de las Haney Sisters,
Mabel. Shemp volvió a juntarse a Ted y ambos comenzaron a aparecer en el show
de Broadway “A Night In Spain”, junto con otros cómicos. Moe y Larry
regresaron al grupo en 1929, justo a tiempo para otra exposición de Broadway,
“A Night in Venice”.

Esta última, fue la primera vez que Moe,
Larry, y Shemp actuaron todos juntos al mismo tiempo. El acto tuvo varios
nombres durante sus primeros años de existencia.
Generalmente
se llamaba “Ted Healy and His Racketeers”, pero en otros momentos se
llamó “Ted Healy and His Three Southerns Gentlemen”, “Ted Healy
and His Gang” o “Ted Healy and His Stooges” aunque nunca se
denominó “Ted Healy and His Three Stooges”.

Ted era siempre el líder en las
actuaciones, y a menudo él también se quedaba con la mayor parte de la
recaudación, pero los mayores aplausos se los llevaba Moe, quién hacia sus clásicas
morisquetas frente a la parsimonia de Healy.

Finalmente, para 1930, Moe, Larry, y Shemp
se había cansado de los abusos de Healy, así como se de su constante adicción
a la bebida. Fue así que decidieron separarse de Ted y comenzar un show propio.
Para esto, contrataron a Jack Walsh para que los ayude a administrarse y
llamaron a su propio acto “Tres Lost Souls” (Tres Almas Perdidas). Ted,
por su parte, trató de reemplazar al fabuloso trío, pero jamás volvió a
gozar de una repercusión, ni siquiera mínima, con sus nuevos acompañantes.

Fue entonces que se arrodilló y les
imploró a Moe, Larry, y Shemp que regresaran con él, algo que ellos finalmente
decidieron hacer cuando tuvieron una oportunidad para ser estrellas en el
musical de Broadway de J. J. Shubert denominado “The Passing Show of
1932”.

Sin embargo, Ted recibió una mejor oferta
de Balaban & Katz Circuit y se desligó así de su contrato con Shubert,
pero no sin antes tentar a Moe y a Larry para que se unieran a él, algo que
finalmente hicieron. Shemp, sin embargo, estaba cansado de Ted, por lo que
decidió permanecer en la exposición de Shubert.

Así, al necesitar un reemplazo para Shemp,
Moe le habló a Ted acerca de su hermano menor Jerome. Ted le dio una prueba de
audición, y concordó en que Jerome se uniera, pero sólo si se afeitaba la
cabeza dejándose un rulo, algo que Jerome hizo, así como adoptar el apodo de
“Curly” (rulito).

Pero fue recién en 1933 cuando Hollywood
descubrió a los chiflados. Un agente de MGM los encaró en uno de sus actos, y
les propuso firmar un contrato de un año. Antes de esto, los Chiflados sólo
habían hecho una aparición en una película, la cual fue producida por Fox en
1930 y se llamó “Soup to Nuts” todavía cuándo Shemp estaba junto a
ellos. Durante su año de contrato con la MGM, Ted y sus Chiflados
protagonizaron varios cortos y apariciones en varias películas, entre las que
se encontraban la muy famosa “Dancing Lady” con Joan Crawford Clark
Gable.

Los
Tres Chiflados dan a luz


El éxito fue evidente, y a principios de
1934, la Columbia le ofreció a los Chiflados firmar otro contrato, aunque esta
vez sin Ted Healy. Moe, Larry, y Curly aprovecharon la ocasión y firmaron el
contrato. Así comenzó su asociación con la Columbia, donde ellos comenzaron a
ser oficialmente los Tres Chiflados, actuando sus personajes durante largos
veinticuatro años, hasta 1958, lo que significó el contrato más largo en la
historia de Hollywood.

En un principio, los Tres Chiflados
hicieron para Columbia un corto llamado “Woman Haters”, el cual era
diferente a todos los cortos que le seguirían, pues era un musical con diálogos
rimados. Su segundo corto se llamó “Punch Drunks”, en donde Curly era
un pugilista que se volvía loco cuando oía “Pop goes the Weasel”.
Este fue el único corto en el que los Tres Chiflados pudieron escribir el guión.
En su tercer corto, “Men in Black” los Chiflados hacían del Dr.
Howard, Dr. Fine, y Dr. Howard, y gracias a su actuación consiguieron una
nominación para el Premio de la Academia, aunque perdieron con su competencia,
“Three Little Pigs”. El cuarto corto, casualmente, fue titulado “Three
Little Pigskins”.

 Pero los mismos fueron sólo el
comienzo de la leyenda protagonizada por Moe, Larry, y Curly, quienes
protagonizarían 97 cortos entre de 17 minutos de largo entre 1934 y 1946, con
un promedio de ocho por año. Este fue sin dudas el período más recordado y
celebre de la carrera de los Tres Chiflados.

En 1946, durante la filmación de la
comedia número 97 de los Tres Chiflados, “Half-Wits’ Holiday”,
Curly sufrió un ataque al corazón que lo forzó a dejar la actuación. Y luego
de seis años de retiro, Curly sufriría una serie de ataques que lo llevaron a
la muerte prematura el 18 de enero de 1952, a la edad de 48 años, no sin antes
hacer algunos bolos menores en los siguientes capítulos de los Tres Chiflados,
y siendo el Cuarto Chiflado en el capítulo número cien.

En efecto, Moe decidió que el reemplazo
natural de Curly era Shemp, quien era un gran cómico que tuvo una carrera
solista muy exitosa luego de abandonar a los Chiflados en 1932, y conocía el
show mejor que nadie, por lo que en 1946, Shemp volvió a ser una vez más el
tercer Chiflado. Moe, Larry, y Shemp continuaron en la Columbia, estrenando 77
cortos más entre 1946 y 1955. Incluso, llegaron a protagonizar su primera película,
una producción United Artists llamada “Gold Raiders”, en 1951.

Pero entonces, el 23 de noviembre de 1955,
la desgracia volvería a visitar a los Chiflados y la familia de Howard. Shemp y
Al Winston, un amigo, fueron a ver una pelea de box al Hollywood Legion Stadium.
A la salida, tomaron un taxi y Shemp encendió su cigarro. Pero sorpresivamente
se desmayó sobre su amigo al sufrir un ataque cardíaco, falleciendo al
instante, a los sesenta años. Moe había perdido dos hermanos, y Larry dos
amigos cercanos. Fue una decisión difícil para ellos, pero decidieron que el
show debía continuar.

Así, en 1956, el cómico Joe Besser fue
convocado para unirse a la actuación. Joe era también famoso para su personaje
denominado “Stinky” en el Show de Abbot y Costello, y por la voz de
“Babu” en la tira humorística “Jeannie” de Hanna Barbera.
Pero Joe no permaneció con los Chiflados durante mucho tiempo, ya que después
de dos años y sólo dieciséis cortos realizados juntos, la Columbia decidió
no renovar el contrato de los Chiflados para 1958. Así, el 20 de diciembre de
1957, los Tres Chiflados finalizarían su serie de 190 películas en
veinticuatro años.

Joe Besser también se alejó del grupo a
principios de 1958, cuando su esposa sufrió un infarto, por lo que Moe y Larry
tuvieron que enfrentarse una vez más a la decisión de continuar o no sus
personajes. Entonces, algo increíble sucedió. En enero de 1958, el canal de
televisión Screem Gems repitió 78 cortos de los Tres Chiflados, y con ellos,
toda una nueva generación de niños los descubrió, haciéndolos nuevamente
tremendamente populares. Repentinamente, los Tres Chiflados eran incluso más
famosos que lo que lo habían sido jamás, y fueron convocados para hacer todo
tipo  de actuaciones en teatro.

Así, Moe y Larry decidieron continuar su
actuación. Larry le sugirió a Moe que el cómico Joe DeRita, a quien había
visto en “Minsky’s Follies of 1958”, haría un buen “Curly”,
gracias a su estatura física. Así, DeRita se afeitó la cabeza y se unió al
show con el nombre de “Joe Curly”.

Fue entonces que Moe, Larry, y Joe Curly
protagonizaron entre 1959 y 1965 cinco películas para la Columbia, el mismo
estudio que los había despedido un año atrás.
Las
películas, se llamaron “Have Rocket, Will Travel” (1959), ” The
Three Stooges Meet Hercules” (1962), “The Three Stooges in Orbit”
(1962), “The Three Stooges Go Around the World in a Daze” (1963), y
“The Outlaws Is Coming” (1965).

Asimismo,  también protagonizaron en 1961 una película para la 20th
Century Fox llamada “Show White and The Three Stooges”. Y además
tuvieron su versión de dibujitos animados en 1965, llamado “The New Three
Stooges”.

En 1970, durante la filmación de una película
para la televisión llamada “Kook’s Tours” Larry sufrió un ataque
al corazón que paralizó la mitad izquierda de su cuerpo. Esta vez, Moe decidió
que el show no podría continuar sin Larry, y “Kook’s Tour” nunca se
terminó ni fue estrenada. Así, la última aparición de los Tres Chiflados fue
en un corto de 1968 para el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos,
llamada “Star Spangled Salesman”.

Larry falleció poco después, un 24 de
enero de 1975, a la edad de 72 años. Moe Howard murió a los cuatro meses, el 4
de mayo de 1975, a los 77 años. Joe Besser, por su parte, falleció en 1988, a
la edad de 80 años, y Joe DeRita murió en 1993, en los 84 años.

La
leyenda que nunca acabará


Pero hoy día, casi 30 años después
desde que los Tres Chiflados finalizaron su actuación, ellos son todavía
tremendamente populares, y se han convertido en un mito y una leyenda que difícilmente
pueda alcanzar otro grupo.

Sus clubes de fans de multiplican por
miles en todos los países del mundo, y constantemente los canales emiten al
mediodía o la medianoche su fantástico show. El periodista de la revista
Variety, Michael Fleming, los reconoce como verdaderos “íconos” de la
cultura popular, y hace poco edito su biografía, la cual fue filmada para el
canal de televisión ABC con producción de Mel Gibson, quien se reconoce como
un gran fanático. Incluso, el gobierno de Mongolia publicó estampillas con sus
rostros.

 Los Tres Chiflados fueron,
junto a los Hermanos Marx, Laurel y Hardy, Abbot y Costello, los más grandes cómicos
de la historia de Hollywood, y seguramente, por muchos años, varias
generaciones nuevas podrán conocer su magia y su encanto, por lo que sin ningún
lugar a dudas Los Tres Chiflados permanecerán vivos para siempre.