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Genealogía sefaradí: investigando los archivos de la Inquisición

España cuenta que una gran fuente de documentación, -que va desde el siglo doce hasta la actualidad, pasando por lo tiempos de la inquisición-, que le podría ser muy útil para la investigación genealógica sobre sus ancestros sefaradíes. A continuación, una guía para saber como hallar estos registros



Archivo Histórico Nacional (AHN) de Madrid


En primer término, podría dirigirse al Archivo Histórico Nacional (AHN) de
Madrid, donde se pueden hallar catálogos sobre los documentos publicados por los
tribunales de Toledo y Murcia. Sin embargo, debe saber que muchos de estos
documentos no están aún catalogados.


La cantidad total de registros de la Inquisición que se encuentra en el AHN se
compone de 5.344 manuscritos sueltos y 1.463 libros manuscritos, los cuales
están divididos en las siguientes cinco secciones:


a. Papeles del Concilio Supremo de la Inquisición.


b. Correspondencia entre el Concilio Supremo y otros tribunales de España.


c. Correspondencia entre el Concilio Supremo y otros tribunales de América.


d. Correspondencia entre el Concilio Supremo y otros tribunales de Italia.


5. Registros de varios tribunales en España, que fueron traídos a Madrid antes o
después de la disolución de la Inquisición. En este caso, se incluyen los casos
de los tribunales de Córdoba, Corte, Granada, Logroño, Llerena, Santiago,
Sevilla, Toledo, Valencia, Valladolid, Zaragoza. (Tenga en cuenta que cada
tribunal era responsable por una gran área, que incluía muchas comunidades).



Archivo Diocesano de Cuenca


En segundo lugar, podría dirigirse al Archivo Diocesano de Cuenca, el cual es
una importante fuente de documentación sobre ese pueblo. Actualmente, se
encuentra en preparación una guía al respecto.



Archivo General de Simancas, Valladolid


Por su parte, el Archivo General de Simancas (Valladolid), también es una gran
fuente de documentación, ya que tiene material de varias secciones. Si bien aquí
no se encuentran registros de la Inquisición, sí es posible hallar textos sobre
acciones del gobierno, que derivaron de ciertas actividades de la Inquisición.


Para manejarse en este Archivo, la mejor guía es la “Guía del Investigador,
Archivo General de Simancas”, escrita por Angel de la Plaza Bores, y editada por
el Ministerio de Cultura, Madrid, en 1992. Debe tener en cuenta, sin embargo,
que este trabajo fue realizado para aquellas personas que ya están lo
suficientemente familiarizadas con la documentación española en general, por lo
que para los principiantes no será extremadamente útil.



Archivo de La Real Audiencia, Zaragoza


El Archivo de La Real Audiencia de Zaragoza tiene muy importantes documentos
sobre el Reino de Aragón.



Archivo del Museo Canario, Las Palmas


El Archivo del Museo Canario, en Las Palmas, tienen los registros de la
Inquisición que habían sido redactados para las Islas Canarias.


También podría buscar en el Archivo de la Real Corona de Aragón para Barcelona y
Cataluña, así como revisar los archivos históricos provinciales, para hallar
posibles documentos de la Inquisición que no fueron trasladados a los depósitos
mayores, anteriormente señalados.


La Inquisición en el Nuevo
Continente


Durante los primeros años de las colonias españolas, muchos obispos se
dirigieron al Nuevo Continente para completar la tarea de la Inquisición.
Los archivos de la Inquisición que redactaron, deberían haber estado
originalmente en los Archivos Episcopales y, en algunos casos, probablemente
continúen estando de esos depósitos.


En el Nuevo Continente, fueron establecidos tres tribunales: Uno de ellos se
encontraba en la Ciudad de México (para controlar desde el norte del continente
hasta el sur de Panamá y  Filipinas), otro en Lima, Perú, (para controlar la
mayor parte de Sudamérica) y otro en Cartagena, Colombia -en ese entonces Nueva
Granada o la Audiencia de Santa Fe-, (para controlar la costa norte de
Sudamérica y las islas de Caribe).


La buena noticia, es que dos de estos archivos han sobrevivido. Uno de ellos es
el que estaba en Lima, y el otro el que se hallaba en la Ciudad de México. Este
último, se encuentra actualmente incorporado al Archivo General de Nación (AGN),
y se compone de 1.555 volúmenes ordenados entre 1522 y 1819, los cuales incluyen
los registros de la Inquisición por parte de los obispos y por parte del
Tribunal oficial del Santo Oficio de la Inquisición, el cual se estableció en
México en 1569. Muchos, (pero no todos), de los documentos redactados por los
obispos de la Inquisición contienen juicios realizados a los indios. La llegada
de la organización de la Inquisición trajo consigo una intensificada búsqueda de
los judíos que se ocultaban en el Nuevo Continente.


Los registros coloniales del AGN, que no se componen sólo de los de la
Inquisición, están muy bien organizados, y cuentan con una guía muy detallada y
fácil de entender, que orienta en la búsqueda de estos registros. La misma,
también se puede adquirir en CD ROM.


De todas formas, el CD ROM no contiene aún la lista de absolutamente todos los
documentos (tres años atrás, contenía cerca de la mitad). Sin embargo, cada
volumen de los registros de la Inquisición que se encuentran en el AGN, contiene
un breve sumario de cada uno de los archivos que se encuentran en dicho volumen,
lo cual permite que, en el caso de que allí se encuentren, se los pueda hallar
muy rápidamente.


El otro registro de la Inquisición que ha sobrevivido, como habíamos señalado,
es el de Lima. Sin embargo, los documentos que se hallaban en el tercero de
estos registros, el de Cartagena, han desaparecieron hace muchos años.


Además, la correspondencia entre estos tres tribunales del Nuevo Continente, con
la Suprema sede de la Inquisición en Madrid, se mantiene en el AHN, en Madrid.
Esta correspondencia se compone de sólo 175 manuscritos sueltos y 78 libros de
manuscritos. En los mismos, tampoco se pueden hallar muchas referencias a los
casos tratados por el tribunal de Cartagena.


Archivos notariales y de
otros tipos


Los mejores registros para realizar investigaciones genealógicas en España, son
también los más voluminosos, por lo que son también más difíciles de usar. De lo
que estamos hablando aquí, es de los archivos notariales.


Estos registros datan comúnmente del 1200”s, pero incluso también de tiempos más
lejanos, y suelen incluir certificaciones de Notarios Públicos sobre ventas de
tierra, préstamos de dinero, alquileres, etc. El gran problema que tienen, como
advertimos, es que para cualquiera un año se pueden tener 3.000 o más registros
sin ningún tipo de índices, por lo que sus datos son muy difíciles de encontrar,
incluso aquellos de los pueblos más pequeños.


Por eso, es necesario saber exactamente donde se debe buscar, en que fechas, y
no darse plazos cortos (sino todo lo contrario). También debería ser capaz (o
asesorarse) para leer el tipo de escritura de ese período. Si bien el español no
ha cambiado mucho desde que la edad media, la caligrafía sí puede verse algo
extraña. Además, muchos Registros Notariales estaban escritos de forma
encriptada, para que sean difíciles de leer, y quienes los redactaban ganasen
dinero por dar a entender lo que nadie más podía comprender.


Con todo, si se toma tiempo y paciencia, es posible que logre buenos resultados,
ya que, por cierto, todos estos registros son muy completos, y solían incorporar
también la religión de las personas que citaban, y otro tipo de datos precisos.



Registros o certificados de bautismo, matrimonio, o defunción


Otra obvia fuente de investigación genealógica, son los registros de la iglesia,
que datan también de siglos y siglos de antigüedad. Los registros o certificados
de bautismo, matrimonio, o defunción, son relativamente fáciles y rápidos de
investigar, y, teóricamente, deberían contener a toda la comunidad entera que
vivió por aquellos años.


Tenga en cuenta, sin embargo, que para revisar los registros de las Iglesias es
necesario requerir el permiso del obispo local. Generalmente no suele haber
problemas, pero nunca será usted el encargado de decidir.


Identificación del Ministerio
de Cultura


Los demás registros que se pueden utilizar en su investigación genealógica, son
los actuales registros gubernamentales, los cuales no deberían implicarle
ninguna dificultad especial: bastará con llevar a cualquiera de los archivos
principales del gobierno, -como el de Simancas, el Archivo General de Indias en
Sevill,e o el AHN en Madrid-, una identificación (DNI, pasaporte, etc.), una
carta de recomendación, y dos fotos cuatro por cuatro, y los funcionarios le
emitirán una identificación del Ministerio de Cultura, lo cual sin dudas le
facilitará todos los trámites.


Los registros notariales se encuentran mayormente en los Archivo Históricos
Provinciales locales, o, en el caso de los pueblos muy pequeños, podrían
hallarse en la oficina de alcaldes. Una identificación del Ministerio de
Cultura, debería facilitarle el acceso a estos documentos.


Tenga en cuenta, entonces, que para los tiempos de los marranos, los archivos
notariales y de la iglesia serán los más apropiados, ya que contendrán la
mayoría de la documentación de estos tiempos. Como estos registros notariales,
datan de siglos de antigüedad, muy posiblemente contendrán también documentos de
judíos y Marranos, y de sus antepasados.


Sin embargo, como los mismos son tan abundantes, y están redactados en una
escritura antigua, pueden tomar mucho tiempo de investigación. Fundamentalmente,
será necesario que esté familiarizado (o ir con asesoramiento) para entender la
escritura de esos tiempos, (bajo ningún punto de vista dirigirse a los mismos
sin asistencia o un aprendizaje previo sobre la escritura), y que se concurra
con preguntas bien concretas, como por ejemplo saber exactamente en qué año y
lugar se efectuó una determinada acción, y no “saber algo más acerca de mis
ancestros”.


¡Buena Suerte!