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Coleccionar historietas, no solo para los chicos

Todos los secretos de una afición que, tanto como inversión o como entretenimiento, puede resultar una experiencia fantástica.


Si tiempo atrás las historietas eran vistas –o mal vistas-, como un pasatiempo
de niños, hoy en día esta práctica es muy respetada incluso entre los adultos,
al punto tal de que se pueden pagar miles de dólares por un solo ejemplar.


¿Recuerda esas pilas de revistas de historietas que había ocultado en su
escritorio de la escuela, o colocado en un es lugar estratégico fácil de
alcanzar desde su cama? ¡Se sorprendería de saber cuánto podría ganar vendiendo
incluso una sola de esas viejas revistas!


Por ejemplo, la primera edición de Superman impresa en 1939, se puede revender
en muchos lugares, por un precio de entre trece mil y ciento cuarenta mil
dólares. Dependiendo del estado de la revista, usted podría tener su fondo de
retiro entero ¡al buscar en su sótano una vieja caja polvorienta!


El coleccionismo de cómics o
historietas, fue alguna vez considerado como un hobbie de chicos o a lo sumo adolescentes; pero sin embargo con el tiempo,
conseguir una colección entera de este o aquel superhéroe, pasó a ser una
práctica común para muchas personas, que están dispuestas a comprometer grandes
sumas de dinero en pos de lograrlo. Incluso hoy en día existen importantes
subastas que pueden traer a los propietarios de “cómics”, miles de dólares en un
solo día.


Una de las razones por las que las historietas han ganado mucho valor, es que
las revistas más viejas tienen naturalmente pocas ediciones en buen estado. Para
tener una copia legible de la Superman número 1, que usted debe haberla guardado
con mucho cuidado (o incluso aún, no tocado) por más de sesenta años, una
cuestión improbable para la mayoría de la gente.


Pero para los coleccionistas, estas ediciones son mistificadas, y tratadas
literalmente con guantes de seda para no dañar las imágenes y textos que se
encuentran en sus páginas.


Incluso las ediciones nuevas pueden tener cierto valor en la actualidad, aunque
por supuesto no tanto como las primeras ediciones de las diferentes tiras. Una
copia de una historieta de “Los Simpsons”, impresa hace dos años, puede
reportarle hasta veinte dólares, dependiendo del estado de la revista y la
rareza de las tapas especiales. 

Debido al auge del
coleccionismo de historietas
que hay en la actualidad, los editores están creando también un mercado de
ediciones con tapas especiales que están disponibles solo por una cierta
cantidad de tiempo, haciendo que sus precios en el mercado se disparen para
arriba rápidamente.


Recorra cualquier tienda de revistas, como el “Club del cómic” y podrá saber
cuales son las raras ediciones difíciles de conseguir, aquellas colgadas en la
pared, que quizás estén a la venta por solo unos pocos dólares, pero con
seguridad colocadas todos en una bolsa plástica claro, con un fondo de
cartulina para mantener la edición limpia y enderezada.

Mucha gente hace esto
mismo con sus propias  historietas minutos antes de salir desde la tienda hasta
su hogar, con el objetivo de preservar su revista lo más posible, para guardar
una perfecta colección en los años por venir, e inclusive llegan a comprar dos
copias, una para leer, y otra para guardar.


Obviamente que el precio de muchas colecciones ésta fuera del alcance de la niño
medio, con lo que no es difícil advertir que esto apunta a un mercado del
adulto. Pero mientras que los adultos están luchando por conseguir raras
historietas de los años 60 y 70; los niños de hoy, que advierten todo este
fenómeno, guardan todas sus historietas como una especie de inversión, esperando
que ellas les provean de dinero fresco en algunas décadas.


Mientras que algunas historietas crecen en su valor a medida que pasa el tiempo,
otras no. Hay un montón de ediciones que están a la venta por el mismo precio de
tapa, o incluso menos, por lo que no es garantía que el cómic que usted compra
hoy aumentará automáticamente de valor mañana. Como en el mercado de acciones,
no existen promesas seguras.


Así como con las historietas mismas, hay todo un mercado entero de artículos
suplementarios para guardar su colección segura y resguardada.

Las bolsas y
cajas especiales son un ejemplo, así como también los soportes adornados para
exhibir sus cómics raros en público o simplemente en su propio hogar.
Dependiendo de cuan raro sea su cómic, es posible que desee guardarlo de forma
segura. Muchas compañías editoras de historietas tienen ahora examinadores
profesionales dentro de su staff, que pueden darle una estimación aproximada de
su colección.

Al
mismo tiempo, hay miles de libros especializados que pueden ayudarle a decidir
el valor de su colección. Una referencia muy popular es la Overstreet Comic book
Price Guide una guía de precios que sólo se consigue en inglés; ésta publicación
está considerada como la mejor fuente para todos los coleccionistas de
historietas.


Pero una cosa para recordar cuando hojee este libro monstruoso para una consulta
específica, es saber que la guía de precios no garantiza que cualquier persona
deseará comprarla en ese precio. Se trata de solo una evaluación general, y una
guía de consulta para cualquier persona que compra o vende sus historietas.


Como podrá ver en cualquier tienda de cómics, lo que hoy es popular puede no
serlo mañana, y ese raro hallazgo puede no valer tanto como usted pensaba,
dependiendo de quién pueda o no estar interesado.

Si bien la mayoría de las
ediciones más viejas valen mucho más que su precio de tapa, todo depende de que
haya alguien allí dispuesto a querer comprarlo. La ley de la oferta y la demanda
también es válida para este caso.


Pero muchos coleccionistas hacen esto por amor a las revistas y/o sus
personajes, y eligen mantenerlas seguros y sanas antes de venderlas al mejor
postor. Como un recuerdo de su niñez, muchos adultos ahora las guardan como una
especie de honor a sus memorias, antes que considerarlo como inversión a futuro.

Y
es que sin dudas que estas revistas les sirven para rememorar viejas épocas, en
las que al igual que ahora, se tiraban en el suelo de su casa rodeados por pilas
de historietas, que esperan ser revisadas y saboreadas; así, de esta forma,
sienten de nuevo la emoción y la diversión que esto les proporcionaba en su
niñez.

En
el fondo, coleccionar cómics pueden ser una diversión y un hobbie muy
interesante, o bien una estrategia de inversión tanto de los adultos como de los
niños. Quizás cuando usted baje al sótano y encuentra una vieja cajas de
historietas, puede llegar a encontrar mucho más que viejos recuerdos… ¡quizá
la Superman número 1!