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Santo Domingo, entre la tradición y la naturaleza

Cuando hablamos de la República Dominicana no podemos dejar de recordar que se trata de La Española, primer punto tocado por Colón en América. Guarda, por lo tanto, la más antigua tradición española en América que, junto con su pasado aborigen y la sofisticación del mundo moderno le da a la capital, Santo Domingo, un sesgo muy particular que la vincula con lo exótico y lo internacional.

Como primera
ciudad europea en el nuevo continente, conserva un importantísimo
patrimonio
cultural
en la denominada Ciudad Colonial, emplazada junto al río Ozama y
declarada por la UNESCO como patrimonio de la humanidad, por las maravillas que
alberga.

Muchos edificios del S XVI, algunos convertidos, hoy, en cafés, hoteles o
restaurantes se ubican cerca de una amplia plaza bordeada por el Alcazar
(Palacio de Diego Colón), el Museo de las Casas Reales y un reloj de sol que
data del siglo XVII. Desde la misma plaza, puede observar el Faro a Colón
ubicado del otro lado del río, donde yacen los restos mortales de Cristóbal
Colón.

La catedral (foto izquierda), la más
antigua de América, data del año 1502. A pedido de Carlos V el Papa Pablo III
le dio status de Catedral Metropolitana y Primada de las Indias.

Ya fuera de las murallas, el parque
denominado "Plaza de la Cultura" agrupa en sus jardines cuatro museos:
Museo del Hombre Dominicano, Museo de Arte Moderno, Museo de Historia y Geografía
y de Historia Natural, la Biblioteca Nacional, el Teatro Nacional (teatro lírico).

Otros paseos
dignos de realizar son la visita al jardín zoológico, el jardín botánico y
un bellísimo acuario donde podrá apreciar más de 3000 individuos de 250
especies marinas diferentes. 

En las cercanías de la capital,
puede visitarse el parque "Los Tres Ojos". Se trata de tres lagunas de
aguas transparentes sumergidas en una impresionante cueva de 15 m de
profundidad. Se desciende en medio de una exuberante vegetación natural y
estalagmitas en formación.

Para los amantes del shopping, Santo Domingo se especializa en joyería de ámbar,
larimar y hueso, cigarros aromatizados, rhon, café y las conocidas casitas
campestres de música dominicana. Por supuesto que, como en toda capital que se
precie de tal, todas las marcas internacionales tienen una fuerte presencia.

Y, a la noche,
vaya a saborear un sancocho (chicharrones de pollo) o un delicioso pescado con
coco, después al casino y, si tiene la suerte de encontrarse con Juan Luis
Guerra, vaya a bailar merengue!

 

 

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