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La Identidad Femenina y la Terapia Floral

En el amplio jardín de las Terapias Florales, hay muchísimas esencias que ayudan a armonizar el aspecto femenino, tanto para las mujeres, como para los hombres. Ya que, independientemente del sexo, todos tenemos una imagen colectiva y heredada de la mujer en nuestro inconsciente.

Se dice que Psiquis
nace del rocío que cae del cielo: es vaporosa y liviana. En cambio, Afrodita
nace de las profundidades del Océano: posesiva, orgullosa e instintiva.

Estos
dos aspectos que hay en cada una de nosotras, coexisten complementándose u
oponiéndose. Nuestra tarea como mujeres es humanizar y suavizar a nuestra
Afrodita y divinizar, dándole dignidad y reconocimiento a nuestra Psiquis.

Una
de las esencias más conocidas del Jardín de Bach, es Chicory. El estudio
emocional que cubre esta flor, está relacionado con el sentimiento materno.

En
su aspecto negativo, se destaca el deseo de posesividad, control, lástima de sí
misma y demanda de atención. Frases típicas pueden ser: “Decime que me vas a
querer siempre”, “solo vivo para vos”, “Nadie te quiere como yo”.

Clínicamente,
los disturbios que estas personalidades Chicory presentan son: afecciones cardíacas
y ginecológicas, patología mamaria, fibromas, estreñimiento, depresión,
hipertensión arterial, problemas del aparato urinario, sistema endocrino, manos
y brazos. En general son personas que manipulan a los otros, por medio de las
enfermedades.

El
aspecto positivo que esta esencia despierta es la de aprender a dar sin esperar
nada a cambio, permitir el crecimiento de los otros (pareja, hijos, amigos) y el
propio. Ofrecer incondicionalmente amor.

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