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Consejos para dejar de comerse las uñas

Algunos consejos que pueden aliviar la perjudicial compulsión a comerse las uñas

La onicofagia es el nombre científico que se le da al hábito de comerse las uñas. Es un trastorno que suele presentarse en la infancia y adolescencia y debe tratarse lo antes posible para evitar que esta costumbre se enfatice o haga crónica.

Es cada vez más habitual recibir gente adulta con este trastorno. Los padres no le dan importancia al problema y por eso se arrastra hasta la adultez, cuando ya es imposible que se revierta.

Se puede controlar siempre y cuando el paciente tome conciencia de lo que está ocurriendo y quiera enfrentar las causas.

En muchas ocasiones estos adultos comenzaron con este vicio de pequeños al ver a sus propios padres morderse las uñas, es ya un hábito incorporado naturalmente.

En la mayoría de las ocasiones se debe a trastornos de ansiedad, nerviosismo y baja autoestima. Todo esto se puede tratar siempre y cuando se haga a tiempo”, aconseja la psicóloga argentina Sofía Sánchez Martí.

Siempre es recomendable consultar con un especialista ya que si el hábito se agrava se pueden ocasionar heridas en las uñas.

Características de la onicofagia

Se presenta cuando hay estrés, ansiedad y nerviosismo.

Se asocia también al aburrimiento, al hambre y a la inactividad.

Se relaciona con casos de timidez, frustraciones acumuladas y baja autoestima.

Trucos para no comerse las uñas

Al conducir un vehículo mantener las dos manos en el volante.

La mejor manera de descarga tensión es realizar alguna actividad manual que permita distraer la necesidad.

Al leer un libro, periódico o revista lo mejor es mantener ambas manos sujetando el material de lectura o tener una de las manos fijas en el papel, haciendo presión.

Al escuchar hablar a alguien, las manos pueden ir inconscientemente a la boca. Para evitar dicha acción, colocarlas en los bolsillos, jugar con algún objeto o sujetar algún elemento que sirva de distracción.

Si nada de esto causa efecto porque el impulso es mucho más fuerte, pintar las uñas con esmalte transparente y que contenga sabor amargo. De esta manera, al llevar las uñas a la boca se recordará que mejor evitar esta pica. También se puede utilizar algún ingrediente picante.

Al sentir ganas de llevar las uñas a la boca, golpear con la yema de los dedos suavemente en la superficie. Este mecanismo las fortalece y les da resistencia.

Las técnicas de relajación son muy útiles. El yoga, los deportes o entretenerse con algún hobby dan muy buenos resultados.

Más allá de estos consejos, se recomienda acudir a un especialista que ayude a desentrañar la verdadera causa que se esconde tras este hábito, ya que una vez que se conozcan las verdaderas razones, es mucho más fácil lidiar con esta conducta.

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