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Como el lápiz, un cuento gerontopedagógico

Un “cuento gerontopedagogico”, con la intención de transmitir la importancia de cuidar el funcionamiento cerebral, soportar el malestar en la cultura aprendiendo, reparar los errores, acompañar los cambios de imagen corporal y valorar la persistencia de la memoria…

El niño miraba al abuelo escribir una carta. En un momento dado le preguntó:

– Abuelo: ¿estas escribiendo una historia para mí? El abuelo dejo de escribir, sonrió y le contestó:

– Estoy escribiendo algo para ti, es cierto. Un cuentito, donde te explico porqué me gustaría que tú fueses como un lápiz.

El niño miro el lápiz intrigado y no vio nada especial en él, entonces  pregunto:

– ¿Que tiene de particular un lápiz? ¡Yo no quiero ser tan negro y finito!  El abuelo le respondió:

– Todo depende del modo en que lo mires.  Hay en él cinco cualidades que si consigues comprenderlas y sostenerlas, harán de ti una persona con grandes cualidades, y vivirás en paz contigo mismo. 

Lo que puedes aprender del lápiz…

Primera cualidad: Nunca debes abandonar el lápiz. Puedes escribir textos diferentes y no olvides nunca que, existe un dueño que guía tu escritura y  producción.

A ese dueño, lo llamamos cerebro. Y para que él se conserve, debes dejarlo escribir con libertad y producir toda tu vida, desde ahora, hasta muchos años más de los que yo tengo. Ya ves, sigo con el lápiz en mano, escribiendo.

Segunda cualidad
: De vez en cuando necesitas dejar lo que estás escribiendo y usar el sacapuntas.  Eso hace que el lápiz sufra un poco, pero al final, estarás  más afilado y capacitado para el buen trazo, vale decir, la buena decisión.

Por lo tanto, debes ser capaz de soportar algunos dolores o ciertos malestares, y esto te hará crecer fuerte como persona.

Tercera cualidad
: El lápiz siempre admite que usemos una goma para borrar aquello que no nos salió como queríamos.

Entiende que corregir algo que hemos hecho es importante para mantenernos en el camino de la justicia y tolerancia hacia nosotros mismos.

Cuarta cualidad
: Lo que realmente importa en el lápiz no es la madera ni su forma exterior, sino el grafito que hay dentro.

Por lo tanto, cuida siempre de lo que sucede en tu interior, aunque por afuera se despinte o tengas algunas líneas por el paso de los años.

Ya ves, mi rostro,  como el lápiz, tiene algunos surcos que se llaman arrugas.

¿Las ves? Pero ellos no han cambiado el grafito  que llevo adentro, y éste es tan bueno como siempre.

Quinta cualidad
: Siempre el lápiz deja una marca. De la misma manera, has de saber que todo lo que produzcas en la vida, dejará trazos, huellas o recuerdos. 

Por eso intenta pensar y moldear con plasticidad  lo que produces y buscas  para ti,  ya que tu producción,  afectará  también a los demás. 

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