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Limpiar la mente todas las mañanas: un perfume cuaresmal para renovar sus sueños

Según la antigua tradición católica, para vivir la cuaresma en profundidad era necesario haber vivido bien el carnaval. Se trataba de quemar en nuestro “desierto” la máscara carnavalesca que nos ponemos para ser admirados y excusados de nuestros desamores…

Sólo si se descubre la máscara en serio, hay conversión y penitencia. Si no, nos deformamos y alienamos empobreciendo nuestra existencia. Sacarse la máscara es imprescindible para vivir la experiencia de resurrección de la pascua compartida. 

Para Jesús, ir al desierto "guarida de demonios y lugar de prueba", fue tal vez enfrentarse a la imagen del mesías davídico todopoderoso que reclamaba la gente. Necesitó hacer silencio para escucharse y descubrir el sentido de aquella experiencia espiritual suya tan inédita. Una experiencia que comenzó en su infancia, “rumiando” su vida con los más cercanos.   

La terapeuta Patricia Haschel relataba que un disertante colgó frente al público una gran hoja de papel blanco. Con un marcador negro dibujó luego una mancha irregular y preguntó  ¿Que ven aquí?:

Uno tras otro los presentes fueron contestando: Una mancha negra. Eso supuse, dijo el orador. Ninguno de ustedes se enfocó en la hoja blanca, aunque tiene una superficie mucho mayor. 

¿Cuál es la conversación en la que nos enfocamos más asiduamente? ¿En todo lo que tenemos o en lo poco que  nos falta? ¿En todo lo que sabemos o en lo mucho que no conocemos? ¿En todo lo que podemos o en lo que nos gustaría pero no nos sale?. 

De la conversación en la que nos enfoquemos dependerá el estado de ánimo que transitemos. "La emoción que se siente no existe por si sola, sino por la explicación que uno brinda".

Nuestro estado de ánimo determinará en gran medida nuestra predisposición a la acción, y ella, los resultados a obtener.

Si los resultados no son los esperados o nos disgustan, tal vez la clave esté en el comienzo. Pensemos en los motivos que dispararon la acción hacia esos resultados.

Tal vez el error estuvo allí. Por eso es tan importante buscar las mejores razones para llevar a cabo una acción. Esas de las que estamos realmente seguros y nadie puede cambiar. 

¿Alguna vez alguien nos dijo que nuestros sueños eran tontos? 

Después de la primera prueba artística de Fred Astaire, el informe del director de pruebas de la M.G.M. fechado en 1933, decía: ¡No sabe actuar! !

¿Que hizo Fred Astaire después de semejante declaración? Se ve por sus resultados.

Louise May Alcott, la autora de Mujercitas, era impulsada por su familia a conseguir trabajo como mucama o costurera. No escuchó los juicios de su familia y sí lo que ella pensaba de sí misma.

Beethoven tocaba mal el violín y su profesor consideraba que no tenía futuro como compositor. Como era sordo no pudo escuchar esta crítica ¡que suerte!

Los padres del famoso cantante Enrico Carusso querían que fuera ingeniero. Su profesor decía que no tenia voz ni futuro.¿Qué lo habrá motivado a seguir intentándolo?

Charles Darwin, padre de la teoría de la evolución, abandonó la carrera médica mientras el padre le decía: Lo único que te interesa es capturar ratas. ¿De qué otra manera hubiera podido el padre entender su interés por las ratas?

El director de un diario despidió a Walt Disney por falta de ideas. Walt Disney quebró varias veces antes de construir Disneyland. Para que se concrete ese parque alguien antes tuvo que soñar en super grande. Casi delirar.

Albert Einstein no habló hasta los cuatro años y no leyó hasta los siete. Su maestra lo describió como mentalmente lento, insociable y encerrado siempre en sueños tontos.

Henry Ford fracasó y quebró cinco veces hasta que finalmente  encontró caminos para crecer comercialmente. El sabia que sus errores servían como espacios de aprendizaje.

Winston Churchill no aprobó sexto grado. Llegó a Primer Ministro recién a los sesenta y dos años, luego de una vida de derrotas y reveses hizo sus mayores contribuciones cuando era un hombre mayor.

Dieciocho editores rechazaron el cuento de Richard Bach Juan Salvador Gaviota, antes de que MacMillan lo publicara finalmente en 1970. Cinco años después había vendido mas de siete millones de ejemplares solamente en los Estados Unidos.

Decía  Jeffrey B. Swartz. "Una de las cosas mas valiosas que he aprendido es que no siempre tengo que tener razón."    

¿En qué pensamientos conviene enfocar mis desiertos matinales? ¿Qué nos puede llevar a crecer y ser más libres?

Solo nuestra conversación interna, y no lo que dicen los demás o las circunstancias deben condicionar nuestro "animus" (el Espíritu que tenemos de Dios). Es en nuestro desierto cuaresmal donde debemos buscar lo que realmente queremos.

"La persona que realmente quiere hacer algo encuentra la forma de hacerlo de la mejor manera. Se trata de sabernos programar para amar cada mañana, sin buscar excusas." 

El Anam Cara es nuestro amigo del alma. El que nos pone en contacto con nuestra conversación interna y nos ayuda a desarticular lo que nos impide ver con claridad y nos frena.

Nos asiste para abrirnos al aprendizaje y  adecuarnos a los cambios del contexto mientras ampliamos nuestra interpretación para ver las cosas de otra manera.

Nos ayuda a comprometernos con nuestros objetivos, a orientamos hacia las metas soñadas, aprovechando nuestros recursos y talentos personales, a transformar los problemas en oportunidades y a dar sentido a lo que hacemos.

En nuestros desiertos solo debemos buscar amigos así. Auguro que en sus desiertos descubran sus “Anam cara” y se abstengan de relaciones tóxicas que los desvían del camino que los puede llevar a concretar sus sueños.

Porque de eso se trata, de estar parados en nuestros sueños. No en la máscara que nos ponemos para hacer realidad los sueños de los otros.    

Nadie que ha crecido espiritualmente dando excusas puede amar de verdad, pues “Amar es siempre dar, tomar y soltar”.
     
Buena cuaresma. Que descubran el sueño interno que Dios ha sembrado en su corazón y encuentren el camino para hacerlo realidad en sus vidas, con confianza, sin excusarse ni defenderse.

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