El primero de octubre, el cupo de visas H-1B, que son fijadas
anualmente por el Congreso, bajó de 195.000 a 65.000.
Según los especialistas, es poco probable que el Congreso suba el límite en el
corto plazo, y es bastante posible que el número no sufra ningún incremento.

Sin embargo, incluso en una economía recesiva, es probable que 65.000 vacantes
no sean suficientes para cubrir la demanda de visas de trabajadores
profesionales.
En el año fiscal que terminó el 30 de septiembre de 2003, el gobierno emitió
alrededor de 76.000 visas H-1B, y si la economía comienza a mejorar en el
próximo ejercicio económico, la demanda de visas H-1B probablemente aumentará.

Esto significa que ya hay un exceso de 32.000 visas, incluyendo los
casos pendientes y las 6.000 visas H-1B reservadas a los nuevos acuerdos de
libre comercio con Singapur y Chile.

Esto significa que sólo quedarán disponibles cerca de 33.000, lo que hace
pensar que en pocos meses se alcanzará el cupo.

Excepciones

No todos los solicitantes de visa H-1B tienen que ajustarse al
cupo establecido.
Las visas estarán todavía disponibles para los solicitantes de enmiendas,
extensiones, y transferencias.
El límite tampoco se aplica a los solicitantes patrocinados por institutos de
educación superior, organizaciones no lucrativas de investigación, y
organizaciones de investigación de gobierno.
No está claro, en cambio, si los médicos que se acogen al waiver State 30”
están incluidos en el cupo o no.

¿Qué pasará?

La última vez que se alcanzó el cupo para las visas H-1B
fue el 21 de marzo de 2000, por lo que la actitud de las autoridades ante los
diferentes casos que pueden darse solo puede suponerse en función de lo que
hicieron en esa oportunidad.

En ese sentido, es posible que el USCIS haga un anuncio en el Registro Federal.
El anuncio probablemente dirá al público que las aplicaciones adicionales de
H-1B que se reciban después del anuncio, no serán adjudicadas hasta que estén
disponibles visas H-1B adicionales.
Es probable que se cuente el número de casos ya aprobados y el número de casos
en trámite, y cuando ese número llegue a la cantidad tope, se frenarán las
adjudicaciones.

Para esto, es probable que la agencia sólo tome solicitudes con fecha de
comienzo al primero de octubre de 2004.
Los casos recibidos en donde se pide una fecha de comienzo más temprana,
probablemente serán devueltos junto con el honorario abonado.
Si el USCIS se equivoca en sus cálculos y un caso es aceptado, pero la visa no
está disponible verdaderamente, es probable que se siga adelante y se adjudique
el caso con una fecha de comienzo del primero de octubre, y se “descuente” al
solicitante del cupo del año fiscal siguiente (2005).

La última vez que el límite se efectivizó, los empleadores no dispuestos
a esperar hasta el próximo octubre para que el empleado comience a trabajar,
tuvieron que notificar por escrito que querían retirar la petición.
Si la petición ya se había aprobado con una fecha de comienzo al primero de
octubre siguiente, se suponía que el empleador debía notificar al INS por
escrito que quería que la petición se revocara. Pero en ninguno de estos dos
casos el INS reembolsó los aranceles de aplicación.

Estudiantes y visas de intercambio

Nuevamente,
sólo se puede suponer según lo que sucedió en 2000, es decir la última vez que
el cupo se alcanzó.
En ese momento, el INS adoptó la política de extender la vigencia de las visas
de no-inmigrante F y J hasta el nuevo año fiscal o hasta que la petición H-1B
se adjudicara, siempre que hubieran presentado en tiempo y forma la solicitud
de visa H-1B.
Los dependientes, con visas F-2 y J-2, también se beneficiaron con la extensión
de la vigencia de sus visas.
Se debe tener en cuenta, sin embargo, que este beneficio permite residir
legalmente, pero no trabajar.
De todas formas, el INS permitió a tales personas recibir adelantos y primas
por firma de contrato, en tanto no se trata de un pago por servicios prestados.