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Las Derivaciones del Coraje: Matemática fundamental para el Emprendedor

Hay muchas posibilidades de que, cuando el miedo expande sus tentáculos, nos desconectemos temporalmente de nuestros desafíos y responsabilidades, encontrando justificaciones para volver a realizar un trabajo rutinario, dar una sugerencia esperable a nuestro cliente, encarar la misma rutina en forma segura y seguir adelante, dejando a nuestra pasión herida en su esencia. Como Coach, no deje que le pase. Como emprendedor, conquiste al miedo; desarrolle hoy su coraje y decídase por aquella la opción que lo hace crecer (y no la más segura)…

“ Las cicatrices que adquieres mientras ejercitas el coraje nunca te harán sentir inferior”
D. A. Battista

Asertividad, proactividad, pero… ¿coraje?

Alguien de ustedes puede nombrar algo – de alguna significancia – que haya hecho en su vida y que no hubiera requerido algo de coraje?

O mejor dicho: ¿hizo algo hoy que hubiera requerido coraje, que hubiera desafiado sus recursos internos y haya puesto a prueba tus fortalezas?

Claro que lo hizo, aunque no sé si hoy. Usted ya tuvo coraje, aunque no lo recuerde. Pero recuerda cómo lo ejercitaba y las derivaciones que tenía eso?

En Matemática, la ‘derivada’ es el ‘resultado de un límite’, aunque – podría pasar (según los textos) – que no existiera tal límite…

Si hiciéramos un paralelismo con la pasión emprendedora, diríamos que las derivaciones que podría tener un acto de coraje en un momento determinado tienen repercusión profunda en los límites mentales que nos impusimos en cierto momento, es decir, dejan en descubierto que éramos capaces de lograr más de lo que pensábamos.

Dichas derivaciones se traducen en un ‘yo puedo’, en un ‘al fin lo hice’, en una sensación interna de alineamiento personal y en una nueva versión de la propia personalidad, una que incluye a la asertividad como un nuevo rasgo de competencia personal.

Pero fíjense la segunda parte de la oración “podría pasar que no existiera tal límite”… Las matemáticas nos están dando una pista: ¿alguna vez se ha preguntado hasta dónde sería capaz de llegar si no existiera ‘tal’ límite?
¿Cuántos de los límites que piensa debe respetar son inventados o fruto de un legado que alguien más le dejó?

Siendo honesto, sus límites… , todos ellos, no los conoce. ¿Qué pasa si se anima a dar sólo un paso más desde el extremo actual de su mejor performance?

Hagamos una salvedad: no hablo de traspasar los límites morales, éticos ni de buenas costumbres; hablo de animarse, día a día, a hacer algo que uno no se hubiera creído capaz, y eso va desde saludar con un buen día sincero al colectivero, pedir una silla adicional a gente de otra mesa, contactar a un cliente o proveedor del extranjero (y así practicar inglés), reclamar a una empresa de servicios una factura mal calculada, convocar a una reunión para presentar una idea innovadora o plantearle a un socio los costos ocultos de una posición indulgente…

Todas son acciones que, de realizarlas, cambiarán el rumbo de su día, de su futuro cercano… o de su vida.

¿Cómo se empieza?

Vamos un ejemplo concreto de mi historia personal reciente:

Días atrás estaba sentado en un Delicity del centro porteño. Cerca de mi mesa habían sentadas unas 10-15 personas, pertenecientes a una empresa de la zona, que comenzaban a hacer un ‘Round Robin’ (a presentarse) antes de comenzar con el tema que los convocaba. Al escuchar a los primeros participantes, entendí que se trataba de un tema vinculado a los recursos humanos (del tipo ‘cómo retener y motivar a nuestra gente’), por lo que, disimuladamente, entorné ni notebook y comencé a prestar atención al tema.

Un poco por curioso, otro poco por vicio profesional y otra pizca por esta vocación de ayudar, fui organizando mis pensamientos (la lógica) y buscando el coraje (la emoción) como para animarme a decirle, en el mejor momento y a quien facilitaba la reunión:

‘ ”Buen día, soy A.D. y ´fui testigo voluntario de su reunión´, he aquí un resumen de los puntos principales de su discusión; se que es un tema confidencial y por eso estoy a punto de entregarle estas hojas, a menos que quiera darme su e-mail, para que le envíe una propuesta de solución que contemple el diagnóstico que acabo de hacer, junto con algunas ideas de lo que nuestra empresa podría hacer al respecto”

Del dicho al hecho hay un largo trecho, dice el refrán, pero se olvidó de decir también que en este mundo hay emprendedores, y que del dicho al hecho hay una distancia inversamente proporcional a la determinación por alcanzar nuestros sueños.

Demás está decirles que lo hice, conseguí el e-mail, me entrevisté con el Director General de la empresa (¡una multinacional de aquellas!) y en breve estaremos trabajando juntos.

Pero eso no es lo que importa, ya que el ejercicio del coraje es lo que moldeará en definitiva tu carácter

Estos son los tres puntos que sirven (y me sirven) para reconectarse con los propios sueños:

Asegúrate de saber lo que quieres. El coraje tiene que ver con tomar decisiones y las mejores decisiones son aquellas alineadas con los propios valores, trascendiendo así el éxito o fracaso superficial de la intervención per-se, y valorando la integridad que la contiene.

Si tienes claro el motivo fundamental que le dará poder a tu acción, nada te impedirá trasladar tu energía hacia el objetivo que persigues.

Actúa. No te quedes quieto, pretendiendo que lo hiciste. No te quedes preguntándote qué hubiera pasado si hubieras ido, si le hubieras hablado, si lo hubieras intentado…

Recuerda que tu creaste tus circunstancias actuales por las decisiones que tomaste en el pasado. Crea hoy tu pasado, un pasado lleno de coraje, cuando de acá a dos años-vista mires hacia atrás.

Hoy será algún día de tu pasado en los próximos años. Tienes la habilidad para transformar totalmente cualquier área de tu vida, y todo comienza con tu derecho de elegir.

No te preocupes. Acabo de leer una frase simple, pero que me parece genial y aprovecho para compartirla contigo: ‘la preocupación es el uso equivocado de la imaginación’. Si la preocupación es pensar en las cosas malas que podrían suceder, el coraje es pensar en las posibilidades existentes y aprovecharlas.

Conclusión

Yo sé que usted comenzará a ser más ‘valiente’ (por lo tanto, ‘cambiará’) sólo si la alternativa de no trabajar este rasgo es peor que el hecho de cambiar…

O, en otras palabras, si usted no se siente alguien con coraje sólo intentará comenzar a ver el beneficio de animarse cuando las consecuencias de mantenerse en su ‘status quo’ le traiga muchos inconvenientes en el presente.

Por ejemplo, como Coach, será capaz de decirle a su cliente aquello que nadie le dice (pero que todos quisieran decirle); como emprendedor se animará a explorar caminos menos transitados, pero probablemente más rentables, que otros ya han abandonado.

Como padre, madre, ni le cuento; podría llegar a lugares no explorados. Todos le debemos mucho a la gente con coraje, ellos hacen su vida más intensa y también otros disfrutamos también de ese valor.

Entonces, no espere más; haga una pequeña acción, HOY, que lo ponga a prueba, que desafíe su electrocardiograma; verá como se sentirá revitalizado/a. Es tu turno. Después me cuenta.

Si no está recibiendo muchos fracasos… es que está apuntando demasiado bajo!

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