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Las cosas no son siempre lo que parecen

Ayer es historia. Mañana un misterio. Hoy es un regalo. ¡Es por ello que es llamado el presente!


Dos ángeles viajeros se pararon para pasar la noche en el hogar de una familia
muy adinerada.


La familia era ruda y no quiso permitirle a los ángeles que se quedaran en la
habitación de huéspedes de la mansión.


En vez de ser así, a los ángeles le dieron un espacio pequeño en el frío sótano
de la casa. A medida que ellos preparaban sus camas en el duro piso, el Angel
más viejo vio un hueco en la pared y lo reparó.


Cuando el Angel más joven preguntó ¿por qué?, el Angel más viejo le respondió,
“Las cosas no siempre son lo que parecen.”


 La siguiente noche, el par de Angeles vino a descansar en la casa de un señor y
una señora, muy pobres, pero el señor y su esposa eran muy hospitalarios.


Después de compartir la poca comida que la familia pobre tenía, la pareja le
permitió a los Angeles que durmieran en su cama donde ellos podrían tener una
buena noche de descanso.


Cuando amaneció, al siguiente día, los Angeles encontraron bañados en lágrimas
al Señor y a su Esposa.


La única vaca que tenían, cuya leche había sido su única entrada de dinero,
yacía muerta en el campo.


El Angel más joven estaba furioso y preguntó al Angel más viejo, ¿cómo pudiste
permitir que esto hubiera pasado?


El primer hombre lo tenía todo, sin embargo tú lo ayudaste -el Angel más joven
acusaba- La segunda familia tenía muy poco, pero estaba dispuesta a compartirlo
todo, y tú permitiste que la vaca muriera.


 “Las cosas no siempre son lo que parecen,” le replicó el Angel más viejo.


“Cuando estábamos en aquel sótano de la inmensa mansión, yo noté que había oro
almacenado en aquel hueco de la pared. Debido a que el propietario estaba tan
obsesionado con avaricia y no dispuesto a compartir su buena fortuna, yo sellé
el hueco, de manera tal que nunca lo encontraría.”


 “Luego, anoche mientras dormíamos en la cama de la familia pobre, el ángel de la
muerte vino en busca de la esposa del agricultor. Y yo le di a la vaca en su
lugar.


Las cosas no siempre son lo que parecen.”


 Algunas veces, eso es exactamente lo que pasa cuando las cosas no salen como uno
espera que salgan. Si tú tienes fe, solamente necesitas confiar en que
cualesquiera que fueran las cosas que vengan, serán siempre para bien. Y podrías
no saber esto hasta un poco más tarde …