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La hipertensión y el exceso de peso

La obesidad suele convertirse en el disparador de un gran número de patologías, muchas de ellas de graves, en tre ellas la hipertensión



La
obesidad suele convertirse en el disparador de un gran número de patologías,
muchas de ellas de graves. No son sólo los problemas estéticos o sociales los
que traen consecuencias para los pacientes con exceso de peso, sino también los
cambios en el organismo que no permiten que éste trabaje adecuadamente.

Cuando
una persona aumenta de peso, junto a ella lo hacen las posibilidades de padecer
algún tipo de enfermedad cardíaca.

Estos problemas, que antes solían presentarse
solo en adultos mayores, crecen cada vez más en niños y adolescentes ya que lo
que nos predispone a padecer una patología de este tipo es el mal funcionamiento
del organismo y no la edad.

A medida
que crece la cantidad de grasa almacenada, el organismo debe habituarse a
trabajar más para poder cumplir las funciones corporales normales.

Por esto, se
debe aumentar el flujo sanguíneo. Ante esta situación, el cuerpo comienza a
mostrar síntomas por verse notablemente sobreexigido, principalmente el
miocardio.

La
hipertensión es una de las enfermedades asociadas a la obesidad que más ha
aumentado, junto con la diabetes tipo II.

Las personas con sobrepeso tienen de
dos a tres veces más probabilidades de padecer hipertensión que las personas con
un peso normal.


Existen medicamentos que pueden ayudar al hipertenso pero no
existe una solución definitiva, la única forma de controlar la enfermedad es a
través de una dieta hipocalórica balanceada, baja en sal, rica en potasio,
abundante líquido y una rutina regular de ejercicio físico.

El
problema más grave de la hipertensión arterial es que, en la mayoría de los
casos, el paciente no sabe que padece este problema y, al no recibir
tratamiento, la hipertensión puede provocar daños en órganos vitales, como los
riñones, los ojos, el corazón etc. En casos más graves puede conducir a
hemorragias cerebrales, trombosis, etc.

Cuando el
peso comienza a bajar y se lleva una dieta sana, la tensión arterial suele estar
bajo control. Aún así, los disgustos, las preocupaciones, la ansiedad y el
estrés pueden producir picos de hipertensión incluso en personas que estén
medicadas.

Un gran
porcentaje de pacientes con obesidad que se han sometido a cirugías de la
obesidad para tratar su sobrepeso han tenido buenos resultados para controlar la
hipertensión tras la cirugía, inclusive antes de mostrar alguna pérdida de peso
significativa.

Muchos de estos pacientes incluso se curan completamente de su
patología. Esto sorprende a los especialistas ya que aún se desconoce cómo la
cirugía puede actuar tan rápidamente pero puede convertirse en una alternativa
eficaz para controlar hipertensión arterial.

Algunos
expertos en hipertensión arterial están comenzando a recomendar la cirugía de
obesidad como un tratamiento eficaz para esta patología.

Cuando el exceso de
peso es mucho y las complicaciones aumentan, las cirugías parecen ser la
solución definitiva, por eso, ante la aparición de algún episodio que nos
indique que podemos padecer hipertensión, lo mejor es hablar con el médico sobre
estas posibilidades de tratamiento.

Por Dr.
Héctor Bernal


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